En una situación exactamente igual.

Una de mis amigas del Dharma era muy iracunda. Recién convertida en monja, boicoteó las conferencias que dictaban los Shi (los que han alcanzado el Kundalini-yoga) diciendo: "No quiero escucharlos".
Continuando la vida monástica avanzó en la práctica y, como resultado de un tremendo esfuerzo, alcanzó el Kundalini-yoga. Después de llegar a ser la Que Ha Logrado, cierta vez estaba contando su experiencia de práctica intensa a los creyentes en una de las filiales. De pronto una creyente se levantó y se dirigió a la puerta. Estaba afligida por alguna razón y abandonó la filial diciendo: "No quiero escuchar una conferencia como ésta". Yo misma estaba presente en esa filial en ese momento sin poder encontrar nada que pudiera herir los sentimientos de esa creyente. De pronto recordé lo que mi amiga había hecho antes de convertirse en la Que Ha Logrado. "Ha vuelto su karma de haber ausentado en las conferencias", pensé. La doctrina dice que el karma vuelve con más rapidez si usted alcanza la Iluminación. Ese acontecimiento que, pienso, no fue casual me convenció de que el karma existía en realidad.
Más tarde hablé con una persona que conocía a aquella creyente que había abandonado la conferencia de mi amiga. Resulta que tenía el mismo carácter que mi amiga antes de que alcanzara el Kundalini-yoga.

Sukka-Shi, la Que Ha Alcanzado la Luz.

La causa de que yo siempre me diera cabezadas.

Cuando yo era un laico practicante en Aum, inmediatamente después de mi primera experiencia de Dardri-siddhi , en un seminario de media noche comencé a darme cabezadas todo el tiempo. Cuando estaba sentado junto a la pared, mi cabeza daba contra ésta. Cuando me mantenía apartado de la pared, perdía el conocimiento, dando con la nuca contra el suelo.
Es que practiqué el kendo durante diez años. Mi técnica predilecta era la que se conoce con el nombre de men y que consiste en asestar golpes directos con la espada en la cabeza. Comprendí que me volvía el karma.

Vajra-Vallia-Shi, el Que Nada Corriente Arriba.