Tomad la armadura de Dios para
que podáis resistir en el día malo y, habiendo cumplido todo, estar en
pie. Teneos, pues, firmes, ceñidos los lomos con la verdad y vestidos
con la coraza de la justicia.
(Efesios, 6, 13-14)
Nació en 1929 en
Nogoyá, Entre Ríos, Argentina.
Fue ordenado Sacerdote en 1953. Obtuvo el Doctorado
en Filosofía en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma y
a partir del año 1968 pasó a la depender de la Arquidiócesis
de Buenos Aires.
Durante el Concilio Vaticano II defendió las tesis
tradicionales frente al avance modernista. Su defensa se plasmó
no sólo en las letras sino en su indeclinable defensa y
permanencia en la Misa Tridentina.
Activo en la docencia y en la vida pública
nacional, ocupó el cargo de decano de la facultad de Filosofía
y Letras de la Universidad Nacional de Buenos Aires.
A partir de 1976 apoyó la obra de Monseñor
Lefebvre en argentina, lo que le valió sanciones canónicas del
Arzobispado de Buenos Aires.
Sus encendidos sermones de los domingos, en los que
convivian la fina erudicción con la humilde docencia fueron
valuarte en defensa de la Iglesia.
Apasionado defensor de la Fe de Siempre, falleció
en 1996. Sus restos desansan en el Seminario Nuestra Señora
Corredentora de La Reja.
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