La Santa Sede agradece al primado
anglicano su servicio al ecumenismo

   George Carey anunció este martes sus dimisiones

   CIUDAD DEL VATICANO, 8 enero 2002 - La Santa Sede expresó su gratitud al arzobispo de Canterbury, George Carey, primado de la Iglesia de Inglaterra, y presidente de la Comunión Anglicana, quien anunció este martes su retiro en el próximo mes de octubre.

   En un comunicado difundido esta mañana en el Vaticano, el Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, presidido por el cardenal alemán Walter Kasper, recuerda su compromiso para promover y profundizar las relaciones entre anglicanos y católicos.

   «El arzobispo Carey visitó al Santo Padre en varias ocasiones durante sus años de arzobispo de Canterbury, de hecho, más que ninguno de sus predecesores», constata el comunicado.

   Y añade: «Su imagen, arrodillándose junto a un líder ortodoxo junto al Santo Padre al abrir juntos la Puerta Santa de San Pablo Extramuros para comenzar el año del Jubileo está profundamente grabada en nuestra memoria».

   Por eso, el documento concluye expresando «nuestra profunda gratitud por las numerosas bendiciones de sus años de guía como arzobispo de Canterbury», concluye el documento.

   Por otra parte, un comunicado emitido desde el Lambeth Palace, precisaba que el arzobispo de Caterbury número 103 continuará afrontando hasta el 31 de octubre todos sus deberes y responsabilidades, ya sea en relación con la Iglesia de Inglaterra, ya sea con la Comunión Anglicana, que cuenta con unos 70 millones de fieles.

   El doctor Carey, de 66 años de edad, fue nombrado obispo de Canterbury en 1991 por Margaret Thatcher y en teoría podía permanecer en el cargo hasta el año 2005.

   Los esfuerzos del líder anglicano por acercarse a Roma sufrieron un serio revés cuando a inicios de los años noventa su confesión religiosa aprobó la ordenación sacerdotal de las mujeres.

   En la carta apostólica «Ordinatio Sacerdotalis» (22 de mayo de 1994), Juan Pablo II declaraba que «la Iglesia no tiene en modo alguno la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, y que este dictamen debe ser considerado como definitivo por todos los fieles de la Iglesia».

   El reverendo Carey abandonará su cargo después de las celebraciones de los cincuenta años de reinado de Isabel II, jefe suprema de la Iglesia, en junio próximo.

   El procedimiento para la sucesión al puesto del Primado de la Iglesia de Inglaterra prevé que la Comisión de Nombramientos la Corona británica y el primer ministro, en este caso Tony Blair, abran una serie de consultas sobre los candidatos.

   Blair debería decidir entre los dos nombres indicados por la misma Comisión. Después, el primer ministro, por encargo de la Reina, procederá al nombramiento.

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