Los eslavos en imágenes.*

El mundo de los eslavos estuvo siempre muy ligado a Bizancio, ya sea como invasores, saqueadores, aliados de los ávaros, luego ocupantes del territorio bizantino, asimilados posteriormente por la religión ortodoxa y por la cultura bizantina, y finalmente como reinos  que se fueron independizando progresivamente, y hasta compartieron muchas de estas naciones el destino bizantino de caer ante los turcos y ser dominados por estos durante más de 400 años. Por eso su enorme relación y su importancia en el estudio de la vida del imperio.

Aquí se exponen una serie de dieciséis imágenes que podrán arrojar un poco de luz sobre la forma de vivir, de agruparse, de crear y de creer de este gran mundo eslavo, que en su mejor momento llegó a estar conformado por reinos y principados tan importantes como Bulgaria, Serbia, Croacia, Macedonia, Kiev, Bohemia, Moravia, Eslovaquia y la que sería la continuadora mas grande de las instituciones bizantinas, Rusia.

*La mayor parte de estas imágenes fueron extraídas de Gran Historia Universal, Mundo Feudal, de Arnoldo Mondadori Editori, Milán, 2000, publicada por Ediciones Folio S.A. Barcelona. Año 2000.

Un dibujo de una típica ubicación de las casas dentro de una aldea amurallada eslava medieval, con una muralla dispuesta en círculo alrededor del poblado, una sola entrada defendida por una especie de torre, muchos de los poblados eslavos adoptaron esta forma defensiva, lo que indica la gran inseguridad del mundo en que vivían.
Bulgaria ya era un país urbanizado y organizado antes de la influencia bizantina, éste es un buen ejemplo de su arte anterior al contacto de su civilización con el imperio: el del caballero búlgaro esculpido en roca a más de veinte metros del suelo, puede fecharse aproximadamente entre los siglos VIII y IX.

Pliska fue la primera capital búlgara. Construida sobre las ruinas de un asentamiento romano, era mas bien una aldea atrincherada y fortificada con tres murallas defensivas. De allí procede este dibujo del siglo XI que representa a un caballero búlgaro en medio de una batalla.
Cabeza de jabalí realizada en bronce por un artista eslavo, durante el periodo de relaciones eslavo-ávaras, siglo VIII, en Eslovaquia.

El cinturón fue un instrumento muy utilizado en la vestimenta de los eslavos nómadas del siglo VI y VII. En sí mismo representaba a un animal, y fue motivo de hermosas ornamentaciones, lo grababan con figuras a martillo, además de agregarle piezas de metal que los hacían aún más preciados. Para los ávaros era una pieza fundamental de la vestimenta, y llegaban a utilizar hasta tres cinturones.
Los pequeños objetos de metal eran instrumentos que expresaban significados cósmicos en las creencias paganas eslavas. Aquí un adorno del siglo IX en forma de media luna, que fue utilizado como colgante y probablemente también como amuleto.

Dibujo que representa a una jarra de oro encontrada al norte de Danubio en el siglo IX, cuando parte del territorio ahora rumano formaba parte del imperio búlgaro. Dicha jarra contiene inscripciones en turco y en griego.
Objetos de plata encontrados en Eslovaquia, en los cuales se puede ver la influencia bizantina en estos países de la Europa Central.

Dibujo del motivo esculpido en piedra en el altar de la iglesia de San Pedro en Zavala, siglo IX, en tierras que ahora forman parte de Hercegovina.
Figura de Sviatoslav, que cabalga sobre su caballo blanco junto con sus caballeros con los cuales se enfrentarán a los búlgaros. Sviatoslav era nieto de Riurik e hijo de Igor.

El gran príncipe Oleg de Kiev, en su trono. Se puede apreciar en la miniatura el gran palacio de piedra, aparentemente el primero de su tipo en esas tierras. Oleg gobernó entre 882 y 912.
Los predicadores bizantinos Cirilo y Metodio flanquean a Jesucristo en este fresco romano. Estos fueron quienes convirtieron a gran cantidad de eslavos al cristianismo ortodoxo, comenzando por la región de Moravia hasta Panonia. para hacerlo, Cirilo tradujo los textos litúrgicos latinos y griegos al idioma paleoeslavo, con lo cual las naciones eslavas podían darse el enorme lujo de escuchar la misa en su propio idioma, algo que facilitó enormemente su conversión.

Evangeliario de Visegrad, representación de la recurrencia de las palmas. Miniatura del siglo XI.
Fresco del siglo XII que representa a uno de los apóstoles en la iglesia de San Clemente de Nerezi.

Cuadro que representa a Igor, Príncipe de Kiev, 912-945.
El más famoso de los íconos rusos: la Virgen de Vladimir.

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