Todo lo que sabemos de este interesante personaje proviene de dos
breves reseñas. La primera de ellas se halla en la "Historia Eclesiástica"
de Teodoreto (lib. v, c. 26), la segunda en el antiguo
"Martirologio de Jerónimo". Teodoreto nos dice que el emperador
Honorio suprimió los combates en el circo, a raíz del incidente que vamos a
relatar: "Un asceta llamado Telémaco había venido del oriente a
Roma, animado por una santa ambición. En el momento en que se llevaban al cabo
en el circo los abominables juegos, Telémaco penetró en el estadio, se presentó
en la arena e intentó separar a los gladiadores. Los espectadores, furiosos al
ver interrumpida su diversión e instigados por el demonio, que gusta de ver
correr la sangre, mataron a pedradas al mensajero de la paz. Al enterarse de lo
ocurrido, el excelente emperador puso a Telémaco en la gloriosa lista de los mártires
y abolió las criminales justas de los gladiadores".
La reseña del "Martirologio de San Jerónimo",
conservada hasta nuestros días en el "Martirologio Romano", dice
textualmente: "Primero de enero... La festividad de Almaquio, quien,
habiendo dicho: "Hoy es el octavo día del Señor, cesad de adorar a los ídolos
y de ofrecer sacrificios impuros", fue decapitado por los gladiadores, por
orden de Alipio, prefecto de la ciudad. Contra la opinión de Dom Germain Morin,
quien se inclina a ver en este martirio un simple eco de la leyenda fantástica
del dragón del foro romano, el P. .H. Delehaye, bolandista, piensa que se trata
de un martirio histórico y considera que, a pesar de ciertas dificultades en
cuanto a las aclaraciones, el verdadero nombre del mártir fue Almaquio y que su
martirio tuvo lugar hacia el año 400,
Ver Analecta Bollandiana, vol.
XXXIII (1914), pp. 421-428. Cf. Morin, en la R Bénédictine, vol. XXXI
(1914), pp. 321-326, y CMH, p. 21.
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