CAPÍTULO 1MARAVILLA DE LEVITACIÓN - EXPERIENCIA MÍSTICA, TODAVÍA DESCRITA POR NADIE.
MI PROPIO MÉTODO DE PRÁCTICA BASADO SOBRE TEORIA DE YOGA.
1. "¡Yo vuelo!" - mi método de práctico se ha mostrado correcto. Fue el momento admirable - mi cuerpo levitaba.
Esto ocurrió la noche fría de 1985.
Durante unos años yo estudiaba práctica espiritual basada
principalmente sobre teoria de yoga siguiendo a mi propio método. Yo practicaba en mi apartamento de Tokio ubicado cerco de la estación Shibuya. Cada tardes los alumnos llegaban a mí y practicabamos juntos. Aquella noche memorable unos de mis alumnos tranquilamente estaban sentados en el rincón y comían algo. Después de asana (ejercicio para control vayu), pranayama Sukha Purvaka, Traybanda y Nauli (las últimas dos prácticas son destinadas para despertar espiritual; mire capítulo 4, "Levitación") empecé Meditación de Conclusión.
...Esa vez ocurría algo extraño. Mis ojos estaban cerrados pero de mi frente se corría luz vistosa. Coronilla empezó a ser caliente. ¡Que calor insoportable! Parecía como sobre mi cabeza hubieron puesto una pieza de hierro calentado hasta rojo. ¡No, soportar tal es imposible! Calor era tan fuerte que me obligó salir de meditación. ¡Pero mi programa diario no estaba terminada! ¿Que hacer? La experiencia era extraordinaria e yo temía continuar la práctica. Además, la práctica siguiente, como ni una otra facilita estimulación del cerebro. Pero yo dije a mí: "No debo pararme en medio del camino".
En cierto tiempo me calmé y pasé a Bastrika-pranayama, práctica de conclusión de aquel día.
En la tranquilidad de la habitación fría se oía sólo un sonido bronco de expiración: "Shshsh... shshsh... shshsh..." En unos minutos mi cuerpo se vibró y primera vez me parecí que me lanzó arriba. Sorprendí un poco, pero no era tiempo para pensar.
Aquel mismo momento energía vayu se levantó impetuosamente de coxis a la coronilla. Mi cuerpo - estaba sentando en Padmasana - empezó a saltar como pelota de goma. Pero no era todo. Al saltar última vez me pendí en el aire. "¡Levitación!" - pasó en mi cerebro como relampaguea. Después, como despertarme de sueño me bajé sobre el piso. Levitación se terminó.
"¡Usted ha levitado!", "¡Él ha levitado realmente!" - gritaban mis alumnos en exitación que fueron testigos de esa escena verdaderamente mística. Yo mismo fuí admirado y muy emocionado. Pues, mi fuerza sobrenatural creció tanto que por el fin fuí capaz de levitar. Me aseguro que práctica que estudiaba era correcta.
Yo practicaba independientemente sin maestro por método de pruebas y equivocaciones. Pero el éxito en levitación me mostró que estoy en vía correcta. Para mí vivido años graves fue resultado magnífico.
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