OTRO ITINERARIO DE JUAN PABLO II
SUVA, 21 (Reuter.) -Juan Pablo II hizo hoy una demostración de respeto por la cultura fijiana precristiana al compartir una bebida que los misioneros católicos en una época consideraron obra diabólica, pero al mismo tiempo formuló un llamado a difundir la religión en el Pacífico.
[ ...] recibió una solemne bienvenida de centenares de guerreros y jefes que llevaban, como único atavío faldas de pasto o de hojas y aceptó una bebida ritual elaborada con la raíz de la planta de la pimienta que le ofreció un guerrero de rostro pintado proveniente de Kava. TESTIMONIO GRÁFICO
Aunque esa bebida estaba preparada en forma más suave que la habitual, con su efecto narcótico normal diluido, es probable que le haya provocado una sensación quemante en la boca. Este líquido fue condenado por los primeros misioneros, que lo consideraron obra del diablo, pero ahora es generalmente aceptado. Durante la ceremonia el pontífice también recibió un diente de ballena pulido, símbolo de elevada estima.
Más tarde, ofició una misa de campaña frente a unas 20.000 personas. Fue escoltado hasta el altar por ocho guerreros armados que usaban faldas, collares de hueso, adornos de hojas y rostro pintado. Los guerreros, que portaban lanzas y pesadas mazas, montaron guardia en torno del altar, erigido sobre las rocas bajo un techo de paja.
Otros tres fijianos, con las tradicionales faldas de hierbas y bandas de género amarillo pendiendo de sus brazos, actuaron como monaguillos durante la misa, sosteniendo los cirios, la campanilla de la comunión y el incensario.
Las concesiones a las culturas precristianas armonizan con las efectuadas por el pontüice en sus dos escalas previas, Bangladesh y Singapur, dos estados en los que los católicos son minoría y en los que exhortó al respeto por las otras religiones y la lealtad a las características nacionales.
Durante la misa, el pontífice efectuó un llamamiento a la unidad de los cristianos y al diálogo con las comunidades hinduista y musulmana de Fiji. También formuló una exhortación al incremento de las vocaciones sacerdotales. [...]
LA NACIÓN, Buenos Aires, 22 de noviembre de 1986.
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AUCKLAND, Nueva Zelandia (AP). - Durante su tributo a las culturas nativas de los mares del sur, el Papa Juan Pablo II rozó su nariz con las de jefes tribales maoríes, tras llegar ayer a Nueva Zelandia, en el quinto día de su gira de dos semanas por países asiáticos y del Pacífico Sur.[ ...] "en vuestro país ya existía una rica cultura antes de la llegada de la Iglesia o de los muchos inmigrantes: la cultura del pueblo maorí".
"Las fuerzas de la cultura maorí son a menudo los mismos valores que la sociedad moderna se halla en peligro de perder", dijo Juan Pablo II, que al respecto aludió entre otros a la lealtad a la familia y el reconocimiento de la dimensión espiritual de la vida. [ ...]
LA NUEVA PROVINCIA, Bahía Blanca, 23 de noviembre de 1986, p. 5
