Las herejías del Canino
Neocatecumenal
Padre Enrico Zoffoli
Muchos
católicos ven en este movimiento una manera legitima de servir a Dios y a la
Iglesia, de satisfacer un cierto sentimiento religioso. Pero, ¿cuáles son las verdaderas
doctrinas del Movimiento Neocatecumenal? El P. Zoffoli, teólogo italiano
pasionista estudió durante varios años los documentos oficiales del Camino y
presentó sus conclusiones a varios obispos, cardenales e incluso al Papa,
recibiendo como respuesta "silencio, desconfianza y hostilidad".
Publicamos
aquí la parte doctrinal de su libro "Catequesis neocatecumenal y ortodoxia
del Papa", que esperamos podrá esclarecer mucho a los católicos
Refiriéndome al Camino neocatecumenal, el término
'herejías' puede hacer sonreír a algunos e indignar a otros, pues muchos -en la
Iglesia- me juzgarán demasiado alarmista e imperdonablemente ofensivo. Mas, por
desgracia, esto corresponde a una realidad que someto a la reflexión de todos;
pidiendo particular atención a los párrocos, obispos y sobre todo al Papa.
ORDEN SAGRADO, SACERDOCIO,
JERARQUIA.
a) La verdadera Iglesia de
Jesucristo sería solamente la de los tres primeros siglos, después de los
cuales -de Constantino en adelante, institucionalizándose, se habría
corrompido, hasta que después de 1600 años habría reaparecido con el Concilio
Vaticano II. Por tanto, durante un largo periodo, Jesús no habría cumplido su
promesa de permanecer junto a su Iglesia todos los días, hasta el fin de los tiempos,
y por consiguiente asistirla contra los poderes de las tinieblas (Mt. 28,20;
16,18).
b) De aquí se deduce que
veinte Concilios ecuménicos, desde el de Nicea (325) hasta el Vaticano I (1870),
no habrían enseñado nada definitivamente verdadero e indiscutible; la gloriosa
multitud de todos los Padres de la Iglesia, desde principios del siglo IV en
adelante, seguidos por los mayores teólogos de la Edad Media y los innumerables
santos formados en su escuela, no serían dignos de estudio ni de admiración por
haber sido reconocidos y aprobados por el Magisterio de una Iglesia lánguida,
corrompida, infiel al mensaje de su Fundador. Su traición vendría dada
por la historia, espíritu, definiciones dogmáticas y reformas promovidas por el
Concilio
de Trento.
c)
La Iglesia no habría sido fundada por Jesucristo como su único rebaño: "La
misión de la Iglesia no es hacer que todos entren para formar parte de ella
jurídicamente. . . ". Ella no sería por tanto "la única tabla de salvación que todos deben alcanzar para
salvarse”. No se le puede atribuir una estructura jurídica como componente
necesario de su naturaleza: su índole sería esencialmente carismática.
d)
Todo esto es lógico si, como se sustenta:
1. El "sacrificio" es un
residuo del culto pagano, "en la Eucaristía no hay ninguna
ofrenda ", La Misa no es un "sacrificio " .
2. En la Iglesia no hay un
sacerdocio ministerial esencialmente superior al común de todos los bautizados;
luego no tiene sentido la Orden sagrada que le confiere, distinguiendo al clero
del laicado.
3. Mas, si no hay una jerarquía,
nadie en la Iglesia posee y puede ejercer el triple poder de gobierno,
santificación y magisterio, por lo que en ella no hay ni superiores ni
súbditos: la igualdad seria universal y total, porque es sociedad esencialmente
democrática, como la civil, en la que el pueblo es soberano.
Así pues:
* si en la Iglesia no hay ningún poder de jurisdicción, su gobierno es
ilegítimo, sus leyes no son obligatorias, e injustificadas son sus
sanciones...,
*
si en la Iglesia no hay un divino poder
de santificación, vanos son todos los actos de culto, sin eficacia ninguna
las funciones del sacerdocio, inútiles los sacramentos, y por fin nula su
función en la sociedad civil...;
*
si en la Iglesia no hay ningún poder de
Magisterio (sobre todo infalible),
es completamente arbitrario definir de modo absolutamente cierto e irrevocable
verdades de fe y normas de vida moral. Así que lo que se enseña en ella es
solamente opinable y siempre discutible y en consecuencia:
-
el Cristianismo no sería una religión divinamente inspirada,
- estaría entre las demás
religiones, más o menos dignas de respeto, nada más,
- injustificado sería el rigor con
el cual la Iglesia definió y rechazó como heréticas todas la doctrinas incompatibles
con su fe..., alegando y reivindicando una dignidad y una misión superiores a
las de la sociedad civil...
e) Estas son las consecuencias
que se derivan del repudio de las Ordenes
sagradas, del Sacerdocio Ministerial, del Sacrificio. Ahora bien, negado el
Orden sagrado, el rechazo de la
estructura jerárquica de la Iglesia incluye diáconos,
presbíteros, obispos y especialmente el Papa, reducidos a su simple
condición de comunes "ciudadanos", sin ninguna autoridad, lugar ni
privilegio..., e intrusos culpables por haber pretendido, durante milenios, una
fe y un respeto que no merecían, los seglares tendrían toda la razón para
rebelarse contra la Iglesia...
f)
En resumen, los dirigentes del camino neo-catecumenal varias veces al año
organizan peregrinaciones a la tumba de San Pedro, ya que así:
-
honran en el Apóstol al primero de los Papas de la Iglesia Primitiva, idea muy querida de los protestantes, Iglesia
desaparecida con la "Paz constantiniana", y -no se sabe cómo- resucitada con
el Vaticano II,
-
se niegan a venerar en él al Vicario de Cristo, o sea al "Obispo de los
Obispos" que tiene la plenitud del Sacerdocio
Ministerial.
-
Luego los dirigentes del C.N. (no digo "los
fieles neocatecumenales", ignorantes y de buena fe) reconocen en Juan
Pablo II no al Sumo Pontífice, Jefe visible de la Iglesia Católica, sino a una eminente personalidad del mundo civil, un
poder humano de altísimo prestigio, ante quien pretenden presentarse como
enviados, representantes, precursores, hijos predilectos, en cuanto que le
atribuyen al Papa la misma doctrina de ellos, porque se sienten plenamente
autorizados para hablar con autoridad propia y entonces no falta ya nada par
sentenciar a muerte al Papado ya su Magisterio.
Es
justamente la ruina de la Iglesia Jerárquica, según un plan verdaderamente
diabólico promovido hace siglos por la Masonería, empeñada en desestabilizar el
Cristianismo como Religión positiva, divinamente inspirada.
Dios y EL HOMBRE
a) El Dios de Kiko y Carmen no
es el Dios bíblico, el de la tradición de los Padres y el del Magisterio, a
quien se dirige esta oración: "Dios, a Quien
la culpa ofende y la penitencia aplaca... ". Una ex-catecumenal de
Rovigo me confirmó que: su catequista le
explicó que es "soberbio" quién afirma haber ofendido a Dios pecando.
Lo
equivoco es grosero. La escuela neo-catecumenal no llegó todavía a entender que
Dios -Acto Puro, Felicísimo, Impasible, puede ser ofendido realmente por la negación, por la rebeldía, por el ultraje
o por la indiferencia... de la criatura que, con su actitud, falla en el deber
de reconocer el absoluto dominio de Dios y su total dependencia hacia El. El
pecador turba el orden objetivo de la verdad y de la justicia, en cuanto
intenta con su presunción substraerse a Dios (¡aquí tienen la ofensa hecha a
Dios!), se perjudica realmente sólo a sí
mismo...
El Camino Neocatecumenal
está difundido en 105 naciones de los cinco continentes, con casi 15.000
comunidades; está presente en 800 diócesis y 5.000 parroquias. Ha abierto
35 seminarios diocesanos en todo el mundo, en los que entran jóvenes del
Camino llamados a ser misioneros Itinerantes por donde la Iglesia los llame. |
b) La teodicea Kikiania, negando el pecado como ofensa
a Dios, cae en el error del viejo deísmo que separa y rechaza toda relación de
Dios con el hombre y del hombre con Dios. Se trata de un Dios no solamente
transcendente sino también distante que dejando al hombre libre, le consiente
vivir como si El no existiera.
c)
Si el hombre pecando no ofende a Dios, tampoco contrae con Él el deber de reparación... esto es suficiente para
excluir la necesidad de algún sacrificio
expiatorio. Pero aún hay más.
