El griego bizantino.

 

Por David Sanchez.

 

 

1. La lengua del imperio  bizantino

"Fragmento de Griego Helenístico: San Pablo, Carta a los Romanos"

2. La expansión del griego por el Mediterráneo Oriental y el griego helenístico en los tiempos de Roma

3. El griego bizantino o griego popular de Bizancio

4. Pervivencia del griego en los territorios del Imperio

5. El griego literario de Bizancio

   

1. La lengua del imperio bizantino.

En el Imperio Bizantino la lengua administrativa fue el  griego helenístico con ciertos rasgos arcaizantes. La lengua de la inmensa mayoría usan o bien el griego helenístico y en ciertos casos los textos cultos usan el griego clásico. De hecho esta lengua se distingue por su esfuerzo arcaizante basado en la antigua tradición aticista que se remonta al período clásico romano. Sin embargo la lengua hablada en las calles de Constantinopla y las demás ciudades del Imperio es una lengua claramente diferenciada del griego clásico que denominamos griego bizantino,  una forma de griego similar al griego helenístico pero más evolucionada en dirección a lo hoy en día es el griego moderno.

Ya en época antigua, desde que Constantino trasladara la capital administrativa del imperio a Constantinópolis (Byzantion), el griego se convierte en la principal lengua de la administración imperial. En el futuro los emperadores hablarán griego con el entorno de Palacio llegando incluso a tener dificultades para hablar latín. Por ejemplo el historiador Ammiano califica el latín del emperador Juliano (gr. Ioulianos, lat. Flavius Claudius Iulianus) de aceptablemente bueno, obviamente este comentario indica que Juliano no hablaba tan fluidamente como uno podría esperar de un emperador romano anterior.

 

2. La expansión del griego por el Mediterráneo Oriental y el griego helenístico en los tiempos de Roma.

 

El griego se había difundido ampliamente sobre el mediterráneo occidental a partir de finales del s. IV a.C. A la conquista militar de Alejandro había seguido la formación de reinos helenizados, gobernados por élites de habla griega, que han sido denominados en la tradición reinos diádocos (gr. diadokhoi ‘[reinos] sucesores’). Las élites de estos reinos favorecieron la colonización griega de Tracia, Macedonia, Anatolia, N. de Egipto, Palestina que pueden considerarse regiones fuertemente helenizadas y con una gran parte de la población de habla griega. Más hacia oriente en Partia y Bactriana también habrá comunidades de habla griega (que también tendrán influencia en las lenguas iranias de esas regiones) pero cuya historia no nos interesa tanto aquí.

El intenso contacto entre todas estas regiones hizo surgir una variedad de griego conocida como griego helenístico o Koiné (gr. koinê dialektos). Este griego helenístico está basado fundamentalmente en el griego clásico (griego ático) pero incorpora léxico de las restantes variedades de griego: griego dórico, griego jónico, griego eolio, y griego arcado-chipriota.  Este griego helenístico será la variedad de griego hablado en la mayoría de ciudades griegas o helenizadas del mediterráneo occidental como Alejandría, Antioquia, Laodicea, Tarso o Selino, bajo el Imperio Romano. Para hacernos una importancia del griego helenístico como lengua internacional digamos que no solo era oficial en Roma, sino que era también lengua oficial en Parthia, donde de hecho las inscripciones monetales de los soberanos están escritas en griego (en Parthia también tenía oficialidad el parto, parthava). Podemos fechar el griego helenístico entre el s. III a.C. y V d.C. En todo este período el sistema fonológico del griego clásico sufre algunas reorganizaciones:

 

(1) <ei, i, ê> se confunden todas en /i/.

(2) <ai, e> se confunden en /e/ (esto es paralelo al cambio en latín de <ai, ae> en /e/).

(3) <oi, y> se confunden en /ü/ (sonido idéntico a <u> francesa, o <ü> alemana).

(4) El segundo elemento de los diptongos <au, eu> cambia a /v/ o /f/ (por ejemplo: gr. clásico autós > gr. moderno aftós)

(5) Al igual que en latín se pierde la diferencia entre vocales largas y breves. En griego helenístico tenemos por tanto 6 vocales /i, ü, e, a, o, u/.

(6) También al igual que en latín en sonido /h/ (espíritu áspero) se debilita y desaparece.

(7) Las oclusivas aspiradas sordas /ph, th, kh/ se transforman en las fricativas /f, þ, x/.

