25 de enero      

SAN ANANÍAS,(*)
Mártir
(70)

   De acuerdo con algunos detalles de la Sagrada Escritura, Ananías fue un fiel observador de la ley. Gozó de buena reputación entre los habitantes de Damasco (Hechos XXII, 12). San Pablo, en la narración de su propia conversión nos lo presenta bajo este aspecto favorable. Sabemos que Ananías, en el milagro de esta conversión, recibió del Señor mismo la orden de cumplir una misión y que obedeció fielmente.
   Una tradición que no es de primera mano, hace de Ananías uno de los setenta y dos discípulos. Puede ser que se hubiera contado entre los oyentes de Jesús. San Agustín (Quaest., vol. II, c. X, I) asegura que era sacerdote y que San Pablo le fue enviado para que recibiera de su mano el sacramento cuya dispensación el Hijo de Dios ha dejado al sacerdocio de su Iglesia. En seguida, se representa a Ananías como obispo de Damasco. Según datos griegos, Ananías evangelizó la ciudad de Damasco y la Eleuterópolis. El juez Licinio (o Luciano) lo hizo azotar. En fin, Ananías fue lapidado a la salida de la ciudad. Todos estos detalles se reproducen en el Martirologio Romano.
   Los griegos honran a Ananías, el día 1 de octubre. Los latinos desde Usuar do, han unido su fiesta a la conmemoración de la conversión de San Pablo, el 25 de enero. Todo lo que se cuenta de su martirio es incierto, lo mismo que la afirmación de los bolandistas a propósito de la traslación de la cabeza de Ananías, de Roma a Praga.

   En Acta Sanctorum, 25 de enero se encuentra la traducción latina de las actas griegas, TilIemont, Memoires pour servir... vol. I, p. 199 y 545. Quentin Les martirologes hist. du Moren Age, p. 416 y 589.     

    

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