Grandes
son la confusión y la incertidumbre a propósito de la
santa conmemo rada en este día con el nombre de Prisca.
Por una parte, es indudable que sus "actas",
que datan a lo más del siglo X, carecen de valor histórico,
ya que se trata de una simple reproducción del martirio
legendario de Santa Tatiana, con ligeras modificaciones.
Por otra parte, es indudable que, por lo menos en Roma,
se tributaba culto desde épocas muy remotas a una santa
llamada Prisca o Priscila. Casi todas las relaciones la
mencionan como mártir e indican que su tumba se halla
en las catacumbas de Priscila, en la Vía Salaria. Además,
como lo decíamos arriba a propósito de la Cátedra de
San Pedro, existe en el Aven tino una iglesia dedicada a
Santa Prisca. Dicha iglesia da su título a un cardenal.
Del siglo IV al VIII, el nombre era "titulus S.
Priscae", pero hacia el año 800, empezó a
llamarse "titulus Aquilae et Priscae". Este último
nombre se refiere evidentemente a Aquila y su esposa,
Prisca, de quienes el Nuevo Testamento habla más de una
vez, en relación con San Pablo. Sin embargo, el
Martirologio Romano conmemora a Aquila y Prisca el 8 de
julio y les sitúa en Asia Menor. Se han hecho muchas
conjeturas para resolver el problema; en particular se
ha hecho notar que Prisca era uno de los nombres
favoritos de la familia de los Acilios Glabriones, y que
el nombre latino "Aquila" se escribe en griego
"Akú las". Pero hasta el presente, no se ha
llegado a ninguna solución.
Su
iglesia en Roma, es una de las más primitivas. El
cuerpo de la joven estaría enterrado en las catacumbas
de Priscila. presente, no se ha llegado a ninguna solución.
Ver
Acta Sanctorum, 18 de enero; Marucchi, en Nuovo
Bulletino di archeol. crist., vol. XIV (1908), pp. 5
ss; Duchesne, Liber Pontificalis, vals. l, pp.
501, 517; n,201; Pío Franchi de Cavalieri, en Romische
Quartalschrift, 1903, p. 223 y De Rossi, Roma
SoUerranea, vol. l, p. 176.
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