(8) Las oclusivas no aspiradas sonoras /b, d, g/ se transforman en las fricativas /b, d, g/

 

Los cambios no solo se dan a nivel fonético-fonológico sino también a nivel gramatical y léxico. Por ejemplo los nombres de la tercera declinación (temas en consonante) adquieren las terminaciones de la primera declinación (temas en -a). El número dual desaparece quedando solo singular y plural. Desaparece también el modo optativo en los verbos y se confunden el aoristo y el perfecto. Esta eliminación de irregularidades y oposiciones poco productivas de la lengua griega, va acompañada sin embargo de la introducción de nuevo léxico adaptado a las necesidades de la lengua moderna. Aunque también se dan simples substituciones en de términos áticos del griego clásico por otros de origen no ático. Por citar solo dos ejemplos en el Nuevo Testamento ya encontramos formas como <opsaria> ‘pez’ y <brechei> ‘llueve’ substituyendo a las formas clásicas <ichthyes> y <hyei> [en griego moderno encontramos <psárya> y <vrékhi> formas derivadas de las formas que se encuentran en el Nuevo Testamento.

3. El griego bizantino o griego popular de Bizancio

 

El alejamiento progresivo de la lengua de Platón y Demóstenes, fue visto como una especie de decadencia lingüística por la influyente escuela de los Aticistas, que incesantemente criticaban el uso por parte escritores de formas propias de la Koiné. En los ambientes intelectuales y cultos la opinión de los Aticistas se hizo preponderante, y se creó una brecha entre la lengua cotidiana habitual y la lengua escrita de carácter arcaizante. Debido a esto el griego popular de Bizancio, la lengua que se hablaba en la calle fue algo marginada de las fuentes escritas y no es todo lo bien conocida que quisiéramos. Sin embargo aún así es bastante lo que sabemos de esta lengua a pesar de que las fuentes escritas seguían firmemente la tradición Aticista arcaizante. Algo similar pasó en los principios de la Grecia Moderna, cuando algunos sectores consideraron que le moderno griego popular o dimotikí ellenikós no era adecuado para todos los uso y se creo una lengua arcaizante más influida por el griego clásico llamada katharevusa (lengua pura) que con los años ha ido perdiendo prestigio frente al dimotikí (en la actualidad la katharevusa se emplea solo en ciertas ámbitos y en publicaciones científicas)

Es importante notar que el proceso por el cual las lenguas cambian es un proceso natural e independiente de los acontecimientos políticos y se ha observado en todas las lenguas con una tradición literaria suficientemente amplia (Latín, Hebreo, Egipcio, Chino Clásico, Sánscrito, etc). Actualmente existe la idea popular, que como vemos también compartieron los Aticistas, de que el cambio lingüístico es una especie de degeneración del lenguaje ocurrida por el descuido de quienes lo usan y agravado por la fragmentación política o por una insuficiente educación. Esta idea es obviamente falsa ya que como se conoce suficientemente en lingüística histórica la divergencia de una lengua con el tiempo respecto a la lengua tal como era en épocas pasadas es un proceso estocástico (no del todo azaroso) que se da en cualquier lengua por centralizado por generalizada que esté la educación general.

 

Volviendo a la lengua popular de Bizancio podemos seguir su evolución hasta cierto punto en los textos de algunos de los cronistas y hagiografos menos cultos, como por ejemplo Malaquías (s. VI). Además hacia los últimos siglos de existencia del imperio bizantino, debido al clima de inestabilidad política y militar reinante que acompañó a la crisis financiera del imperio, el nivel educativo descendió y también las exigencias de la lengua escrita, eso nos permitió el afloramiento de obras poco elaboradas, escritas en la lengua coloquial, y alejadas de la tradición aticista. Para el lingüista o historiador interesado en la lengua cotidiana hablada del imperio estos textos son un verdadero tesoro lingüístico a pesar de que ocasionalmente aparecen incluso dentro de estas obras cierto número de cultismos ausentes del habla coloquial. A partir del s. XII empiezan a parecer textos escritos en la lengua popular de Bizancio. Uno de estos textos es la Crónica de Morea (s. XIII) escrita en un griego que difiere ya bastante poco del griego moderno. Sin embargo a diferencia de lo que pasó en Italia y en otras regiones del occidente romano, Bizancio jamás produjo un escritor de la talla e influencia Dante Alighieri, que escribiera influyentes obras en el griego vernáculo de la época, razón por la cual el griego bizantino popular nunca alcanzó el debido prestigio.

 

Descripción

Fonología. El griego bizantino va un paso más allá que el griego helenístico y se dan nuevas evoluciones fonéticas hasta llegar al griego moderno:

 

(1) En grupos de dos oclusivas la primera se frivativiza: hepta > eftá ‘siete’, oktô > oxtó ‘ocho’, ophtalmos > ftarmós ‘mal de ojo’.

(2) En las consonantes precedidas de nasal esta se asimila a la consonante siguiente: nymphê > níffi > nífi ‘novia’.

(3) El resto de grupos de dos consonantes se simplifican (excepto en Rodas, Khios y Chipre): thalassa > thálasa ‘mar’.

(4) El sonido /l/ cambia a /r/ ante consonante: adelphos > adherfós ‘hermano’, ophtalmos > ftarmós ‘mal de ojo’.

(5) Ante vocal /i/ y /e/ cambian a /y/: paidia > pedhyá ‘chicos’, mêlea > milya ‘manzano’.

(6) Algunas vocales pretónicas desaparecen: opsaria > psárya ‘pez’, ophtalmos > ftarmós ‘mal de ojo’.

 

Además el griego bizantino tienen un acento de intensidad y no musical como el del griego clásico, esto unido a la pérdida distinción entre vocales largas y breves (fenómenos estos dos que también se dan en Latín Clásico) se reflejan por ejemplo en que ya en tiempos bizantinos poesía en métrica clásica (en hexámetros, en yambos, etc) basada en el ritmo y se pase a escribir como sucede en las lenguas romances y el griego moderno basadas o bien en la rima o en el acento de intensidad.

 

Morfología. La mayor parte de las características que separan el griego helenístico del moderno griego tuvieron lugar durante el período bizantino, así por ejemplo en los textos bizantinos observamos frecuentemente el uso incorrecto del dativo (precisamente porque de hecho había empezado a desaparecer de la lengua hablada). Así mismo el infinitivo es substituido por diversas formas perifrásticas. A pesar de esto la mayoría de la inflexión nominal y verbal de griego clásico se mantiene en griego bizantino. Aunque en el nombre desaparece el número dual, el dativo (que pasa a expresarse con preposición o mediante el genitivo), quedando así un sistema de tres casos nominativo, acusativo y genitivo (en los dialectos el norte de Grecia también desaparece el genitivo que pasa a expresarse mediante preposición). Por lo demás se mantienen inalterados los géneros: masculino, femenino y neutro y los adjetivos siguen concordando con el nombre al que acompañan.

En el verbo el futuro pasa a ser expresado por una forma perifrástica (al igual que sucede en latín), la mayoría de dialectos usan la partícula tha.

 

Léxico. También la influencia del latín es apreciable en los primeros tiempos y en época muy temprana encontramos numerosos préstamos latinos (que se conservan aún en griego moderno). Por ejemplo:

 

porta 'puerta'

saíta (< sagita) 'flecha'

palati (< palatium) 'palacio'

spiti (< hospitium) 'casa'

 

Aunque también aparecen otros centenares préstamos latinos que no han sobrevivido en griego moderno. Las cercanas, y muchas veces, poco amistosas relaciones a partir del s. XI de los bizantinos con venecianos, genoveses y pisanos también dejaron su influjo en la lengua hablada así el griego moderno presenta un buen número de italianismos (se calcula q unos 600) q se introdujeron durante esta época, por ejemplo: síghuros ‘seguro’, servitóros ‘sirviente’, etc. Más tarde se introdujo en griego una cantidad similar de préstamos del turco y recientemente otros cuantos neologismos de lenguas como el francés o el inglés, pero es importante notar q en época bizantina la inmensa mayoría de los préstamos de lenguas extranjeras en griego bizantino estaban tomadas de los diversos dialectos italianos.

En el último período también encontramos palabras compuestas nuevas, con subordinación según antiguos patrones como: thalass.o.vrakhi 'roca marina', vun.ó.pulo 'muchacho de montaña' (-o- une el modificador al núcleo), o con coordinación según patrones como los del griego moderno como: andróyino 'hombre y mujer' o makheropíruna 'cuchillos y tenedores'.

