PUNTA
INDIO. Mediante el impulso de los sacerdotes de la
Compañía de Jesús y de María y de un
grupo de vecinos de la Costa, la comunidad de Punta Indio contará con una Escuela de Artes y Oficios.
El sábado 10 de mayo, en honor a San José Obrero, el sacerdote Hugo Esquives bendijo las instalaciones de la futura escuela, que funcionará
en un predio ubicado sobre la calle Tobas que la familia Barbosa les prestó a
los religiosos para llevar adelante el proyecto.
Una decena de vecinos que está acompañando a los sacerdotes en
este emprendimiento participó de la ceremonia, que comenzó con el rezo del
Ave María y continuó con un oración de bendición en latín - idioma litúrgico
que utiliza esta Congregación-, la cual fue posteriormente traducida al
castellano. Y como recuerdo de ese día, entregaron estampitas de San José y
medallitas del Ángel de la Guarda a los que participaron de la ceremonia.
"Nuestra idea fue siempre ayudar a la comunidad en algo
relacionado con la educación, y adaptándonos a la situación de la comunidad
y para que la gente pueda aprender algún oficio que le posibilite una salida
laboral en el futuro, pensamos en esta escuela, a la que bautizaremos con el
nombre de Escuela San José", le comentó el padre Esquives a EL
COLONO; quien una vez que se reacondicione el
predio, que cuenta con dos viviendas, estará al frente de un taller de diseño
y moldeo de piezas.
El sacerdote, que es un fino ebanista y se dedica a hacer imágenes
religiosas en madera, enseñará a jóvenes y adultos que quieran aprender
el oficio en forma gratuita. Incluso se contactó con amigos suyos que enseñan
en escuelas de artes y oficios porteñas, quienes podrían venir cada tanto a
dar alguna especie de seminario y a aportar herramientas para el futuro
tallercito.
La intención es utilizar el predio -tiene cuatro hectáreas- para
hacer una huerta que aunque sea sirva para el autoabastecimiento de quienes
trabajen en ella y algún emprendimiento apícola; con la comercialización
de las producciones se podría mantener el taller.
Más adelante, si la gente se engancha con algún otro oficio, los
sacerdotes no tendrían inconvenientes en conseguir algún técnico que venga a
enseñarlo.
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