INVESTIGACIÓN
Mendozasaurus
el gran reptil malarguino
Los Andes, 15 de Abril de
2005
En el sur de la provincia
de Mendoza, extremo norte de Patagonia, afloran rocas del Período
Cretácico (135-65 millones de años). Estas rocas, en la vecina
provincia de Neuquén, han brindado desde el siglo pasado numerosos
fósiles de dinosaurios de relevancia mundial. No obstante, hasta
hace pocos años no se conocían dinosaurios procedentes de
Mendoza.
Hace más de una década,
la realización de algunas exploraciones por parte de diferentes
instituciones y la comunicación de algunos hallazgos, confirmaron
la presencia de grandes fósiles de dinosaurios. No obstante, el
desarrollo de un programa permanente de investigación iniciado hace
muchos años desde el Ianigla-Cricyt, con apoyo de la Agencia Nacional
de Promoción Científica y Tecnológica (Anpcyt), permitió
rescatar, estudiar y definir la primera especie de dinosaurio hallada en
Mendoza, como así también las que habitaron La Pampa y el
extremo norte de Neuquén.
Para ello se montó
un laboratorio especializado, se consolidó la formación de
recursos humanos en el marco de proyectos oficiales de investigación
y se realizó la primera tesis doctoral sobre dinosaurios de Mendoza.
El investigador
El Doctor Bernardo J. González
Riga es investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas
y Técnicas (Conicet) y subjefe del Departamento de Geología
y Paleontología del Ianigla-Cricyt (Centro Regional de Investigaciones
Científicas y Tecnológicas de Mendoza).
Primera especie de dinosaurio
de Mendoza
La realización de
una decena de campañas científicas dirigidas por el autor
en Cañadón Amarillo, Cerro Guillermo y otros afloramientos
del sur de Mendoza permitieron estudiar las formaciones geológicas
con fósiles y extraer significativos huesos de titanosaurios, gigantescos
dinosaurios que dominaron los ecosistemas terrestres del Cretácico
Tardío.
Entre los resultados obtenidos
se destaca la extracción y el estudio de la primera especie de dinosaurio
que recibe un nombre científico en la provincia de Mendoza. Este
dinosaurio de 18-27 metros de longitud fue denominado Mendozasaurus neguyelap.
Su nombre, de raíz hispana (Mendoza), griega (saurus = reptil) y
huarpe (neguy = primero, yelap = bestia) significa "el primer gran reptil
de Mendoza".
Los Mendozasaurus fueron
herbívoros de largas extremidades que sostenían un voluminoso
cuerpo que pesaba entre 22 y 40 toneladas (foto arriba). En contraste,
poseían un cuello relativamente corto y grueso, a juzgar por las
gigantescas vértebras de su cuello que alcanzan 1 metro de ancho,
carácter inusual entre los dinosaurios. Además, portaban
sobre su espalda grandes placas óseas de 20 centímetros de
alto.
Esta especie habitó
el sur de Mendoza hace 87 millones de años, cuando aún no
se había levantado la Cordillera Principal. Vivía en ambientes
de ríos meandriformes con amplias llanuras de inundación
y bosques de coníferas, junto con diversas tortugas de agua dulce
y dinosaurios carnívoros. Probablemente los Mendozasaurus se desplazaban
en manadas cerca de los grandes ríos, quedando luego sus cadáveres
expuestos a carroñeros y crecientes que cubrían episódicamente
las llanuras fluviales.
Actualmente, los huesos
de Mendozasaurus y otros dinosaurios se analizan bajo nuevas líneas
de investigación. Por un lado se profundiza el estudio de huesos
y sitios fosilíferos (tafonomía), junto con el análisis
de las rocas (estratigrafía, sedimentología) y rastros de
invertebrados (icnología) para conocer el hábitat de estos
animales y su relación con las condiciones climáticas y ambientales
del pasado (paleoecología).
Por otro lado, el estudio
microscópico de huesos de dinosaurio permite conocer su tipo de
tejido óseo y ritmo de crecimiento (paleohistología). Finalmente,
estudios anatómicos efectuados con programas de computación
(cladismo) permiten profundizar las relaciones filogenéticas de
los dinosaurios de la región.
Participan en estos trabajos
investigadores de otras regiones del país (doctor Jorge Calvo, doctor
Ricardo Astini y doctora Ana Parras) y las profesoras Elena Previtera,
Lucía Bauzá y Cecilia Pirrone de Mendoza, quienes desarrollan
su tesis de licenciatura sobre dinosaurios de Mendoza.
Anew titanosaur
(Dinosauria, Sauropoda) from the Upper Cretaceous of Mendoza Province,
Argentina
Bernardo J. GONZÁLEZ
RIGA
Ameghiniana 40(2):
155 - 172. Buenos Aires. ISSN 0002-7014 AMGHB2
Resumen. Un nuevo
titanosaurio (Dinosauria, Sauropoda) del Cretácico Superior de la
provincia de Mendoza, Argentina. Mendozasaurus neguyelap nov. gen. et sp.
es un nuevo titanosaurio del Cretácico Superior de la Cuenca Neuquina
y la primera especie de dinosaurio proveniente de la provincia de Mendoza,
Argentina. Procede de niveles asignados preliminarmente a la Formación
Río Neuquén (Turoniano tardío-Coniaciano tardío)
del Grupo Neuquén. Está representado por 22 vértebras
caudales en su mayoría articuladas y numerosos restos desarticulados:
una vértebra dorsal, arcos hemales, huesos apendiculares y grandes
osteodermos. Son autapomorfías de Mendozasaurus: (1) fosas infrapostzigapofisiales
subtriangulares en vértebras dorsales anteriores; (2) láminas
postzigapostespinales paralelas a los planos de las facetas articulares
de las postzigapófisis en vértebras dorsales anteriores;
(3) cavidad interzigapofisial dorsoventralmente extendida y limitada por
las láminas espinopostzigapofisial y espinoprezigapofisial en vértebras
caudales anteriores; (4) centros caudales medios suavemente procélicos
con cóndilos posteriores reducidos y desplazados dorsalmente; (5)
espinas neurales de vértebras caudales medias-posteriores laminares
y anteroposteriormente elongadas, con un borde dorsal horizontal y un ángulo
ánterodorsal recto y (6) grandes osteodermos subcónicos-subesféricos
sin cingulum. Un análisis cladístico permite incluir a Mendozasaurus
dentro de Titanosauridae, según definiciones filogenéticas
de este clado. Si bien exhibe casi todas las sinapomorfías propuestas
por algunos autores para caracterizar a Titanosauridae, carece de cóndilos
posteriores prominentes en sus vértebras caudales medias. Éste
y otros caracteres plesiomórficos sugieren que Mendozasaurus es
un titanosáurido basal, más derivado que Malawisaurus en
su procelia caudal.
Palabras clave. Saurischia.
Sauropoda. Titanosauria. Cretácico Tardío. Mendoza. Argentina.
Hallaron restos
intactos de un titanosaurio de 10 metros
Los Andes On Line: Paola
Bruno - pbruno@losandes.com.ar
Tal vez se cayó, se
durmió o por alguna otra razón terminó tendido en
el suelo. Sin signos aparentes de depredación, 71 millones de años
después encontraron sus restos articulados en la zona norte de Neuquén.
Los paleontólogos mendocinos y neuquinos que estudiaron el hallazgo
descubrieron que los huesos pertenecían a un dinosaurio herbívoro,
de la familia de los titanosaurios o “saurios titanes”, que fueron los
animales terrestres más grandes de todos los tiempos.
Los restos hallados remiten
a un ejemplar joven, que habría alcanzado 10 metros de largo y 12
toneladas de peso. Los investigadores se encontraron con la mitad posterior
de un esqueleto articulado, que conservaba la posición del animal
vivo, tal como murió hace millones de años.
Con estas características,
el hallazgo cobra doble importancia; por un lado permitirá ampliar
el conocimiento anatómico de los titanosaurios y, por otra parte,
se podrá estudiar el hábitat en que vivió este dinosaurio
y la causa de su muerte. “Lo extraordinario de esto es que los restos estaban
articulados, como si el animal se hubiera caído o acostado y se
hubiera quedado así, es decir, no había signos de depredación.
Encontramos restos de un pie con todos sus dedos y garras en un estado
excepcional de preservación. Además, hallamos la extremidad
posterior completa, la cola, las costillas y parte de la cintura pélvica”,
detalló Bernardo González Riga, geólogo, paleontólogo
con orientación en dinosaurios y profesor de la UNCuyo.
El hallazgo se concretó
en la zona norte de Neuquén, a unos 40 Km de Rincón de los
Sauces (ver infografía), y fue efectuado por un equipo de la Universidad
Nacional del Comahue. La extracción y traslado de los restos estuvieron
a cargo de dos equipos de trabajo, uno mendocino y otro neuquino (ver aparte).
No se observaron restos
ni de la cabeza ni del cuello del ejemplar, probablemente porque el agua
los degradó a través del paso del tiempo. “Toda la provincia
del Neuquén, parte del oeste de La Pampa y el sur de Mendoza constituyeron
una gran depresión de la corteza terrestre, donde se depositaron
sedimentos a lo largo de dos períodos: el Jurásico y el Cretácico.
Esa depresión se llamó Cuenca Neuquina. Este dinosaurio se
encontró allí, en una formación geológica que
se llama Allen, que registra sedimentos lacustres y fluviales; la cabeza
y el cuello estaban en el fondo de la cárcava y el agua seguramente
los erosionó”, explicó González Riga.
Una gran familia
Los titanosaurios fueron
los animales terrestres más grandes de todos los tiempos. Dominaron
los ecosistemas de América del Sur durante gran parte del período
Cretácico y, en general, habitaron en ambientes fluviales. En este
grupo se incluyen Mendozasaurus, que vivió en el extremo sur de
Mendoza, Saltasaurus, que ocupó el norte argentino, y Argentinosaurus,
de la Patagonia.
Estos animales constituyeron
un grupo muy diverso de herbívoros, de un tamaño medio-grande;
un ejemplar mediano medía 10 m de largo y uno grande 35 m. “En este
hallazgo hemos encontrado un ejemplar relativamente pequeño para
ser de la familia de los titanosaurios, por eso pudimos resolver el trabajo
en poco tiempo -relató el paleontólogo-. Si bien los estudios
científicos recién están comenzando, podría
tratarse de una especie nueva”.
Lo que sí se sabe
es que se podrá ampliar el conocimiento sobre la estructura del
pie de estos ejemplares. Según el investigador, la mayoría
de los restos de los titanosaurios encontrados hasta el momento tenían
las falanges aisladas, no se conocía exactamente cuántas
tenían. “Hay sólo uno o dos titanosaurios en el mundo con
pie completo. Ahora se suma éste y aporta nueva información
de relevancia regional, nacional e incluso internacional”, enfatizó.
También se pudo ver
que la pata delantera del animal no tenía dedos y que la trasera
tenía tres garras, lo que hace presumir que las usaba para enterrar
los huevos y para anclarse.
Ahora resta que se analicen
los bloques que se extrajeron y que se guardaron en el Centro Paleontológico
Lago Barreales, en Neuquén. La tarea no es menor; sólo los
restos de la cola pesan 200 kg y miden 4 metros. |