¿Qué es la Santa Misa?
Según la enseñanza infalible de la Santa
Iglesia, la Misa es la renovación del Sacrificio de la Cruz. En el Calvario,
Nuestro Señor, al precio de su Sangre (lo que es la prueba de su amor), ha librado
al género humano de la esclavitud del pecado y lo ha reconciliado con
Dios. Este Sacrificio es de un valor infinito, más agradable a Dios que lo que
le pueden agraviar la totalidad de los pecados de todos los hombres.
¿Estas
verdades pueden cambiar?
No, porque han sido definidas por la Iglesia de
manera irreformable. Serán tan verdaderas siempre, como 2 más 2 hacen 4, por todos los siglos. La certeza de la Fe
está basada sobre la autoridad de Dios que revela y nos enseña por medio de la Iglesia;
es una certeza absoluta, inmutable.
¿Qué es el
rito de San Pío V (o Misa Tridentina, Misa Tradicional)?
Es el rito promulgado por ese Papa en 1570. No
fue un invento, ni propiamente hablando, una reforma, sino más bien una
codificación, restitución, unificación. Se restituyó la Misa Romana de siempre,
cuyo rito se desarrolló armónicamente desde los tiempo de los Apóstoles,
eliminando lo que, en distintas regiones, se le agregó en tiempos relativamente
recientes.
Fue promulgada por la bula "Quo Primum Tempore", con
intención de obligar a todos los clérigos a seguirla. "No hay en
toda la Cristiandad un rito tan venerable como el del Misal Romano"
dice uno de los más sabios liturgistas (Fortescure).
¿Está la
doctrina católica del Santo Sacrificio de la Misa correctamente expresada en el
rito de
San Pío V?
Sí, está allí perfectamente bien expresada y
proclamada. Este rito viene visiblemente del corazón de nuestra Santa Madre
Iglesia y es el fruto de una larga tradición. Cuando leemos nuestro misal, todo
lleva a la piedad. Ilumina el espíritu e inflama el corazón.
¿Puede
ser abolido este rito?
No, no puede ser abolido. Es tan venerable que
sería ir contra la prudencia y la inteligencia abolir ese rito apostólico para
reemplazarlo por otro.
Esa Misa está canonizada. San Pío V la ha
canonizado definitivamente. Ha establecido ese rito como la manera
oficial de decir la Santa Misa, válido y lícito para todos los sacerdotes de
rito romano, en todo tiempo. Dios ha elegido un Santo (San Pío V) para fijar el
rito de la Misa en su perfección para los siglos futuros.
¿Qué bienes producen los frutos de la Santa Misa Católica?
La santificación de las almas, la edificación de
la Cristiandad, múltiples gracias y bendiciones; Es el fundamento de la
formación de hábitos cristianos que han generado una cultura y civilización en
armonía con el plan de Dios.
¿Qué es el "Novus
Ordo" (misa de Pablo VI)?
Primero parece que la nueva misa no tiene
fuerza de ley (las reglas canónicas no han sido respetadas). Pero igualmente si
realmente fuera ley, ella no aboliría el rito de San Pío V, sino que solamente
introduciría un nuevo rito (al lado del tradicional) siempre que ese rito fuere
lícito; (esto ha sido reconocido por la Autoridad de la Iglesia).
¿Cómo puede probarlo?
Para abolir la ley precedente, la nueva ley debe
mencionar la abrogación explícitamente o ser directamente contraria a la ley
antigua. Pero la constitución "Missale Romanum" que es el único documento con valor jurídico
(la declaración de los obispos, los discursos del Papa, no tienen ningún valor
jurídico) no lleva ninguna de las condiciones mencionadas, ella es pluralista
en su intención (permitittur).
Pero queda en duda.
En caso de duda, el Derecho Canónico establece que la
renovación de la ley antigua no debe ser presumida, sino la nueva ley debe ser
comprendida en conformidad con la ley antigua y si es posible, conciliada con
ella.
¿Puede usted probar de otra manera que la
Santa Misa tradicional no está abolida?
Sí, el Derecho Canónico dice que una ley no suprime
las costumbres que son inmemoriales o de una antigüedad de cien años. La Santa
Misa de San Pío V tiene una antigüedad de mas de 400 años, y de hecho se remota
al siglo IV en su parte principal.
¿Está la doctrina católica del Sacrificio
de la Misa correctamente expresada en la nueva misa?
Después de un serio estudio, estamos obligados a
responder: NO. Esta fue la respuesta de los cardenales Ottaviani
y Bacci en su "Breve examen crítico"
dirigido al Papa. (Hay que hacer notar que el cardenal Ottaviani
era autoridad en el Santo Oficio, encargado de velar por la pureza de la Fe).
