OTRA REUNIÓN
ECUMÉNICA EN ASÍS
Ante la nueva reunión ecuménica convocada para
el 24 de enero en Asís, conviene recordar lo publicado en Courrier
de Rome, nº 88 de enero de 1988 EL ESCÁNDALO DE ASÍS RENOVADO Un año después, el escándalo de Asís se renueva. Pero más grave aún debido al lugar escogido: ROMA, el corazón del mundo católico, la sede del Vicario de Cristo, la ciudad consagrada por la sangre de los Apóstoles Pedro y Pablo y la de miles de mártires que, sacrificando su vida antes que sacrificar a los ídolos, han acelerado el triunfo de la única Religión divinamente revelada. Y hoy, a causa de los miembros indignos de esta gloriosa Iglesia romana, la idolatría y la infidelidad vuelven a la Ciudad Santa. Un año después se renueva en Roma la negación pública de Nuestro Señor Jesucristo; el desconocimiento oficial de la misión universal de salvación de la Iglesia, el escándalo infligido a los católicos, la traición a los infieles, el engaño a todos.
Con motivo del encuentro de Asís habíamos recordado los principios teológicos que condenan este “encuentro de oración” con los infieles. El encuentro de oración de Roma es, nuevamente, la negación práctica de estos principios. De ahí que es un deber que incumbe a quien quiera permanecer católico el decir “no” a esta iniciativa, a sus promotores y a los que la sostienen, sin importar su dignidad jerárquica. “Ministros” de Cristo y miembros de la Jerarquía están al servicio de la Iglesia, y no a la inversa; por lo que ningún fiel podrá ser justificado de haberse alejado de la enseñanza de Cristo por obediencia a uno de sus “ministros”.
El Exultet masónico “La sabiduría masónica ha establecido que nadie puede ser iniciado si no cree en el G.A.D.U. (Gran Arquitecto del universo), pero que nadie puede ser excluido de nuestra Familia a causa del Dios en el que cree ni a causa de la manera en que Lo honra. Nuestro interconfesionalismo nos valió la excomunión recibida en 1738 por parte de Clemente XI. Pero la Iglesia estaba seguramente en el error si es cierto que el 27 de octubre de 1986 el actual Pontífice ha reunido en Asís a hombres de todas las confesiones religiosas para rezar juntos por la paz ¿Y qué buscaban nuestros Hermanos cuando se reunían en los templos sino el amor entre los hombres, la tolerancia, la solidaridad, la defensa de la dignidad de la persona humana, considerándose iguales por encima de los credos políticos, los credos religiosos y los colores de la piel?”. He aquí el Exultet masónico por Asís que nos es dado leer en el “Discurso final pronunciado por el Gran Maestre Armando Corona en la Gran Logia del Equinoccio de Primavera”, publicado por el Hiram, órgano del Gran Oriente de Italia, en abril de 1987. La Masonería señala tres cosas:
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