San
Fabián sucedió en el pontificado a San Antero, hacia
el año 236. Eusebio relata que con una asamblea del
clero y el pueblo para elegir al nuevo Papa, una paloma
vino volando a posarse sobre la cabeza de San Fabián.
Esta señal le ganó los votos del clero y del pueblo,
aunque hasta entonces no se había pensado en él, ya
que era laico y poco conocido. San Fabián gobernó la
Iglesia durante catorce años, hizo trasladar de
Cerdeña a Roma el cuerpo de San Ponciano, Papa y
mártir, y condenó a Privato,autor de una nueva
herejía en África. San Fabiano murió martirizado en
la persecución de Decio, el año 250, según atestiguan
San Cipriano y San Jerónimo. San Cipriano, en una carta
a San Cornelio, sucesor de San Fabián, le llama hombre
incomparable, y dice que la gloria de su muerte
correspondió a la purezay santidad de su vida. Todavía
se conserva la placa que cubría su sepultura en el
cementerio de San Calixto; sus cuatro fragmentos llevan
claramente trazada en caracteres griegos la
inscripción: "Fabián, Obispo, Mártir.
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