LA MISA DE SIEMPRE DE LA IGLESIA CATÓLICA
Y
LA MISA NUEVA DE LA NUEVA IGLESIA
MISA DE SIEMPRE | "MISA" NUEVA |
“-Si
te portas bien, me haces caso y me das la razón, te dejo ser católico aunque
yo pienso, hago y me comporto distinto que tu”.
Más breve y más sencillo: “-Dame la razón a mi que niego lo que
crees; dime que tengo razón en hacer como tu jamás harías; bendice mi manera
de comportarme tan ajena y tan opuesta a la tuya como la noche al día. Dame
todo eso y estamos de acuerdo. Dame todo eso y te acepto como católico, serás
de mi misma iglesia aunque es bien distinta de la tuya.”
Ni más ni menos. Un discursito como el anterior es, dicho más o menos
claramente, el discurso de la iglesia oficial, de Cardenales, Obispos, Curas y
Papas de la Misa Nueva cuando hablan con los tradicionalistas.
Las reformas empezadas por los “Papas” de Vaticano II asaltaron a la
Santa Iglesia como marejada que cansó, agotó y dispersó a los católicos.
Unos abandonaron la Iglesia para ir a las sectas, otros abandonaron la práctica
religiosa para refugiarse en el silencio de sus casas tratando de descifrar su
perplejidad y los que no, entonces se quedaron sumisos, entendiendo o no lo que
pasaba, “sin bajarse de la barca”, como dicen, aunque en realidad remando
contra Dios en una chalupa de naufragio.
Aún así, aquí, allá, pocos o muchos, se han mantenido fieles católicos
perseverando en sostener la Tradición de la Iglesia sabiendo que de no hacerlo
dejarían de ser católicos.
Esos católicos no son un escollo para la Iglesia Católica sino tampoco
serían católicos ellos. No puede ser escollo lo que siempre fue faro.
Son escollo para la chalupa que, ella sí, abandonó la verdadera Barca para
buscar la borrasca. Son escollo, roca y peñasco molesto que de alguna manera
debe ser removido.
Los fieles tradicionalistas no han querido aflojar. No pudieron hacerlos
modernistas porque no quisieron dejar de ser católicos, porque católicos y
modernistas son opuestos, contrarios y enemigos completos.
No pudieron corromperlos porque quieren salvarse.
Pero ya sabe uno que si el diablo no puede ganar busca empatar: “- Siga Ud. con lo suyo, nada hay de malo en que Ud. mantenga aquellas venerables formas antiguas de expresión de su religiosidad. Está bien, siga, nomás nosotros seguiremos con lo nuestro, con lo nuevo, esto es lo auténticamente católico de hoy. Siga, pero no pretenda que lo hagamos nosotros, es más, diga que lo mío (lo nuevo) es bueno.”
Religión y religiosidad son dos cosas distintas.
La primera es objetiva y la segunda subjetiva. La primera
es de Dios y la segunda es mía. La verdadera Religión puede cumplirse y
vivirse con poca o mucha religiosidad, profunda ésta o superficial. La
Religión la instituyó Dios y sólo una verdadera, de modo que todas las
otras son falsas ya que de Dios nadie se burla.
Religiosidad es lo que pongo yo, mi empeño, mi esfuerzo, mi mayor
o menor delicadeza de consciencia, mi prontitud en cumplirle a Dios.
La Misa en latín, la de siempre, la única, no es una expresión
de religiosidad venerable por viejita. Es más que venerable y no sólo fue
y es expresión de la legítima religiosidad de los Santos y de los fieles sino
que es, fue y será expresión cabal y fidedigna del acto supremo de nuestra
Religión. La Misa es como Dios la quiso.
Si la Religión es de Dios y no nuestra, si El la concibió y enseñó a la
Iglesia así como en el Antiguo Testamento determinó cómo quería ser adorado
y cómo se le rindiera culto, con más razón pasada la figura, terminado el
anticipo y establecida la Religión por su Hijo fundada.
La Misa de siempre no es invento de hombre, desde siempre fue
dicha así por la enseñanza de Nuestro Señor Jesucristo a los Apóstoles, por
la de los Santos Padres, por la guía sagrada del Espíritu Santo a su Iglesia
durante siglos expresando la Fe y la oración que le es necesariamente
correlativa, siempre igual y en el mismo sentido.
La Misa Nueva sí es invento de hombres, sí se aparta de manera
aberrante de la Teología y la Fe católica sobre el Santo Sacrificio de la
Misa.
Por eso dos Misas hacen dos Iglesias así como dos Credos hacen
dos Fe distintas. Ahora bien, desde Roma los que han cambiado todo, los que dicen la Misa Nueva, los que la hicieron, la pregonaron, la propugnaron y la impusieron desde el año 69’ hasta hoy, insinúan que darán libertad a la Misa Católica, a la única católica que yo sepa.
¿Está bien? ¿Es algo bueno? ¿Debemos festejar y agradecer? ¿La Roma
nueva está cambiando? ¿Soplan nuevos aires?
El diablo siempre sopla igual.
Lo malo siempre es malo y lo bueno siempre es bueno. - ¡Ud. exagera! No señor,
repito de otra manera lo que dijo San Pedro, el primer Papa, al Sanhedrín luego
de haber curado a un paralítico en compañía de San Juan: “Esto que hacemos lo hacemos en nombre de Nuestro Señor Jesucristo
Nazareno a quien vosotros crucificasteis y
a quien Dios resucitó de entre los muertos; por eso éste está sano ante
vosotros...(Actas cap. 4 vers. 8 y siguientes)... Viendo la constancia de Pedro
y de Juan dicen (vers. 13)... –Mandémosle que ya no hablen más en nombre de
Aquél (Jesucristo) a ningún hombre (vers. 17). (Respondió San Pedro)... Si es
justo ante Dios escucharos más a vosotros que a Dios juzgadlo vosotros.
Nosotros no podemos callar lo que vimos y escuchamos.” (vers. 19-20). El bien no puede pagarse a precio de mal. “Sea Ud. varón pero consienta que haya maricones”. “No robe si no quiere pero justifique al ladrón”. “No sea inmoral si no le gusta, pero déjeme el derecho a serlo”. No se puede hacer el mal para que venga el bien. (Carta a los Romanos cap. 3, vers. 8) Dar derecho al mal es hacer el mal
aunque yo no lo haga. Sería la síntesis más decantada del liberalismo. Así
por ejemplo, aprobar la ley del aborto aunque yo no haga abortos, es hacerse
culpable de cuantos se hagan. Igual con la Misa. No podemos aceptar la Misa Nueva con tal que nos den la de siempre. Todo el combate tradicionalista comenzó y se apoya en la defensa de
la Santa Misa de siempre porque ella no debe ser cambiada, aceptar ambas Misas
es aceptar que la Misa Nueva puede ser buena, entonces el combate pierde
sentido.
Los arrianos decían la Misa pero eran arrianos y herejes y San Atanasio
jamás los aceptó y San Hermenegildo prefirió morir antes que recibir la
comunión de un obispo arriano. Lo de Dios se lo acepto todo a Dios o no le creo nada. Si le creo todo
no puedo admitir misa o doctrinas que estén en contra. Si Ud. ha entendido que la Misa Nueva aparta de la Fe y fundamenta una
nueva religión no puede consentirla. Dios quiso siempre su Iglesia de una manera, igual su Misa, su
Sacerdocio, su Tradición y su Doctrina. Misa Católica de siempre y Misa Nueva son incompatibles y opuestas. Libertad sólo para la verdad y lo bueno. La que no tiene derecho a la existencia es la Misa Nueva. No queremos que nos den un derecho que ya tenemos, el de ser católicos
de los de siempre. Queremos que cumplan la obligación que no cumplen y que
empiecen a serlo ellos. No hay comercio posible entre la luz y las tinieblas.
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