Finalmente también observamos cambios semánticos (como también encontramos en el paso del latín a las lenguas romances): álogho 'caballo' (originalmente < álogos 'irracional'), skiázome 'tengo miedo' (originalmente 'estoy en la oscuridad') o udhén 'no' (originalmente < oudén 'nada')

 

4. Pervivencia del griego en los territorios del Imperio

 

Tras la desaparición del imperio bizantino como unidad política unificada el griego bizantino siguió su evolución hasta las modernas lenguas griegas (o dialectos griegos modernos). El griego moderno coloquial o dimotikí es la lengua de Grecia y de la mayor parte de los habitantes de Chipre. Antes del intercambio de poblaciones grecoturcas y turcogriegas entre Grecia y Turquía en 1923 existía un buen número de comunidades de habla griega en el Ponto y Capadocia. También sigue siendo la lengua de la comunidad griega de Estambul y de ciertas aldeas en Calabria en el sur de Italia (aunque no está clara si la pervivencia del griego en esas aldeas es el resultado continuado desde las colonias griegas prerromanas o un resultado de la presencia bizantina en Italia). Además del dimotikí ellenikós o griego popular, existen otras variedades de griego:

 

·        Los dialectos locales que pueden diferir uno de otro hasta llegar a la ininteligibilidad, y que no siempre son el resultado de la evolución del griego helenístico, ya que en ocasiones presentan arcaísmos que ya habían desaparecido en griego helenístico. Las variedades que son consideradas como lenguas distintas son: Tsakonio (Peloponesio oriental), Griego Itálico y Póntico. Luego se dentro de lo que habitualmente se considera griego están dialectos muy divergentes como el Cretense o el Rodo-Chipriota.

·        La katharevusa (del gr. katharós ‘puro’) una lengua estrictamente literaria, que aunque es lengua oficial en Grecia: solo se usa con las publicaciones técnicas, en los periódicos y en las noticias públicas. La antigua concepción Aticista de tener una lengua escrita arcaizante diferente de la lengua hablada se aprecia nuevamente con la katharevusa.

 

5. El griego literario de Bizancio.

 

En griego clásico o helenístico

En cuanto a la lengua escrita ya hemos dicho q se usa principalmente el griego ático o bien una forma arcaizante de griego helenístico y que hasta el s. XII no aparecerán textos en griego popular. En cuanto a la temática de los textos bizantinos de que disponemos, en la prosa predominan los textos de historia, teología, filología y jurisprudencia. Además el interés de la tradición Aticista bizantina por la lengua antigua y arcaica llevó a un interés por copiar y conservar textos griegos clásicos, lo que es una gran suerte para nosotros. Pero además los bizantinos no se limitaron a hacer nuevas copias de dichos textos sino que además de su transcripción nos dejaron sus anotaciones y comentarios sobre los mismos.

 

Entre estos eruditos comentaristas de textos antiguos encontramos a Focio [el autor de Myriobiblon o Bibliotheca y patriarca de Constantinopla], Michael Psellos, Eustacio de Tesalónica (comentador de Homero), Maximos Planudes, el humanista Georgios Gemisthos Pletho, Niketas Akominatos o Georgios Akropolites.

 

En la Antología Palatina se recopilaron en el s. X numerosos epigramas griegos. Los epigramas son composiciones breves y ocasionales, en el imperio bizantino se harían particularmente populares los epigramas de lamento, que funcionarían como admonición moral o recordatorio al pecador.

Sin embargo, el género poético que más se cultivó en el imperio bizantino fue el himno, a medio camino entre el paganismo y el cristianismo (rasgo que caracterizaba a toda esta literatura). Al desarrollo de la himnografía es en parte consecuencia del hecho ya comentado de que deja de escribirse poesía métrica clásica (basada en la alternancia de vocales largas y breves, y en el acento tonal, rasgos estos que habían desaparecido del griego bizantino).

 

En griego popular

En la épica destaca el ciclo centrado entorno a Digenis (simbololización del ideal medieval griego de virilidad) del que se conservan un reducido número de composiciones folklóricas como las Baladas de Akritas y como media docena de versiones (del s. XII al XVII) del extenso poema conocido como Epopeya de Basilios Digenis Akritas (s. X), cuyo original se perdió.

Dentro de la prosa narrativa tenemos algunas obras destacables como la novela medieval anónima de Libistro y Rodamne y la Crónica de Morea, s. XIII antes citada,  que narra la conquista del Peloponeso por los francos. En la sátira destaca Theodoros Prodromos y también se conocen algunos fragmentos de piezas satíricas poco importantes, así como algunos fragmentos de dramas.

 

David Sanchez.

 

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