Cuando el Novus Ordo fue
propuesto al sínodo en 1967, fue rechazado por la mayor parte de los obispos.
¿Cómo fue definida la Misa en el Novus Ordo?
Como "una sinaxis
(reunión) sagrada o asamblea del pueblo de Dios, bajo la
presencia del sacerdote, para celebrar el memorial del Señor". Esta
definición no implica ninguno de los valores esenciales de la Misa que da la
verdadera definición Católica. Un niño que sabe su catecismo es capaz de decir
que la Santa Misa es "El sacrificio de la Nueva Ley en el cual
Nuestro Señor Jesucristo, por el ministerio del sacerdote, se ofrece a Sí mismo
a Dios de manera incruenta bajo las apariencias del pan y del vino".
(Catecismo de Baltimore). La primera definición del Novus
Ordo parece totalmente protestante, la presencia del
pueblo no es requerida en absoluto para la esencia de la Santa Misa. Un
sacerdote puede celebrar válidamente sin la asistencia de los fieles.
¿Por qué piensa, Padre, que eso es un
punto importante?
Porque (en la ciencia) la definición de una cosa es el
principio de donde son deducidas las conclusiones (por ejemplo: de la
definición del cuadrado, se llega a encontrar las propiedades...). La
definición expresa la esencia de una cosa. Y es necesario no olvidar que es
esta mala definición la que ha influenciado en toda la fabricación del Novus Ordo.
¿Qué dice la segunda parte de la definición del Novus
Ordo?
Que la promesa de Cristo: "Allá donde
dos o más estén reunidos en mi nombre Yo estaré en medio de ellos",
es eminentemente verdadera en la asamblea de los fieles en la Misa. Pero las
palabras del Santo Evangelio aquí se refieren solamente a la presencia
espiritual de Nuestro Señor Jesucristo por su gracia. Asimismo si esa presencia
existe en la Santa Misa (de la misma manera que Nuestro Señor está presente cuando
una familia reza reunida el Santo Rosario), esa presencia es menos importante
que la presencia substancial y física de Nuestro Señor Jesucristo, autor de la
gracia, sobre el altar bajo las apariencias del pan y el vino.
¿Qué más hay de falso en la nueva misa?
Una gran cantidad de cosas. Si allí no hubiera
más que una se podría decir que se trata de un error. Pero hay docenas de
cambios y todos tienen el mismo espíritu, en vista a protestantizar
el rito de la Misa. Ahora un luterano que asiste a una nueva misa puede ver en
ella, si lo desea, la última cena de los protestantes, o un ágape memorial...
Mirad en la consagración: En la Santa Misa tradicional, las palabras de
consagración, son pronunciadas de manera imperativa, con el tono de alguien que
cumple una obra personal, (es un ACTO de Cristo a través Sacerdote que actúa “in
persona Christi”) como cuando el sacerdote
dice "yo te bautizo" o "yo te absuelvo de tus pecados"; de
esta manera dice el "hoc est
enim corpus meum"
(este es mi cuerpo). Los caracteres se escriben con letra de imprenta
diferentes para subrayar esta doctrina. En la nueva misa, el sacerdote no
interrumpe la narración de la última cena, y pronuncia las palabras de la
consagración con el mismo tono narrativo, como si él contara una historia, (“la
narración de la institución” como el mismo NOM la denomina) sin
separarlas de las palabras precedentes. (En los nuevos misales, las palabras de
la consagración no han sido impresas con caracteres diferentes). La nueva misa
no hace necesaria la interpretación luterana, pero la permite, y eso es muy
grave. (Para Lutero, no son las palabras de la
consagración sino la fe de los fieles presentes las que producen una cierta
presencia espiritual de Cristo).
¿Por qué, en la nueva misa, el sacerdote
se arrodilla solamente después de la elevación de la Hostia?
Justamente lo que dicen los Cardenales. Parece
bien claro que eso se hace en vista de autorizar la interpretación luterana
(negación de la presencia real por las palabras de la consagración) a saber que
la fe de los fieles produce la presencia de Cristo.
En la Misa Tradicional el sacerdote se arrodilla
primero después de haber consagrado, para adorar a Nuestro Señor Jesucristo, y
no solamente después de haber mostrado la Hostia para la adoración de los
fieles.
¿La noción de sacrificio propiciatorio es
conservada en la nueva misa?
