El
noble persa Mario, su esposa Marta, y sus dos hijos,
Audifaz y Abaco, que se habían convertido al
cristianismo, distribuyeron su fortuna entre los pobres,
como lo hacían los primeros cristianos de Jerusalén.
en cierta ocasión fueron a roma para visitar la tumba
de los Apñostoles, precisamente cuando el emperador
Claudio perseguía a la Iglesia, y muchos cristianos
habían sido ya llevados al anfiteatro por orden suya,
para ser muertos a flechazos y quemados sus cuerpos.
Nuestros santos se dedicaron a recoger y enterrar,
respetuosamente, las cenizas de los mártires, y al ser
descubiertos, fueron aprehendidos, Después de sufrir
numerosos tormentos bajo el gobernador Marciano, Mario y
sus dos hijos fueron decapitados, mientras que Marta
murió ahogada en un sitio llamado actualmente Santa
Ninfa, a unos veinte kilómetros de Roma. Los cuatro
fueron sepultados en la Via Cornelia. todos los
martirologios occidentales les mencionan el 20 de enero,
pero su fiesta se celebra el día de hoy.
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