Si bien la existencia histórica de San Victoriano se prestaba a dudas, la
cuestión quedó zanjada en 1900, con la publicación que hizo Hübner de una
inscripción. Victoriano parece haber nacido en Italia y vivido algún tiempo
en Francia. Lo que es seguro es que fue abad de Asán, en Aragón, donde
dirigió muchos años una vigorosa y devota comunidad. Unos treinta o cuarenta
años después de su muerte, Venancio Fortunato escribió un epitafio en el
que alaba sus virtudes, sus milagros y su gran fama de maestro de la
observancia monástica. Ha llegado hasta nosotros una biografía latina que
data probablemente del siglo VIII, o poco después. Está ya probado que San
Victoriano murió en 558.
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