No, porque lo que, en la Misa tradicional, es el
ofertorio se reducido a un cambio de presentes y presentación de dones entre
Dios y el hombre "Tú eres bendito Dios del universo, Tú que nos das este
pan, fruto de la tierra y del trabajo de los hombres" esta oración tomada
de un antiguo Talmud representa lo que fueron los
dones de Caín (frutos de la tierra y del trabajo del hombre) y no precisamente
las ofrendas de Abel (que eran corderos que prefiguraban la Victima de la Nueva
Alianza: El Cordero de Dios que quita el pecado del mundo) como lo reafirma una
oración de Canon Romano después de la Consagración.
El Concilio de Trento definió que la Santa Misa
Tradicional es un Sacrificio verdaderamente propiciatorio: "acto que
aplaca a Dios ofendido por el pecado" (Dz.
1753).
En la Misa Católica, en el ofertorio, el
Sacrificio es preparado, anunciado, y ofrecido por anticipación. Las antiguas
oraciones se refieren a Nuestro Señor Jesucristo, Sumo Sacerdote, ofreciéndose
El mismo, único Sacrificio agradable a Dios.
¿Por qué el altar es transformado en una
mesa y no es más un Ara consagrada?
A fin de dar la idea de una comida, (Una cena se
celebra sobre una mesa y sin darle la espalda a los invitados) y no aquella de
un sacrificio. (Un Sacrificio es ofrecido cara Dios sobre un altar hecho de
piedra o Ara conteniendo reliquias de mártires).
¿Piensa Padre,
que el papel del sacerdote se desdibuja en la nueva misa?
Sí: El confíteor en común, la comunión también.
Las vestimentas sagradas simplificadas o reducidas a un alba o a una estola y a
veces ni a eso. El sacerdote vuelto cara al pueblo se convirtió en presidente de
la asamblea, lo que poco a poco pasa a ser el animador de la asamblea, para más
tarde degenerar en acomodador de la misma y finalmente tenemos, ya reglamentada
oficialmente, la ADAP (Asamblea Dominical en Ausencia de Presbítero) pero no es
más el ministro obrando "in persona Christi".
Esto es muy importante porque la identidad entre la Víctima (Nuestro Señor
Jesucristo) y el Sacerdote (Nuestro Señor Jesucristo, personalmente sobre la
Cruz, y por intermedio de los sacerdotes en la Santa Misa) es una noción
esencial del Sacrificio perfecto de la Nueva Ley.
¿Puede darme
una información más amplia?
Se podría enumerar sin fin todas las nuevas
reformas (misa en lengua vernácula, comunión en la mano, dada por laicos,
autoservicio, desaparición de los signos de adoración, etc...)
Hay un acercamiento hacia la teología protestante, ¿qué hace Lutero cuando cambia la Misa, por una simple Eucaristía
–acción de gracias- en el siglo XVI? Abandona el latín, agrega "quod pro vobis tradentur" (que será entregado por vosotros) a las
palabras de la consagración, y suprime "Mysterium
fidei", divide la Misa en "Liturgia de la
palabra" y "Liturgia de la Eucaristía"... en suma exactamente lo
que hicieron los reformadores en 1969.
¿Puede agregar
otras pruebas de la protestantización de la Misa?
Sí, el hecho de que muchas autoridades
protestantes hayan dicho oficialmente: "Nosotros podemos ahora celebrar
la Cena Luterana con los textos de la nueva misa". Como ellos no han
cambiado su teología herética, es evidente que el nuevo rito permite una
interpretación protestante. Como también la presencia de seis pastores en la
elaboración de la nueva misa, fotografiados con el Papa Pablo VI cuando la misa
fue publicada. Asimismo el testimonio de antiguos protestantes (ahora
convertidos), que afirman que la nueva misa está en marcha de convertirse, cada
vez más, a aquella que ellos han dejado en la iglesia protestante (Ej.: el
escritor Julien Green).
¿Cuáles son los frutos de la nueva misa?
Están a la vista: los fieles pierden la fe, los
seminarios se vacían, no hay mas vocaciones para a vida religiosa en los
conventos, progresos inauditos de las Sectas, indiferencia religiosa,
relativismo moral, etc… Toda nueva reforma en la
Iglesia siempre ha producido un crecimiento de fe, de devoción y de santidad.
Nuestro Señor Jesucristo ha dicho: "Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso
se sacan uvas de los espinos, o higos de las zarzas? Así es, que todo árbol
bueno produce buenos frutos, y todo árbol malo da frutos malos. Un árbol bueno
no puede dar frutos malos, ni un árbol malo darlos buenos" (S. Mateo,
7,15-19). Esta nueva misa es realmente equívoca, pintada de un espíritu
protestante.
