EL
Martirologio Romano conmemora en este día a San
Feliciano, antiguo obispo y patrón de Foligno, a quien
el pueblo considera como el primer evangelizador de Umbría.
Es difícil determinar hasta qué punto tienen
fundamento histórico las dos biografías latinas que
han llegado hasta nosotros para informamos que el santo
se consagró durante toda su vida al trabajo de
evangelización; que era uno de los discípulos
predilectos del Papa San Eleuterio, quien le había
ordenado sacerdote, y que fue más tarde amigo del Papa
San Víctor I, quien le consagró obispo de Foligno. Si
hemos de creer a la más extensa de esas dos biografías,
el "pallium"(1)
se empleó por primera vez en la consagración episcopal
de nuestro santo, ya que el Papa le concedió el
privilegio de llevar sobre los hombros "una capa de
lana". El texto relaciona con este hecho el origen
del poder para consagrar obispos fuera de Roma.
Feliciano fue obispo durante
más de cincuenta años. Arrestado en la persecución de
Decio, fue sometido a la tortura en el potro y flagelado
repetidas veces, por haberse rehusado a ofrecer
sacrificios a los ídolos. En la prisión le asistió
una doncella, Santa Mesalina, que fue acusada a causa de
la devoción que mostraba al mártir. Como se negara a
ofrecer sacrificios a los ídolos, la doncella murió en
el suplicio.
De Roma
llegó la orden para que Feliciano fuese llevado a la
ciudad a fin de ejecutarle; pero el mártir murió
en el camino, a cinco kilómetros de Foligno, debilitado
por las torturas y el mal trato que había
recibido en la prisión. Tenía entonces noventa y
cuatro años de edad, y había sido obispo durante
cincuenta y seis años.
Ver Acta Sanctorum, 24 de enero; Analecta
Bollandiana, vol. IX, (1890), pp. 379-392; y San
Feliciano, protettore di Foligno (1933), colección
de ensayos cortos, con muchas fotografías, publicado
por Mons. Fawci-Pulignani.
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