Veinticinco exponentes de las principales denominaciones y escuelas
Las delegaciones que por diversos motivos encabezan las diversas denominaciones
del budismo serán numerosas y contarán al menos con 25 representantes mañana
en la Jornada de Oración por la Paz en el mundo en Asís.
«De la lectura del elenco de participantes me parece deducir que están
representadas las principales denominaciones y escuela budistas», afirma el
padre Massimiliano Mizzi, responsable y fundador del Centro Franciscano
Internacional para el Diálogo, en declaraciones a a la agencia católica
italiana SIR.
«Está además -añade el fraile, desde hace más de cuarenta años empeñado
en el diálogo interreligioso-- la federación budista japonesa y la Rissho
Kosei-kai que es una sociación de laicos. Hay luego exponentes de las escuelas
zen. Hay budistas que vienen de Tailandia, de Japón, de Europa».
«En general --añade--, el criterio al que se recurre en estas ocasiones, además
de la representatividad, es la cualificación de los diversos exponentes, y
también el de elegir personalidades y comunidades con las que ya se ha tejido
una historia de relaciones y de diálogo».
«Por este motivo, hay una representación más bien amplia del budismo japonés
--revela--: en aquél país la Conferencia Episcopal tiene relaciones constantes
con las comunidades budistas. Participa, además, una significativa representación
del Tendai, que ha sido la cuna del budismo en Japón, en torno al gran
monasterio del monte Hiei».
«Hay que tener presente también que los budistas son muy libres y no se
reconocen fácilmente en denominaciones y clasificaciones rígidas», añade.
Para el budismo, explica el padre Mizzi, «la paz es sobre todo una virtud
humana que nace de la armonía en el proprio corazón. En el budismo se insiste
mucho en este aspecto: la paz con los demás nace en el corazón de cada uno. Y
la paz interior se alcanza también a través de la práctica de la oración».
En la Jornada de Oración en Asís, añade el fraile franciscano, «los budistas
se encontrarán todos juntos y uno de ellos empezará a entonar el "dharma",
es decir algunas letanías que serán repetidas por todos muchas veces. Este es
esencialmente el modo de rezar típico del budismo. Es una oración que ayuda a
reencontrar la armonía interior y la armonía con la creación».
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