d) El hombre -según la
doctrina neocatecumenal- está
constreñido a pecar, o sea, no puede dejar de hacer el mal; su naturaleza
está tan dañada que no le permite hacer el bien, por lo que es inútil
cualquier tipo de esfuerzo que haga para corregirse...
e)
La conversión consiste únicamente en
el reconocimiento -también público- de
las culpas cometidas y la confianza en el poder salvifico de Cristo
resucitado...; no en el pesar de haber ofendido a Dios, con propósito de
enmendarse, utilizando los mejores medios para conseguir la propia
purificación.
f)
No se conoce una gracia capaz de estimular a la conversión, teniendo como fin
la regeneración del pecador, haciéndolo renacer hasta transformarlo en un
auténtico hijo adoptivo de Dios para llevarlo así a la intimidad con El, que es
preludio de la vida eterna.
g) De allí se sigue que la santidad
no es posible, con lo cual es incomprensible el culto a los Santos ya María
Santísima.
Jesucristo
a) Jesús no operó la Redención. El Vaticano II renovó la
teología a tal punto que "no se ha
hablado más de la Redención... " Mas para ser esto verdad habría que
tener en cuenta lo siguiente:
1. El hombre no tenía ninguna
necesidad de redención, no habiendo podido pecar (porque -como lo enseña Kiko-,
"constreñido a pecar", el pecado no es una acción libre);
2.
Cristo no tenía nada que expiar con su Sacrificio, precisamente porque el hombre no ofendió a Dios, el cual no
puede por tanto exigir ninguna reparación.
b) Él redimió al hombre, no
eliminando las consecuencias del pecado, en
cuanto ofensa a Dios y por tanto reconciliándole con El al merecer la
gracia de la penitencia...; sino sólo liberándole de la muerte en virtud de su Resurrección, como si el único verdadero mal
fuera la muerte y no el voluntario rechazo de su amor.
c)
Jesús, muriendo, no se habría ofrecido como Víctima por los pecados del mundo,
para satisfacer la justicia de Dios y redimirnos de todos los males de la vida
presente y futura.
d) El catecismo
neocatecumenal ignora el mérito infinito de su Ofrenda cruenta como supremo
acto de amor al Padre ya los hermanos.
e)
La salvación es atribuida a la Resurrección
de Cristo, no a su Pasión y Muerte,
que -conforme a todas las fuentes de la Revelación ya la unánime tradición del
Magisterio es la única causa meritoria
de su propia Resurrección y de todos nuestros bienes espirituales y eternos.
f)
"Jesucristo no es de hecho ningún
ideal de vida (...),. no vino para darnos el ejemplo y enseñarnos a cumplir la
ley ". Si así fuese la Iglesia docente no tendría ningún
"modelo" de vida cristiana que proponer a los fieles. Su moral no
diferiría de todas las otras pensadas por el hombre: agnósticas, relativistas,
contradictorias. Y finalmente no pudiendo proponer la imitación de Cristo, no
muestra la única "vía" que conduce a la salvación y a la santidad,
por la que seremos reconocidos por el Padre para participar de su felicidad.
LA EUCARISTIA
a) Negando el Sacrificio de la Cruz Kiko se niega a
reconocer también el del Altar; el
Sacrificio eucarístico, por lo que recrimina a quien ve en la Misa a
"Alguien que se sacrifica, esto es Cristo". En efecto, el enseña que
"en la Eucaristía no hay ninguna Ofrenda".
b) La Misa sería "el
sacramento del paso de Jesús de la muerte a su resurrección..." por tanto,
"una proclamación, un anuncio de la Resurrección de Jesucristo de entre
los muertos".
c)
Siguiendo a Lutero, Kiko considera la Misa solamente como un "sacrificio de alabanza, un gozo
perfecto de comunicación con Dios a través de la Pascua del Señor". Por el
contrario los Papas manteniendo las trazas de la gran Tradición católica,
mantienen que "el sacrificio ofrecido en la Eucaristía no es (...) un
simple sacrificio de alabanza: es un sacrificio expiatorio o
"propiciatorio", como lo declaró el Concilio de Trento (DS. 1753), ya
que en éste se renueva el propio
sacrificio de la Cruz, en la que Cristo expió por todos y mereció el perdón de
las culpas de la Humanidad" (Audiencia general, 15.5.1983).