¿Significa eso que la nueva misa sea en sí siempre inválida?
No, si un sacerdote ordenado válidamente celebra la
nueva misa con la materia propia (pan de trigo y vino de uva) la forma propia
("Esto es mi cuerpo; este el cáliz de mi Sangre"). Así fuera en la
edición de 1906 del catecismo de San Pío X. La versión de 1912 agrega (Edición
publicada por orden de San Pío X). "Forma de la Eucaristía son las
palabras de Jesucristo": "Esto es mi Cuerpo; Este es el cáliz
de mi Sangre... derramada por vosotros y por muchos para la remisión de los
pecados". Y la intención recta: hacer lo que hace la Iglesia; el
Sacramento se realiza en virtud de las palabras de la consagración que producen
lo que significan.
¿Puede la nueva misa ser inválida?
Sí, por ejemplo, si un sacerdote utiliza
galletas, pastel (hay defecto de materia) o si cambia las palabras de la
consagración (hay defecto de forma) o aún cuando no hay intención de hacer lo
que hace la Iglesia, cuando se quiere hacer explícitamente solamente un
memorial.
¿Es la nueva misa a menudo inválida en razón
del defecto de la intención?
En sacerdotes ordenados últimamente, es probable
que sí. Porque su formación no es católica y de hecho la nueva misa está protestantizada; reciben su influencia y tienen muchos la
intención de hacer un memorial, una comida eucarística y no consagran
válidamente.
¿Cuál debe ser la actitud de un católico
frente a la nueva misa?
La debe rechazar y no puede asistir a tal misa.
Esa misa no puede obligar, ni puede servir para cumplir el precepto dominical.
Si alguien le da veneno, usted lo tomaría. La nueva misa es n veneno para
nuestra fe. No tiene más el espíritu sobrenatural y disminuirá y destruirá poco
a poco vuestra fe (la ley de la oración es la ley de la fe: lex
orandi, lex credendi).
¿Pero cuando ocurre que la nueva misa es
válida (por ejemplo: si es dicha por un sacerdote anciano), estoy autorizado a
asistir?
¡No! Porque igualmente si es válida, la
nueva misa es peligrosa para vuestra fe y no es agradable a Dios, pues no da la
adoración conveniente a Nuestro Señor Jesucristo. El Novus
Ordo no honra a Nuestro Señor Jesucristo. Es mejor ir
a una verdadera Misa tradicional una vez por mes (o incluso más espaciado) y
los otros domingos santificar el día del Señor en familia; rezando el Santo
Rosario, leyendo el misal, etc. Dios recompensará vuestra generosidad y vuestra
firmeza en la fe y le dará las gracias que necesita. Pero, si no tiene la Misa,
importa en grado sumo, intensificar la vida de oración, la devoción a la
Santísima Virgen. Suplicarle a Ella la restauración universal de la Misa de
siempre.
¿Una misa puede ser válida y no lícita?
Sí, una misa negra en las logias de la
francmasonería, una misa dicha por un sacerdote oriental no católico, etc., y
como hemos visto, las nuevas misas cuando todas las condiciones para la validez
están presentes, pero que, sin embargo son lícitas.
¿Qué debo hacer cuando estoy obligado a
asistir a la nueva misa por una razón de caridad, (por ejemplo mis padres son enterrados
con la nueva misa)?
En esos casos puede asistir a la nueva misa, pero de manera pasiva (sin tomar
parte en las oraciones de la misma ni comulgar). Es como la Santa Iglesia
autoriza la asistencia pasiva a servicios protestantes excepcionales, por las
mismas razones.
¿Todas las personas que asisten a la nueva misa son culpables?
No, solamente si ellos saben que hacen mal. Si
un padre de familia manda a su hijo a robar y este hijo no sabe que robar es un
mal, él no ha pecado. De igual manera, ciertos católicos pueden asistir a la
nueva misa por obediencia sin comprender sin comprender bien su peligro,
entonces no son culpables.
Comprendo que
debo evitar la nueva misa ¡pero la impone mi obispo!
Cuando la autoridad es ejercida contra su fin
(el bien de la Santa Iglesia, la propagación de la Fe, la salvación de las
almas), no obliga más y usted tiene el derecho y el deber de
"desobedecer". Si un jefe de estado le da una orden que va de manera
visible contra el bien de l Patria, usted debe desobedecer. Si un padre de
familia manda a su hija a prostituirse para ganar dinero, ella debe
desobedecer. La obediencia es inferior a la Fe y a la salvación de nuestra
alma.
