En el
tiempo en que escribía Alban Butler, se conservaba en
la catedral una reliquia que pasaba por ser el cráneo
de San Julián. Dicho santo era muy cele brado en
Inglaterra, ya que su nombre es mencionado en este día
por el calenda rio del Salterio de Eadwine, del Colegio
de la Trinidad de Cambridge (anterior al año 1170), y
todas las diócesis del sur que seguían el uso saro,
celebraban su fiesta. Pero no sabemos prácticamente
nada sobre la vida de San Julián. Las lec ciones del
breviario saro le describen como un noble romano que fue
el primer obispo de Le Mans y el evangelizador de esa
región de Francia. Le atribuyen también
extraordinarios milagros. Lo único que podemos añadir
es que hay prue bas de que en el siglo VII existía una
capilla llamada "basílica Sti Juliani Epis copi",
y que San Julián encabeza los catálogos de los obispos
de Le Mans. Una leyenda posterior, muy extravagante,
afirma que el santo era uno de los setenta y dos discípulos
del Señor y que hay que indentificarle con Simón el
leproso. Proba blemente la introducción del culto de
San Julián en Inglaterra se debe al hecho de que el rey
Enrique II, que había nacido en Le Mans, parece haber
sido bautizado en la iglesia de San Julián de dicha
ciudad y debió conservar cierta devoción personal a su
patrono.
Ver
Duchesne, Fastes Episcopaux, vol. II, pp. 309,
323, 331; Acta Sanctorum, 27 de enero;
Arnold-Foster, Studies in Church Dedications, vol.
I, pp. 435-436; especialmente A. Lédru, Les premiers
temps de l'Eglise du Mans (1913).
|