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LA VOZ DEL INTERIOR, 26/7/1999 En una ceremonia sin precedentes, el Papa abrirá el próximo martes 18 la Puerta Santa de la basílica de San Pablo Extramuros y la atravesará junto a un ortodoxo y un protestante, miembros de las 22 iglesias cristianas que participarán en la semana de rezos para la unidad de los cristianos. Este encuentro se configura como el momento ecuménico más importante de este año jubilar y adquiere un gran significado debido a que es la primera vez que se reúnen tantas iglesias cristianas para rezar por la unidad. Ni siquiera durante el Concilio Vaticano II, según precisó en el Vaticano el cardenal Roger Etchegaray, presidente del Comité del Gran Jubileo del Año 2000, se reunieron tantos representantes de confesiones cristianas, ya que en aquella ocasión no acudieron, entre otras, las importantes iglesias ortodoxa de Rumania y Grecia, que ahora sí estarán. Ahora sólo faltarán la Alianza Reformada Mundial, debido a la controversia que mantiene con la Iglesia Católica por el caso de las indulgencias, uno de los tres puntos fundamentales del Año Jubilar (los otros son el peregrinaje y la puerta santa), y la iglesia Valdese italiana. La ceremonia de la apertura de la Puerta Santa de la basílica romana dedicada al Apóstol de los Gentiles se articulará en torno a lecturas bíblicas y de textos de dos eminentes representantes del mundo ortodoxo y protestante ya fallecidos: el sacerdote ruso ortodoxo Georgij Florovskj y el pastor y teólogo luterano Dietrich Bonhoeffer, que fue ajusticiado por los nazis en abril de 1945. Al igual que hizo en San Pedro del Vaticano, San Juan de Letrán y Santa María La Mayor, Juan Pablo II abrirá la Puerta Santa de San Pablo Extramuros empujándola, tras pronunciar la tradicional frase "Haec porta Domini" (Esta es la puerta del Señor). Después se arrodillará y rezará. Hecho histórico Si ya es una novedad que por primera vez en la
historia un Papa abra las puertas de las cuatro grandes basílicas romanas, el
hecho de que en esta ocasión esté acompañado de un ortodoxo y un protestante,
que quien le presente en el umbral de la Puerta Santa el Evangelio sea un diácono
ortodoxo, que después la atraviesen otros tres representantes de otras tantas
confesiones y que éstos muestren asimismo el Evangelio adquiere un gran
significado ecuménico. El cardenal Etchegaray recordó ayer lo "obstinado, realista y decidido" que es el Papa en su lucha en favor de la unidad de los cristianos y recordó la frase del Pontífice de que si los cristianos no pueden unirse todavía definitivamente, hay que hacer lo posible para que "al menos estén más cercanos para superar las divisiones del segundo milenio". La ceremonia En la ceremonia del próximo martes, que forma parte de la ya tradicional Semana de Plegarias por la Unidad de los cristianos, que se celebra coincidiendo con la festividad de la Conversión de San Pablo, participarán activamente los representantes de las otras iglesias cristianas. Intervendrán un ortodoxo, un precalcedonio y uno
de la reforma protestante, con lo que se constatará las grandes divisiones de
los cristianos sucedidas a lo largo de la historia, según puntualizó hoy el
maestro de ceremonias, el prelado Piero Marini. La unidad de los cristianos se rompió por vez primera tras el concilio de Efeso, en el año 431, cuando se separó la iglesia asiria o persia. Tras el concilio de Calcedonia, en el 451, se separaron las iglesias coptas, siria, etíope y armenia. En el siglo XI se separó el Oriente cristiano y en el siglo XVI se produjo la reforma protestante, que afectó, sobre todo, a la zona alemana y anglosajona. Durante la semana de plegarias se rezará en numerosas iglesias católicas de Roma y en las protestantes y ortodoxas existentes en la Ciudad Eterna y en ellas mismas participarán destacados obispos de las diferentes confesiones. |