* * *
a)
Rechazando el sacrificio eucarístico Kiko no acepta el prodigio de la transubstanciación,
que le condiciona esencialmente...
b)
Luego no hay una verdadera, real y
substancial presencia de Cristo, por la transformación del pan y del vino,
después de la consagración. "La
Iglesia católica se hace obsesiva en cuanto a la presencia real". "Lo
importante -subraya Kiko- no está en la presencia de Jesucristo".
"Si Jesucristo hubiese querido la
Eucaristía para permanecer allí, se hubiera hecho presente en una piedra, lo
que no estaría nada mal".
c) Por eso "estamos (los
neocatecumenales) más cerca de muchos protestantes que de algunos
católicos...", o sea, de todos los verdaderos fieles al Magisterio...
* * *
a)
No reconocida como "Sacrificio" la Misa se reduce a un banquete
fraternal, lo que exige solamente una mesa y no un altar.
El pan y el vino permanecen substancialmente inmutables, y se cambian en un
mero símbolo de la presencia e influencia salvífica de Cristo resucitado, que "es una realidad viva que constituye la
Pascua y arrastra a la Iglesia "; su presencia "es un carro de fuego
que viene a arrastrarnos en dirección a la gloria ".
b) Recusado el
"sacerdocio ministerial", es "la
Iglesia entera la que proclama la Eucaristía", esto es, que celebra el
banquete. "No puede haber una
Eucaristía sin asamblea. Es la asamblea entera la que celebra la fiesta de
la Eucaristía, porque la Eucaristía es la exaltación de la asamblea humana en
comunión...". "Es de esta
asamblea de donde brota la Eucaristía".
c) Negada la transubstanciación,
hay que observar lo siguiente:
1.
Los fragmentos del "Pan consagrado" no contienen a Cristo y, sobre
todo después del convite eucarístico, ya no "simbolizan" su
presencia. Estos mismos cayendo de la mesa, no deben preocupar a nadie, porque "no se da importancia a las migas o
cosas de este tipo".
2. Negada la presencia real el culto eucarístico no tiene sentido. Por
esto Kiko se lamenta de que "transformemos
la Eucaristía en el divino prisionero del sagrario... ".
3. No tolera
"exposiciones", "procesiones", "adoraciones",
"genuflexiones", "devociones eucarísticas".
d) Rechaza la
"reparación" por la razón expuesta anteriormente, como condena
también el "sacrificio"; la reparación es excluida, sobre todo si
está relacionada con el culto al Sagrado Corazón.
e) Kiko esta convencido de
que el ecumenismo promovido por el vaticano II encaminó a la Iglesia para suprimir las divergencias que, a
propósito del misterio eucarístico, separan a la Iglesia católica de las sectas
protestantes: "Todos juntos nos sentaremos sobre la piedra angular, sobre la
roca en la que no existen
divisiones..."
SACRAMENTOS Y
VIDA CRISTIANA
La catequesis
neocatecumenal, rechazando el sacerdocio
ministerial, excluye del conjunto de los sacramentos no solamente el Orden sagrado sino también la Eucaristía y la Penitencia, identificada ésta con el Bautismo, en contra del Magisterio y anatema del Concilio de Trento
(DS. 1702). A propósito de la Penitencia es conveniente reflexionar sobre las
siguientes posiciones teológicas de Kiko y Carmen:
a) "La Iglesia primitiva
no tuvo la confesión (...) como nosotros la tenemos". "La Iglesia
primitiva no tiene ninguna manifestación explícita del sacramento de penitencia
que no sea el bautismo...".
b) "La conversión no es un
arrepentirse del pasado..." En efecto, si el pecado no es posible (como lo
demostré antes), tampoco lo es el arrepentimiento. La conversión no sería un
hecho personal y voluntario de correspondencia del individuo a los estímulos de
la gracia, porque su "valor esencial
(...) es el comunitario y eclesial", siendo "la Iglesia quien
comunica y conduce a la conversión ". En suma, el pecado tendría "una dimensión social, nunca
individual".
c)
"Lo importante no es la
absolución". También esto es lógico, si no hay un sacerdote válidamente "ordenado", como único ministro de
la penitencia y del perdón de Dios. De hecho, "el valor del rito no se
encuentra en la absolución, puesto que estamos ya perdonados en
Jesucristo".
