14 de enero
BEATO ODON de NOVARA,(*)
Monje
(1200)
El Beato Odón monje
cartujo del siglo XII, es uno de los pocos hombres de Dios de aquella época,
sobre el que tenemos documentos de primera mano. El Papa Gregorio IX
mandó que se hicieran investigaciones sobre su vida con miras a su
canonización, y las declaraciones de los testigos han llegado hasta
nosotros. Uno o dos extractos de ellas nos darán una idea de la
personalidad de Odón. "Maestro Ricardo" obispo de Trivento,
después de haber jurado por el Espíritu Santo, ante los Evangelios,
que diría la verdad, afirmó que él había conocido al bienaventurado
Odón como a un hombre temeroso de Dios, modesto y casto, entregado
noche y día a la vigilia y la oración; que vestía ásperas túnicas
de lana y vivía en una estrecha celda, de la que no salía más que
para orar en la iglesia, y que obedecía siempre a la campana, cuando
ésta le llamaba al oficio. Cuantos fueron a él se sintieron animados
en el servicio de Dios. Leía constantemente las Escrituras y, a pesar
de su avanzada edad, se empleaba en su celda en trabajos manuales para
no ser presa de la ociosidad". El obispo da en seguida un breve
resumen de la vida de Odón, y hace notar que había sido nombrado prior
del nuevo monasterio cartujo de Geyrac, en Eslavonia. Pero que la cruel
persecución de que le había hecho objeto el obispo Dietrich le obligó
a abandonar esa comunidad, e ir a Roma para pedir permiso al Papa de
renunciar a su cargo. La anciana abadesa de un monasterio de Tagliacozzo
le había ofrecido hospedaje, e impresionada por su santidad, obtuvo
licencia de guardarle como capellán de la comunidad. Muchos otros
testigos de la edificante vida de Odón hablaron de sus austeridades, de
su caridad y de su humildad. Ver Le Couteulx, Annales Ordinis Cartusiensis (1888), vol. III, pp. 263-271. En el vol. IV., pp. 59-72, el editor publica una selección de los testimonios sobre los milagros obrados en la tumba del beato. Como esos testimonios datan de un año después de los hechos, se trata de una de las mejores colecciones que se conservan sobre milagros de la Edad Media. Ver la edición completa de esos documentos en Analecta Bollandiana, vol. I, (1882), pp. 323-354. Cf. también Le Vasseur, Ephemerides, vol. I, pp. 60-68. |
* Vidas de los Santos, de Butler. Vol. I, ed. 1964