¿Pero no ha sido, acaso el Papa Pablo VI
infalible cuando promulgó la nueva misa?
No. Un Papa es infalible cuando habla "Ex Cathedra" (Ej. Pío IX definiendo la Inmaculada
Concepción). La enseñanza ordinaria del Papa no es infalible en sí misma, sino
solamente cuando va en el sentido de la Tradición. San Pablo nos dice que si
algún ángel del cielo viniese para enseñarnos alguna cosa contraria a la
Tradición, debéis rechazarlo (Gal. I, 18). Pablo VI
ha manifestado públicamente en su discurso del 19 de noviembre de 1969,
refiriéndose al Novus Ordo Missae lo siguiente: "El rito y la respectiva rúbrica
por sí NO SON UNA DEFINICIÓN DOGMATICA; son susceptibles de una calificación
teológica de valor diverso, según el contexto litúrgico a que se
refieren."
¡Pero el Papa Juan Pablo II dice la nueva
misa!
Sí, pero de igual manera hasta si Santos celebrasen la nueva misa o asistiesen
a ella, eso no quiere decir que la nueva misa sea buena. Durante el gran cisma
de Occidente, en la Edad Media, Santa Catalina de Siena
y San Vicente Ferrer, cometían un error sobre una materia importante. Fueron
canonizados. Un Papa puede equivocarse. Además Juan Pablo II, como Pablo VI,
está imbuido de liberalismo, agrada al mundo, mundo que es enemigo de Nuestro
Señor Jesucristo. La nueva misa ecuménica está en completo acuerdo con la
enseñanza "Postconciliar", con la
mentalidad del "hombre moderno".
¿Tenemos nosotros derecho de resistir a la
voluntad del Papa?
Sí,
es hasta un deber cuando la fe y la salvación de las almas está en juego.
San Pablo ha resistido a San Pedro, el primer
Papa. San Atanasio fue excomulgado por el Papa Liberio
porque no estaba de acuerdo con él. Santa Hildegarda
escribió al Papa Anastasio IV cartas muy severas. Santa Catalina de Siena hace los mismo con Gregorio
XI. El obispo Robert Grossetete
desobedeció al Papa Inocencio IV que había nombrado canónigo a su sobrino. Los
dominicos de París resistieron al Papa Juan XXII que quería enseñar un error
teológico. San Francisco Javier rechaza aceptar un breviario contrario a la
Tradición, el cual fue promulgado por el Papa.
Reconocemos la autoridad del Papa mientras obre
como sus predecesores y enseñe en conformidad con la enseñanza de la Santa
Iglesia. Pero cuando hablan como enemigo de la Santa Iglesia, no podemos
seguirlo. Es necesario elegir entre 2,000 años de Tradición Católica y 31 de
nuevos inventos.
¿Pero cómo puede usted pretender tener
razón cuando la mayoría de los sacerdotes y obispos del mundo están contra
usted?
No es la mayoría la que hace la verdad. En
tiempos del arrianismo, sólo San Atanasio con algunos otros permanecieron
fieles. El resto de los obispos cayeron en la herejía. En tiempos del
anglicanismo, sólo San Juan Fisher quedó firme en la
fe y por esa razón martirizado, mientras que todos los
otros obispos de Inglaterra se rindieron para seguir al Rey Enrique VIII. Esto
muestra que un pequeño número puede tener razón, cuando los más están en
el error.
Estoy de
acuerdo, pero no es muy divertido recorrer 60 kilómetros todos los domingos para
ir a una Misa Tradicional, o de no tener la Santa Misa más que una sola vez al
mes o menos aún. Tampoco es muy agradable ser tratado de rebelde y encontrarse
en oposición las autoridades actuales de la Iglesia.
Escuche la respuesta de Nuestro Señor
Jesucristo: "Si alguno quiere venir en pos de mi, renúnciese a sí mismo,
lleve su cruz cada día y sígame" (S. Lucas, 9, 23), y aún: "vendréis
a ser odiados de todos por causa de mi Nombre; pero quien perseverare hasta el
fin, éste se salvará" (S. Mateo, 40, 23).
En los primeros siglos los cristianos debieron
hacer grandes sacrificios y a menudo dar la vida. Nosotros tenemos ahora
oportunidad para hacer sacrificios y sufrir persecuciones de otra manera.
Comprendamos el valor infinito del Sacrificio de
la Misa, unámonos a Nuestro Señor Jesucristo y ofrezcamos nuestra vida con
todos los sufrimientos para mayor gloria de Dios a vosotros la fortaleza de
permanecer fieles a su divino Hijo.