"VUESTRO SANTO CORÁN"

   Todos estos seis fervorosos varones, oyendo que acababan de ser mar tirizados los santos Isaac y Sancho, se presentaron delante del rey moro y le dijeron: Nosotros también, oh juez, so mos cristianos como nuestros hermanos Isaac y Sancho, y tenemos la misma fe, por la cual has mandado darles la muer te: confesamos como ellos a Jesucristo por verdadero Dios, y afirmamos que vuestro profeta Mahoma es precursor del Anticristo: y decimos que los que profe san la fe de Jesucristo gozarán de la fe licidad del cielo, y que los que siguen la falsa doctrina de Mahoma padecerán los eternos tormentos del infierno. (San Pedro y Cinco Compañeros, Mártires en Córdoba, bajo Abderramán III)

Juan Pablo II a los musulmanes (9-5-85)

   Once personalidades musulmanas, sobre todo asiáticas, han participado de un coloquio islamo-cristiano organizado por el Secretariado para religiones no cristianas, efectuado en Roma entre el 6 y 7 de mayo, sobre el tema: "La santidad en el Islam y en el Cristianismo". Juan Pablo II recibió a los participantes el 9 de mayo y les dirigió el siguiente mensaje (Texto en Inglés en "L'Osservatore Romano", 10-5-85):

   "Queridos amigos:

   "Para mí es una alegría particular poder recibiros a vosotros,  nuestros huéspedes que seguís la fe del Islam, venidos a Roma para el coloquio sobre "la santidad en el cristianismo y en el Islam". [...] Como lo he dicho a menudo en otros encuentros con mahometanos, tenemos un solo y mismo Dios y somos hermanos y hermanas en la fe de Abraham. Así, es natural que tengamos muchos temas que debatir respecto a la verdadera santidad en la obediencia y el culto ofrecido a Dios.

   "Toda verdadera santidad viene de Dios que es llamado "el Santo" en los libros sagrados de judíos, cristianos y musulmanes. Vuestro Santo Corán llama a Dios " Al-Quddus", como en el versículo: "El es Dios y fuera de él no hay otro, el Soberano, el Santo, la (fuente de la) paz" (Corán 59,23). [...].

   "La multitud de gente de bien a través del mundo -cristianos, musulmanes y otros.- que viven sin ruido vidas de obediencia auténtica, de alabanza y de acción de gracias a Dios y de servicio desinteresado de su prójimo, ofrecen a la humanidad una alternativa auténtica, la "vía de Dios", para un mundo, que si no, sería destruído por el egoísmo, el odio y los conflictos. ¡Que el Dios de santidad bendiga vuestros esfuerzos durante estas jornadas!".

JUAN PABLO II

"La Documentation Catholique", nº 1902
del 1º-15 septiembre 1985, pag. 858

Publicado en la revista "ROMA", Nº 94 de junio de 1986

  

ÍNDICE DEL SITIO

INICIO: