LA JUDEO-MASONERÍA EN LA DESTRUCCIÓN
DE LA DOS VECES MILENARIA IGLESIA
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   "Los judíos, de los que se trata (en este escrito) son los que el Apocalípsis llama mentirosos, (Apoc. II, 9), y que condena la Biblia cuando dice: "Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de Mí" (Isaías); estas gentes tienen el corazón duro (Deut. IX, 6; San Mat.: XIX, 8); son ávidos de ganancias (Sal.: CXVIII, 36; Miqueas II, 9; Rom.: II, 21-22); pérfidos (Oseas XII, 7); ellos preparan el Anticristo (II Tesal. II, 3)".

   "A esta generación de judíos pertenece Jacob Franc (1719), sucesivamente judío, turco, católico Romano, católico griego, fundador en Polonia de una secta que aún hoy día subsiste. Al término de un largo estudio, el Diccionario Apologético de Alés (Tomo II), dice de este género de judíos que, se encuentran en todas partes donde existe el anticristianismo", y que San Pablo los declara: "enemigos de todos los hombres" (II Tim. I, 15). Desde entonces que no se dice más que: "es el Cristianismo el que hizo nacer el antisemitismo". Nada hay más falso. Horacio, poeta latino que nació 65 años antes de Cristo, dispara en sus versos inmortales, flechas de aceradas contra los judíos. El historiador Tácito (55-113), escribe en sus "Historias": "Todos los malvados que renegaban del culto de su patria, aportaban a los judíos, tributos y ofrendas". Y en otra parte: "Los judíos, entre ellos, son de una lealtad a toda prueba y de una gran caridad; pero contra el resto de los hombres no son más que odio y hostilidad".

   "La Iglesia naciente fue víctima designada por este odio. Un judío militante, Bernard Lazare, se glorificaba en un libro parecido en 1894 y reeditado en 1969 bajo el título: "El Antisemitismo". Este individuo escribe: "(Los judíos), dieron armas a los que combatieron a Jesús; en los asaltos hechos contra la Iglesia ellos estuvieron en primera fila". Cuando el filósofo epicúreo, Celso, en el siglo 2, emprendió la tarea de volver irrisorios los Evangelios, asemejándolos a libros de magia, puso la materia de su lucha en los escritos de los judíos de su tiempo. Por otra parte, es muy fácil probar la aportación judía de la Revolución Francesa, y en el anticatolicismo que la animaba. El hecho de las Hostias apuñaladas, el martirio del niño de 29 meses, San Simón de Trento, llevado a cabo por la Comunidad Judía de Trento, el día de Viernes Santo, en 1475, cuyos componentes bebieron de su sangre, etc., no son más que el exceso de una torpeza que descubre el juego más sutil de intelectuales".

   "Estos son los pensamientos judíos que, comprendiendo que los ataques frontales fortificaban a la Iglesia, en el siglo XIX cambiaron de táctica. Adoptaron la de el "Caballo de Troya". La tesis se resume en esta frase: "Lo que nosotros debemos buscar, pedir y esperar, es un Papa según nuestras necesidades". Nubios, escribió en el 3 de Abril de 1855: "Nosotros debemos llegar a través de pequeños medios bien graduados aunque mal definidos, al Triunfo de la Revolución por un Papa". (Estos textos fueron publicados por orden de S.S. Pío IX en 1858). Desde entonces se infiltraron en la Iglesia. Y así tenemos el caso, (por no remontarnos más dentro de la Historia de la Iglesia), a la sombra del gran Pío XII, y durante su Pontificado, ejerciendo una gran influencia un cardenal llamado Bea, nacido judío, con el nombre de Bear, así como los Mons. Braum, Oesterreicer, ambos judíos convertidos. Su influencia fue grande en el proceso de elección de Juan XXIII, y, durante su "pontificado". Desde que la Tiara cubrió su cabeza, este "Papa" fue instigado por el cardenal Bea, para que recibiera al Presidente del "Movimiento Judío Mundial", Godman. Roncalli, le afirmó su decisión de hacer admitir por el Concilio, un texto absolviendo a los judíos del deicidio del Viernes Santo; pero, que para esto era preciso que se llevase a cabo un llamamiento venido de todos los judíos existentes del mundo. Esto fue hecho, etc. Paulo VI era de ascendencia judía por parte de su abuelo materno, y por parte de su madre. Paulo VI, en ocasiones vestía el EPHOD, Insignia de Sumo Sacerdote; éste lo llevaba encima en el momento que condenaba a Jesús". (Rvdo. Padre Henri Mouraux).

   La Judeo-masonería estableció un plan que de manera cronológica había de suceder Mons. J. Bautista Montini a Pío XII. Pero aquél (Secretario de Estado del Vaticano), tras el asunto Alighiero Tondi fue destituído por el Pontífice, quien lo trasladó a Milán, al que puso un vigilante. Se desprendió de él con el fin de no nombrarle Cardenal y no hacerle papable [es decir, elegible para ser Papa]; además, conocía su ambición por la Tiara. Este hecho hizo fracasar el plan. Es entonces, que Mons. Angelo Roncalli, fue advertido en agosto de 1954 por su conocido consejero francmasón (revista masónica: "Les echos du Surnaturel", Nº de Diciembre-Enero, 1961), que debía prepararse a suceder a Pío XII: (San Pío X tuvo que acabar con cualquier interferencia de poderes extraños en la elección de los Papas. Aquellos, aún no provenían de la Tenebrosa Sinagoga). Asimismo, preparar un Concilio previsto para facilitar a los modernistas a hacerse con el Poder, con arreglo a un proceso minuciosamente descrito por el Rvdo. P. Wiligen, en su libro: "El Rhin se lanza en el Tíber". Leyendo ese libro se llega al conocimiento de los secretos del complot y de la manera cómo Angelo Roncalli y luego Bautista Montini, modificaron varias veces el plan para asegurar el triunfo de la secta Modernista. El modernismo, "compendio de todas las herejías", en palabras de San Pío X, fue condenado por este Santo Pontífice con las palabras más duras con que jamás ha sido anatematizada herejía alguna. Aunque así condenada esta secta, no desapareció, sino que se constituyó en sociedad secreta, y trabajó solapadamente. En ella está incurso Angelo Roncalli, antes de ser creado Cardenal, en enero de 1953. Un grueso legajo, que el interesado hizo naturalmente desaparecer cuando recibió el nombramiento, contenía la prueba de que estaba instalado en la herejía del modernismo desde hacía largo tiempo. Por lo que respecta a la Masonería, en el libro, "Las Profecías de Juan XXIII" escrito por Pier Carpi, se da a entender que Angelo Roncalli, estando en Turquía en el año de 1935, se inició en la secta del ROSA-CRUZ (grado 18 de la Masonería), con el nombre de "Johan". En dicho libro, el autor hace un elogio ditirámbico de Angelo Roncalli, como uno de los más grandes papas por la obra liberal que llevó a cabo.

   Desde el momento de asumir el poder, Juan XXIII, fue llamado por los perspicaces, el "Papa de la Transición", porque era el encargado de nombrar "Cardenal" a Juan Bautista Montini, a fin de que éste pudiera tomar la sucesión. Pero, fue más que un "Papa de Transición" con su declaración de: "La Iglesia ya no condena más", (dio libre curso a todas las herejías contenidas en 19 siglos, en particular las condenadas por S.S. Pío IX en el SYLLABUS, y por San Pío X en su Encíclica "PASCENDI"), y, con la celebración del Concilio, (que invertiría la Constitución divina de la Iglesia de arriba a abajo), comenzó el de demolición del futuro Paulo VI. La Iglesia, como Institución de CRISTO, es indestructible, aún en caso de apostasía total. La Iglesia como Cuerpo Místico de Cristo continúa viviendo bajo la autoridad de su JEFE. Cristo, en núcleos de personas que por todo el mundo se reserva. (Circular: 15 -VIII-79).

J   uan XXIII, arremetió contra el Sacro Colegio de Cardenales cuando aún no llevaba dos meses en el poder, decidido a alterar una prescripción cuatro veces secular: sobrepasar de 70 el número de miembros, cantidad fijada a perpetuidad por S.S. Sixto V en su Bula "Postquam Verus", el 3 de Diciembre de 1586, y que sancionaba el Código de Derecho Canónico" (Cánon 231). Conforme dicha Bula, todos los nombramientos que sobrepasen el número de 70, son nulos, sin validez posible. Hace saber en su Constitución el Papa Sixto V, que: "...Puesto que la imagen de la antigua Sinagoga corresponde a la realidad de la Santa Iglesia Apostólica, quiere seguir el Mandato del Señor a Moisés, a saber: reunir 70 ancianos del pueblo de Israel competentes a fin de llevar con ellos el peso de todo el pueblo. Los 70 ancianos fueron llevados a la puerta del Tabernáculo donde oyeron la Voz del Señor, y el Espíritu Santo descendió sobre ellos".

   En su primer Consistorio, pues, el día 15 de Diciembre de 1958, Juan XXIII sobrepasaba el número de Cardenales creando 4 más. Fue a Juan Bautista Montini al que nombró en primer lugar. En sucesivos Consistorios, Juan XXIII fue aumentando el número de "Cardenales". Deshizo, además, el orden, la edad, la calidad de los miembros del Sacro Colegio. El Papa Sixto V desplegó el máximo celo para asegurar a la Santa Iglesia, Candidatos a unos Pontífices entre hombres de elección, como los exige tal cargo, ya que el Soberano Pontífice es elegido por el Colegio de Cardenales. Juan XXIII desarrolló un extraordinario poder de destrucción. De él, dijo el Cardenal Siri que, "los 4 años de su Reinado necesitarían al menos 40 para reparar el daño que causó a la Iglesia".

   La Francmasonería, con Juan XXIII obtuvo carta credencial. No obstante, en el Cónclave que debía ser elegido Paulo VI, lo fue el Cardenal Siri, reputado como tradicionalista. A la vista del resultado, el Cardenal Tisserand abandonó el Cónclave para consultar en la ciudad a la B'NAI B'RITH, que es una organización masónica, exclusivamente reservada a judíos --para luego regresar al Cónclave--. Entretanto el Cardenal Siri se mostró ajeno, distante, de J. Bautista Montini. (¿Como consecuencia de presiones?) Los romanos presenciaron lo nunca antes visto: atónitos advirtieron el humo blanco enunciando la elección del Papa, volverse negro.

   La salida del Cardenal Tisserand del Cónclave, la advirtieron sorprendidos los "Guardias Nobles", quienes revelarían el hecho y serían disueltos por este motivo.

   Por lo que respecta a la Libertad Religiosa proclamada por el Concilio Vaticano II, es ya la base jurídica de la Nueva Religión que será "la del Gobierno Mundial, que está en preparación".

   El profesor Basile de Bruselas, alto dignatario de la Francmasonería, tiene dicho de Mons. K. Wojtyla lo siguiente: "Nosotros hemos elegido al Cardenal Wojtyla para realizar la Sinarquía (Gobierno totalitario Francmasón) y la Religión Mundial (Super y contra Iglesia)".

Día 15 de Agosto de 1981.
Asunción de Nuestra Señora a los Cielos.

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  • * Texto tomado de la Revista "El Defensor de la Fe", en su año XXVI, Nos. 303-304 Enero-Feb. 1998 Méjico, D.F.