En Cartagena de Indias hay un
cerro en forma de popa de galera, y en aquella cima se venera la imagen de la
Santísima Virgen de la Candelaria.
Los marinos le tuvieron siempre mucha devoción, ya que el cerro
les servía de guía fácil para arribar a puerto. En las crónicas se lee que
muchos de ellos cantaban la salve en honor de la Virgen de la Popa, cuando
divisaban la cumbre.
Allí mismo se construyó un convento de agustinos, quienes
difundieron esta devoción y honraron especialmente la imagen de María. Ya en
1606, se decidió la construcción del monasterio.
Uno de los favores más conocidos fue el de la salvación de los
galeones que mandaba don Martín Carlos de Manco. La tempestad era tan furiosa,
que no podían entrar en el puerto. Muchos devotos de la ciudad fueron a
implorar a la Virgen de la Popa la salvación de los navegantes. Y ella se
compadeció y pudieron llegar a salvo.
El Pirata Guillermo Dampier también da fe de la devoción que
existía entre aquellas gentes a la imagen de María: "Cualquier desgracia
que ocurre a los corsarios es atribuída a la intervención de la imagen y los
españoles cuentan que ella estaba ausente de su santuario, la noche en que el
buque pirata "Oxfórd" voló, en la isla de Vaca, cerca de la Española
y que después de su proeza, regresó la Virgen a su ermita, con los vestidos húmedos".
Vargas U. Hist. del culto
de María en Iberoam. p. 376; W. Dampier, New Voyage Round the
World, Londres 1699. J. Celestina Mutis, Diaria.
SANTUARIO
DE LA POPA DE LA GALERA
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