El nombre
de familia de Cristina era Cicarelli. La beata nació en
los Abruzos y recibió en el bautismo el nombre de Mattía.
Las Ermitañas de San Agustín de Aquila, en cuyo
convento entró a temprana edad, la llamaron hermana
Cristina. En el claustro la beata se convirtió en un
modelo de todas las virtudes, pero se distinguió
sobremanera por su humildad y su amor a los pobres.
Pasaba largas horas en oración, frecuentemente era
arrebatada en éxtasis, y parecía co nocer por
adelantado los sucesos futuros. Se cuenta también que
practicaba severas penitencias y que obró muchos
milagros. Pero la información que posee mos sobre ella
es escasa. Se dice que a su muerte, ocurrida el 18 de
enero de 1543, los niños de Aquila anunciaron por toda
la ciudad el fallecimiento de la beata "gritando y
cantando", lo cual atrajo a una enorme muchedumbre
a sus exequias. El culto que se le tributaba desde
tiempo inmemorial, fue confirmado en 1841.
Ver
P. Seebock, Die Herrlichkeit der katolischen Kirche (1900).
p. 297; en el decreto de confinnación se encontrarán
algunos detalles biográficos.
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