Canon 1258 del Código de Derecho Canónico (1917: “Está prohibido participar activamente en el culto de no-católicos.” (comunicatio in sacris)

   Y en al Canon 2316: “El que coopera en comunicatio en sacris en contra de la provisión del Canon 1258 es sospechoso de herejía.”

   En su conclusión sobre el falso ecumenismo, el Papa Pío XI dijo: “Venerables Hermanos, claro está por qué la Sede Apostólica nunca ha permitido a sus feligreses tomar parte en las asambleas de los no católicos”.


LA NACIÓN, Buenos Aires,
12-06-2000

Tiempo de orar y buscar la unidad
Por José Ignacio López

   "La puerta del ecumenismo no se puede cruzar sino de rodillas. "La célebre expresión acuñada por el cardenal Yves Congar cobró realidad a principios de este año cuando el Papa Juan Pablo II, George Carey, arzobispo de Canterbury, y el metropolita Athanasios, representante del patriarcado de Constantinopla, abrieron la Puerta Santa de la basílica de San Pablo Extramuros.

   Comenzó así la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, que aquí empezó a celebrarse ayer y que adquiere este año una significación particular. Ya desde la convocatoria, Juan Pablo II expresó la esperanza de que los cristianos pudieran llegar al Gran Jubileo "si no del todo unidos, al menos mucho más próximos a superar las divisiones del segundo milenio". Y su anhelo quedó expresado en gestos como el recién recordado o como el de la emotiva y también ecuménica conmemoración de los testigos de la fe, celebrada junto al Coliseo, cuando en la lista de mártires del siglo XX se incluyó a católicos, luteranos, bautistas, ortodoxos y a otros cristianos.

   La Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos congregará en todo el país a fieles de las distintas iglesias que compartirán celebraciones, estimuladas esta vez por el sugerente himno escrito por San Pablo en su Carta a los Efesios: "Bendito sea Dios... que nos ha bendecido en Cristo". Es ese himno el que invita a reflexionar sobre un punto central de la fe cristiana, es decir, todo lo que los creyentes comparten a pesar de su escandalosa división.

   No por casualidad, los textos de la oración común fueron preparados esta vez por un grupo internacional de Medio Oriente, o sea, procedente de la tierra que pisó Jesús. Nombrado por la Comisión Fe y Constitución del Consejo Mundial de Iglesias y por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, el grupo se conformó con representantes ortodoxos, ortodoxos orientales, católicos y protestantes.

   En Buenos Aires, la celebración central organizada por la Comisión Episcopal de Ecumenismo, que preside el obispo de San Rafael, monseñor Guillermo Garlatti, y por la Comisión Ecuménica de Iglesias Cristianas en la Argentina (Ceica), después de varios años volverá a celebrarse en la Catedral. Será presidida por el arzobispo porteño Jorge Bergoglio, el jueves próximo, a las 19.30.

   En el año jubilar no serán las celebraciones de esta semana las máximas manifestaciones de ecumenismo. Promovido por la arquidiócesis y las diócesis católicas de la región metropolitana, las iglesias cristianas están preparando activamente un encuentro sin precedente: será el 28 de octubre próximo en el Obelisco. Allí, en el mismo lugar donde en vísperas de Navidad se celebró una multitudinaria misa para iniciar el Jubileo, se congregarán para orar en común cristianos de todas las confesiones.

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