No poseemos muchos datos
sobre el Beato Rogerio (Ruggiero) de Todi, y en los pocos que existen se
observa cierta confusión. Lo que puede afirmarse, con seguridad, es que
tomó el hábito de los Frailes Menores de las mismas manos de San
Francisco en 1216; que fue nombrado por el santo de Asís director de la
comunidad fundada y dirigida por la Beata Felipa Mareri, en Rieti de Umbría,
bajo la regla de Santa Clara; que asistió a Felipa en su lecho de muerte
en 1236, y que él mismo murió poco después en Todi, el 5 de enero de
1237. El Papa Gregorio IX, que le había conocido personalmente, permitió
que el pueblo de Todi, donde se conservan sus reliquias, celebrase una
fiesta en su honor, y Benedicto XIV confirmó su culto en toda la orden
franciscana.
Ver Mazzara, Leggendario
Francescano (1676), vol. I, pp. 29-31; Léon Auréole Séra. phique,
vol. I, pp. 442-443