14 de abril
SAN JUSTINO,*
Filósofo y Mártir
El glorioso filósofo y antiguo apologista y mártir san Justino
fue hijo de Prisco,
de linaje griego, y nació en Nápoles Flavia, ciudad de Palestina, Desde su mocedad se
dio mucho a las letras humanas, y al estudio de la filosofía, y
se ejercitó en todas las sectas de los filósofos estoicos, peripatéticos y
pitagóricos, con gran deseo de saber la verdad; y hallando en todas ellas poca
firmeza, las dejó y se dio a la filosofía de Platón, por parecerle que era más
grave y más cierta y segura para lo que él pretendía, que era alcanzar la
sabiduría y con ella entender y ver a Dios. Para poder, pues, mejor atender a sus estudios se retiró a un lugar
aparta do, vecino del mar,
donde estando ocupado y absorto en la contemplación de las cosas
divinas, se le presentó, corno e1 mismo santo escribe, un varón viejo y muy
venerable que trabó plática con él; y entendiendo que era filósofo platónico, y lo que buscaba en sus estudios, le desengañó que no lo hallaría en los
libros de los filósofos, sino en solo los de los profetas y de los santos, a
quienes Dios había
alumbrado y abierto los ojos del alma para ver la luz del Cielo y entender sus misterios y verdades. Con esto se
fue el anciano
y san Justino no le vio más; pero quedó muy encendido en el amor de la verdad, e inclinado a leer os
libros de los
cristianos en que ella se halla, Por esos medios entró Cristo nuestro Se ñor
en el corazón de Justino, y de filósofo platónico y maestro de otros le
hizo filósofo cristiano y discípulo suyo, Escribió un libro
maravilloso y divino en defensa de la religión cristiana en el año 150 corno
él mismo lo dice, y se lo dio al emperador Antonino Pío, el cual después de haberlo leído,
hizo publicar en Asia un edicto en favor de los cristianos, mandando que
ninguno, por solo ser cristiano, fuese acusado ni conde nado. Pero como
muerto Antonino, sucediesen en el imperio Marco Aurelio Antonio y Lucio Vera,
y se tornase a embravecer
la tempestad, san Justino que a la sazón estaba en Roma escribió otro libro
o apología a los emperadores y al senado en favor de los cristianos para
aplacarla. Entonces fue el santo acusado por un enemigo suyo llamado Crescente, cínico
filósofo en el nombre y profesión, y en la vi da ,viciosísimo
y abominable; el cual era quien más atizaba a los magistrados contra los fieles de
Cristo. Mandó pues el prefecto de Roma prender a san Justino, y después de
haberle hecho azotar, dio sentencia que fuese degollado con otros seis compañeros,
como se dice en las Actas de su martirio, que escribieron los notarios de la
Iglesia romana.
REFLEXIÓN Dice el glorioso san Justino en su primera apología estas palabras admirables: «Cuando somos atormentados, nos regocijamos, porque estamos persuadidos que nos resucitará Dios por Jesucristo; y cuando somos heridos con la espada y puestos en la cruz, y echados a las bestias fieras, y maltratados con prisiones, fuego y otros tormentos y suplicios, no nos apartamos de lo que profesamos; porque cuanto mayores son los tormentos, tanto más son los que abrazan la verdadera religión; como cuando se poda la vid da más fruto; lo mismo hace el pueblo de Dios, que es como una vid o viña bien plantada de su mano». Pues ¿quién podrá leer estas cosas sin derramar lágrimas, viendo lo que sentían de la fe de Cristo aquellos filósofos tan sabios de los primeros tiempos de la cristiandad, comparando su heroísmo con la indiferencia criminal de nuestros tiempos? ORACIÓN Oh Dios, que por la simplicidad de la Cruz enseñaste maravillosamente, al bienaventurado Justino la eminente sabiduría de Jesucristo, concédenos por su intercesión que rechazando las engañosas razones de las perversas doctrinas, alcancemos la firmeza de la fe. Por J. C. N. S. |
* Sacado de: "FLOS SANCTORUM DE LA FAMILIA CRISTIANA", Las vidas de los Santos y principales festividades del año, ilustradas con otros tantos grabados y acompañadas de piadosas reflexiones y de las Oraciones litúrgicas de la Iglesia) del P. Francisco de Paula Morell, S. J. Ed. Difusión, Bs. As., 1943.