La vida
de Santa Bertilia no ofrece detalles pintorescos. Nacida
de padres nobles, pasó su juventud en ejercicios de
caridad. Se casó con un joven de la nobleza, y ambos
emplearon su vida en socorrer a los pobres y a los
enfermos. A la muerte de su esposo, la santa vivió en
la soledad, en Mareuil, de la diócesis de Arras, donde
construyó una iglesia junto a su celda. Murió a
principios del siglo VIII. No hay que confundirla con su
contemporánea, Santa Bertilia de Chelles.
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