Svami Akandananda.
A ese santo lo llaman "El que alcanzó en Mérito". Él es aprendiz de Vivekananda, quien a su vez era aprendiz del famoso santo, del “rey del Samadhi”, Ramakrishna Paramahansa.
He aquí las palabras del Guru acerca de su encuentro con él: "Lo que me asombro mucho, era lo que yo pude entrar a un estado mas profundo de meditación después del encuentro con Svami Akandananda. Es increíble poseer tanta fuerza de trasladar conciencias de los demás a otra completamente dimensión. Así que decidí encontrarme con él nuevamente. Él me invito a un cuarto. Mientras yo rezaba a él, deseando recibir energía, en mi cuerpo astral ocurrieron los siguientes cambios: él empiezo a ampliarse y se ampliaba más y más, llegando a su limite se contraía. Ese proceso se repitió tres veces.
Después de eso mi conciencia llego a otras dimensiones.
El encuentro de esos dos santos tuvo lugar un poco antes de que el Reverendo Maestro alcance la estadía definitiva de la práctica. Akandananda hizo el siguiente comentario: "Usted, tiene una misión especial. Su práctica espiritual va a llegar a la perfección durante dos años y pronto escuchara una voz que lo va a guiar. Esa misión especial es llevar a otra gente al máximo grado de su espiritualidad. La Liberación Absoluta es un estado cuando desaparece la distinción de la gente en categorías y se obtiene un amor igual hacia todos."
Cuando Guru con sus compañeros ya se iba, Svami Akandananda dijo lo siguiente: "Ustedes son personas muy afortunados, porque pueden ver una doctrina justa."
Su Santidad Dalai-lama.
El primer encuentro de ellos fue muy insólito. En febrero del año 1987 el Guru viajo a Dharmasala y tuvo una admirable posibilidad encontrarse con Dalai-lama. Cuando el Guru llego allá, Dalai-lama estaba en Budagae, donde Buda Sakiamuni alcanzó la Iluminación. Así que, sin la bendición de los dioses estas dos grandes almas no tuvieran posibilidad del encuentro.
Maestro en Dharmasala encontró a dos monjes, que practicaban meditación en las montañas, y los pidió que le enseñaran técnicas de la práctica espiritual. Pero ellos fueron tan asombrados de la altura del nivel espiritual del Maestro, que dijeron: "Disculpe, nosotros no podemos darle una iniciación. Usted tiene que encontrarse con Su Santidad Dalai-lama. Es una persona admirable, él le va a dar una iniciación directamente."
Recibiendo la recomendación de estos dos monjes eminentes el Maestro pudo encontrarse con Dalai-lama sin algunos acuerdos previos. En los planes de Dalai-lama fue insertado el encuentro con Maestro enseguida después del regreso. Karma-Gelik (jefe del ministerio de cultura) fue muy asombrado y cada vez decía: "Es un caso totalmente especial. Usted es muy afortunado."
He aquí el cuento del Maestro mismo acerca del encuentro con Dalai-lama.
"Fui invitado a casa de Dalai-lama y tuve la posibilidad de meditar en el cuarto de meditación personal de él. Él me mostró la colección de las estatuillas, después me llevo al cuarto de meditación. "Yo voy a sentarme en mi lugar habitual y, Usted, siéntese aquí. Yo le voy a dar la imagen del Buda." No sabia que hacer, pero me senté en padmasana (pose del loto) y me concentré en Dalai-lama. Dos o tres minutos él respiraba profundamente y de repente todas las manifestaciones de la vida desaparecieron, posiblemente la respiración también se detuvo. Después en mi Ajna-chakra apareció la imagen de la cara dorada del Buda. Entendí que quería decirme Dalai-lama y proseguí la meditación. Eso quería decir que Dalai-lama desea que en mi mundo astral viviera el Buda y mi subconciencia se uniera con él. Después del regreso a casa yo comprendí las tres dimensiones. Mi conciencia se acercaba más y más al budismo de Mahayana. Es un método cuando uno quiere no sólo alcanzar su propia Liberación, sino que los demás también alcancen ese estado. Pero vamos a dejar esto y pasemos a lo que paso después de la meditación. Él con una voz alta empiezó hablar conmigo en tibetano. Después tomó una estatuilla y dijo: "Este es el Buda y se lo regalo".
Esa estatuilla tenía la cara dorada - la misma cara que vi en la meditación. El me abrazó cuatro veces y dijo: "Voy a bendecir y defenderlo siempre".
Yogeshvarananda.
Un Gran yoguí del siglo XX, autor del libro "La ciencia del alma". Es un libro donde esta descrito el proceso de la práctica de un hombre común hasta el momento del alcance de la Liberación Definitiva. Al Maestro le sirvió de mucha ayuda. A ese libro Maestro recurrió porque Yogeshvarananda lo visitó durante una meditación. Maestro comprendió que este gran santo se fue de la vida y que tiene que leer su libro. Gracias a dicho libro Maestro pudo deshacer una pared determinada en el camino de su práctica.
Después de eso el Maestro estaba realizando un viaje por la India. Y una vez hallo un edificio que emitía unas vibraciones fuertes. Él sintió que allá estaba Yogeshvarananda. Cuando el Maestro entró allá, entonces entendió que era túmulo de Yogeshvarananda, difunto en septiembre del mismo año. Así como ya era la noche el Maestro decidió abandonar ese lugar y volver después de tres días.
Después de tres días, cuando volvió, de nuevo sintió una fuerte energía. Y aunque el gran santo estaba en el túmulo, igual emitía fuerte energía. "Entré al edificio y empecé a recitar un mantra sagrado. Las lágrimas aparecieron en los ojos. Yo quería encontrarlo cuando aún estaba vivo, quería que me guiara. Y cuando ya no pude seguir recitando el mantra, en mi visión apareció Yogeshvarananda. Y dijo: "Tu alcance de la Liberación Definitiva esta al caer. La energía de todo universo esta de tu lado. Así que voy a guiar a tí". Durante cierto tiempo pude hablar con este santo. A veces él sonreía. La gente alrededor de mí pudiera pensar que yo me comportaba raramente. Los discípulos de Yogeshvarananda solamente podían escuchar mi conversación con él en el templo. Después de la conversación con él, un hombre se acerco a mí y dijo: "Conozco al Guru muy bien, pero nunca lo vi tan encantado como ahora. No puedo entender, por qué él se puso tan encantado..."
Así el Reverendo Maestro pudo recibir la doctrina y la guía de Yogeshvarananda.
Svami Chitananda y Svami Krishnananda.
Los otros dos famosos practicantes espirituales son dirigentes del templo Chitananda en la India. Cuando el Maestro dijo que él también era devoto al Altísimo Dios Shiva, Svami Chitananda le enseñó el mantra del elogio de Shiva y un modo especial del uso del rosario del mantra. Y Svami Krishnananda le enseñó un modo particular de la recitación del mantra Om. Los dos loaron el alto nivel del Reverendo Maestro, aunque en aquel tiempo él todavía no había alcanzado la Liberación Definitiva. También le enseñaron técnicas especiales, que sirvieron de mucha ayuda al Maestro y a sus discípulos en su práctica espiritual.
Svami Daianandadji.
Es un famoso maestro de Djniana-yoga. Ustedes pueden entender que es muy famoso, tanto en Europa como en América, por el hecho de que la mitad de sus discípulos en su templo son extranjeros. Él también opina que el Maestro es un gran yogui. Una vez entre ellos tuvo lugar la siguiente conversación.
Svami Daianandadji: Vamos a imaginar a un actor que interpreta papeles en un teatro, pero en casa él verdaderamente es el padre y marido...
Reverendo Maestro enseguida dio tal respuesta: No es correcto. Yo creo que incluso en casa él solamente interpreta los papeles del padre y marido. Y cuando desaparezcan todas las limitaciones, aparecerá el Verdadero Yo.
Svami Daianandadji fue muy sorprendido al escuchar eso, porque iba a enseñar el lado incorrecto del fenómeno y después volver al lado correcto, lo que hizo inmediatamente el Reverendo Maestro. Por lo que el Maestro pudo de inmediato sacar la conclusión de la idea de Svami Daianandadji, el último lo apreció como a un gran yogui.
Pailot BabaÉl es un famoso practicante espiritual que pudo demostrar el samadhi subterráneo. Cuando se encontraron la primera vez Pailot Baba dijo: "Usted es él, quien puede salvar el mundo. Si usted va a meditar seis horas cada día, entonces alcanzará la Liberación Definitiva dentro de treinta días. Su vida tenía que terminar en el periodo de 36 años a 40. Pero mediante la práctica de yoga su tal destino desapareció. Usted podrá a su libre albedrío abandonar su cuerpo cuando tenga de 60 a 80 años. Pero ahora usted no puede morir, incluso si va a querer. Porque lo necesita la naturaleza". |
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Es él, sobre quien hablaba Deguchi. A la página principal |