MAHAYANA SUTRA
Novena lección.
"¿Qué es el Logro? Confirmación de la autenticidad del Logro"



La obtención de la perfecta alma del buda – el Logro del Mahayana-yoga

La ecuanimidad que se obtiene con ayuda del Jnana-yoga La ecuanimidad se obtiene en el proceso que uno avanza del Logro a la perfección en el Jnana-yoga. La ecuanimidad es la base del yoga siguiente, el Mahayana-yoga. Creo que hay que explicar cómo nace la Ecuanimidad. Veamos un ejemplo sencillo: el apego de los padres a los hijos.
Supongamos que un padre ama a su hijo de todo corazón y es cariñoso con él. El padre es cariñoso con él precisamente porque es su hijo. En esa situación, le traen sin cuidado otros niños. Pueden llorar o lesionarse, no les prestará ninguna atención. Es un ejemplo típico de amor egoísta o amor privado de Ecuanimidad.
Ahora supongamos que este niño no es el hijo suyo, aunque el “padre” no lo sospeche. Digamos que es el hijo del amante de su mujer, al que el padre odia más que a nadie.
De tal manera resulta que él rodea de amor paterno al hijo del hombre odiado.
He oído hablar mucho de casos como éste. Un ginecólogo me dijo que hay muchos niños cuya clase de sangre no corresponde a la de sus padres.
Volvamos al tema principal. El amor del “padre” hacia el niño, que él toma por su hijo, no es verdadero. Porque la Verdad es algo que no cambia bajo ninguna circunstancia. Pero en el caso dado el padre puede tomar odio al niño si se entera de que no es su hijo.
Pero, ¿ocurrirán algunos cambios en el niño? ¿O no cambiará nada? En este caso los sentimientos del “padre” hacia el hijo cambiarán sólo porque cambiaron las circunstancias.
En el Jnana-yoga el hombre comprende que todas nuestras acciones están condicionadas, y se hace capaz de eliminar el karma que nos obliga actuar de un modo o de otro dependiendo de las condiciones. Cuando elimine la dependencia de las condiciones, él podrá ver a la gente con ecuanimidad. Así se logra la Ecuanimidad perfecta.

La obtención de la perfecta alma del buda – el Logro del Mahayana-yoga

Como he dicho anteriormente, en la etapa siguiente el hombre pasa al Mahayana-yoga basado en la Ecuanimidad.
Dicho yoga lleva a los siguientes cambios en el hombre. Él se hace capaz de sentir en sí la repercusión del trabajo de la conciencia de otras personas. Si el interlocutor tiene deseo sexual, el practicante también siente tal deseo. Si interlocutor está triste, él también siente tristeza. Si interlocutor siente alegría, él también siente alegría. Si interlocutor siente dolor o sufrimiento, el practicante también los siente.
El hombre que alcanzó tal estado está muy próximo al logro del Mahayana-yoga. He dicho “próximo” porque algunos pierden esa posibilidad de lograr el Mahayana-yoga cayendo bajo la influencia de otras personas. Por ejemplo, el hombre sólo percibe el deseo sexual de otra persona, pero lo toma erróneamente por el suyo propio y se pone a satisfacerlo en realidad. O, tomando erróneamente los sufrimientos de otra persona por los suyos propios, sigue sufriendo incluso después de que el interlocutor se haya ido.
Pero no sucederá nada de eso si el hombre realiza aquí el Logro. O sea, si puede comprender: “Estos no son mis propios sufrimientos” o “Esta no es mi tristeza”, aunque perciba los estados de los otros como suyos propios.
Siguiendo dedicándose a esa práctica, él al fin y al cabo podrá comprender lo siguiente: “Incluso los sufrimientos que no tienen ninguna relación con el interlocutor y surgen en mí mismo, incluso esos sufrimientos no son míos”. Acerca de este proceso ya les había contado en la quinta lección.
La perfección en el Mahayana-yoga se logra cuando el hombre, tratando con muchas personas y teniendo una actitud bondadosa hacia ellos, toma conciencia de que los sufrimientos en esta vida no son sus propios sufrimientos. Esta es la perfección en el Mahayana-yoga que equivale a la obtención de la perfecta alma de buda.


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