Fecha de publicación 03.07.2000

Sendero que se ahondó junto al Muro
Por José Ignacio López

   Para quienes, judíos o cristianos, participan con igual empeño en dejar atrás siglos de una historia atormentada cargada por la hostilidad y la desconfianza hacia los hebreos de tantos seguidores de Jesús, no podían sino constituir un mayúsculo estímulo los pronunciamientos y, especialmente, los gestos acumulados en los últimos tiempos por el Papa Juan Pablo II.

   El pedido de perdón de la Iglesia por las culpas del pasado y del presente solemnemente pronunciado por el Pontífice el primer domingo de la última Cuaresma -que incluyó, claro, al pueblo de la Alianza- fue coronado de inmediato por la histórica visita a Israel. Y así, la escena que allí protagonizó Juan Pablo II orando junto al Muro de los Lamentos y dejando entre las piedras el texto escrito con la oración elevada en Roma para pedir perdón por "los pecados cometidos por muchos cristianos contra el pueblo de la Alianza y de las bendiciones" se vino a constituir para muchos en un punto culminante. Una suerte de eslabón decisivo en esa necesaria cadena de conversión que la Iglesia Católica inició allá por 1965, con la declaración del Concilio Vaticano II, que rechazó definitivamente interpretaciones erróneas e injustas del Nuevo Testamento que por siglos agraviaron al pueblo hebreo.

* * *

   Movidos por esos magnos estímulos, activos protagonistas del diálogo judeo-cristiano, los responsables del Seminario Rabínico Latinoamericano Marshall T. Meyer no demoraron en exhibir su sensibilidad religiosa y organizaron dos jornadas de estudio y reflexión destinadas, precisamente, a examinar el trayecto recorrido desde Nostra Aetate hasta esa visita incluyendo, claro, el texto relativo a la Shoah.

   Contaron esta vez con el auspicio de la Federación de Comunidades Conservadoras y con la activa participación de un nutrido auditorio de judíos y cristianos. Entre otros, disertaron los sacerdotes Ignacio Pérez del Viso y Rafael Braun, el pastor metodista Pablo Andinach, el doctor Roberto Bosca, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Austral; los rabinos Daniel Goldman, de la comunidad Bet El, y Felipe Yafé, decano del Seminario, y los profesores Abraham Zylberman, Iehuda Krell, Daniel Colodenco y Luis Kancyper.

   "En un mundo globalizado por lo mediático, donde la dimensión de lo trascendente parece achicarse, el diálogo entre aquellos que sinceramente buscan al Dios metafísico, sempiterno, resulta imprescindible", explicó el rector del seminario, rabino Abraham Skorka.

* * *

   Al cabo de un cauce como el abierto en las últimas décadas, profundizado durante el pontificado actual, el desafío que se plantea es, precisamente, el de crear ámbitos de encuentro y reflexión y de parte de los católicos desplegar toda la riqueza de esos gestos y pronunciamientos recientes para que puedan expresarse cotidianamente en cada comunidad, en la enseñanza, en la predicación, en la catequesis y en las actitudes.

   Empeñada en ese objetivo está la Comisión Episcopal de Ecumenismo y Relaciones Religiosas con el Judaísmo que el mes próximo reunirá en Cosquín (Córdoba, Argentina) a los delegados diocesanos.

   Y en la convicción de que uno de los ámbitos más fértiles para el diálogo interreligioso es el de la espiritualidad, está preparando otro encuentro para que judíos, cristianos y musulmanes puedan dar testimonio de experiencias místicas en sus respectivas confesiones.

ÍNDICE DEL SITIO

INICIO: