Según el
Martirologio Romano y la lección del breviario de este
día, Santa Emerenciana era hermana de leche de Santa Inés.
Eran, pues, de la misma edad aproximadamente, pero
Emerenciana era catecúmena. Dos días después del
martirio de Santa Inés, Santa Emerenciana murió
apedreada, cuando se hallaba orando junto a la tumba de
su hermana de leche. En esa forma recibió el bautismo
de sangre. Este relato, que constituye una especie de apéndice
de las "actas" de Santa Inés, no puede
tomarse a la letra; pero existen pruebas de que una mártir
llamada Emerenciana estuvo originalmente sepultada en el
"Coemeterium majus". Dicho cementerio está un
poco más distante de la Vía Nomentana que el sitio en
que fue erigida la basílica de Santa Inés. Según
parece, se celebraba a Santa Emerenciana el 16 de
septiembre, junto con los santos Víctor, Félix y
Alejandro; pero por alguna razón, sus restos fueron
trasladados posteriormente a la basílica de Santa Inés
y así, la leyenda relacionó a ambas santas.
Ver Acta Sanctorum, 21
y 23 de enero; y F. Jubaru, Sta Agnes (1909), pp.
145-156.
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