San
Publio es principalmente venerado por los griegos. Era
hijo de un senador de Zeugma, en el Eufrates, que vendió
todos sus bienes y posesiones para re partir el producto
entre los pobres. Primero llevó vida de ermitaño, y más
tarde fue superior de una numerosa comunidad. San Publio
sólo permitía que sus monjes comiesen verduras y pan
grueso y que bebiesen agua. El queso, las uvas, el
vinagre y aun el aceite estaban prohibidos, excepto en
el periodo comprendido de Pascua a Pentecostés. Para
tener siempre presente que debía progresar en el
fervor, San Publio añadía cotidianamente un pequeño
detalle a sus prácticas de penitencia y devoción.
Consciente del inestimable valor del tiempo, el santo
detestaba la ociosidad. Teodoreto nos dice que este
santo abad fundó dos congregaciones, una de griegos y
otra de sirios, y que cada una celebraba los divinos
misterios y cantaba el oficio en su propia lengua. La
muerte de San Publio parece haber acaecido hacia el año
380.
Poco
sabemos sobre San Publio, fuera de lo que nos cuenta
Teodoreto en Philote Ver Acta Sanctorum, 25
de enero; y Delehaye, Srnaxarium Ecclesiae
Constantinopo tanae, pp. 423-424
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