Y
más expresivamente: "El perdón -en la Iglesia primitiva- no era una absolución sino una reconciliación
con toda la comunidad, mediante la señal de readmisión en la asamblea en un
acto litúrgico eclesial ". Esto es comprensible si se piensa que el
"ofendido" no es Dios, sino -como se supone- la comunidad, la única
por tanto que puede perdonar y absolver.
d)
A Kiko le hace "casi reír pensar que es necesaria solamente la atrición, si te vas a confesar, y la
contrición, si no te confiesas..." Es evidente la perversión respecto a la
doctrina de Trento (DS. 1677-8; y can. 5, ib. 1705).
El
"redescubrimiento" de los valores cristianos primitivos y
auténticos se presenta en el Camino neocatecumenal en plan fideísta,
carismático, de fe "existencialmente" vivida. Muestra un cordial desprecio por las tesis
"filosóficas" de la Iglesia y de lo que se llama el
"juridicismo" de la llamada especulación "teológica",
organizada en los diferentes tratados. "Ellos habían embotellado y
puesto en tratado que pudiéramos dominar, donde todos tuviéramos las más
puras joyas del conocimiento de Dios: de Dios, Uno y Trino, del Dios Creador;
etc., y sin darnos cuenta de que habíamos empobrecido la visión de
Dios". |
e) En contra de la historia de
los orígenes y de la catequesis de los Padres, se afirma que no es antes del
siglo VI que cuando "empieza a ser necesario
decir los pecados". Esto es falso.
f)
Se acusa al Concilio de Trento de enseñar que igualmente los pecados veniales
(definidos por Kiko
como "tonterías") son materia suficiente
de confesión; de haber generalizado "la forma de confesión privada, medicinal y de devoción"; de haber
propuesto "la confesión como medio
de santificación personal... ".
g)
Se atribuye a los franciscanos y dominicos la culpa de haber propagado
"por todas partes la confesión
privada como una devoción...". Kiko, por consiguiente, no tolera la
confesión hecha "para la
santificación personal... " San Carlos Borromeo es condenado por haber
puesto "los confesionarios por todas partes (...), con detalles incluso
sobre la rejilla", por lo que "muchas
cosas que Lutero decía tenían su fundamento... ".
h)
En suma, con el Concilio de Trento "todo queda estancado"; éste
representa un retroceso en la vida de la Iglesia, en cuanto ésta -según desea
Kiko- "camina en dirección a
visiones sociales y comunitarias del pecado ", incluso sabiendo que el
Vaticano II y los Papas que le siguieron permanecen tenazmente fieles a la
doctrina de siempre en lo que concierne el sacramento de la penitencia (Cf.
Cod. de Derecho Can., 959-991).
* * *
a) La vida de los
neocatecumenales no se puede llamar "cristiana", porque no está
inspirada en Cristo, por ellos ignorado como supremo modelo, que sus verdaderos fieles siempre sentirán el deber
de imitar.
b) El "Camino
neocatecumenal" no es un verdadero Camino por lo siguiente:
1.
Por estar desprovisto de un punto de
partida, que no puede ser otro que la conversión, esto es, el
arrepentimiento de las culpas cometidas, el propósito de enmendarse y hacerse
violencia a si mismo en la lucha contra todas las inclinaciones pecaminosas.
2.
Por estar desprovisto de un punto de
llegada o meta última que alcanzar, que es la santidad del propio estado. Según Kiko, "el hombre no puede hacer el bien
" "est profundamente tarado. Es carnal", "quedó
esclavo del Maligno". "No puede sino robar, pelear, tener celos,
envidias, etc. No puede hacer otra cosa. y no tiene culpa de eso..."
"No se adelanta nada con discursos ni con decir: "¡Sacrificaos,
quereos bien, amaos!". y si alguien lo experimenta, se convierte en el
mayor fariseo..." Precisamente como decía Lutero: "¡Confórmate con lo que eres, ángel fallado, criatura
abortada. Tu tarea es hacer el mal, pues tu ser es malvado!"... Luego,
"el Camino" parte de la nada y tiende a la nada.
c)
Esto es de tal forma cierto que todos los esfuerzos son inútiles si el hombre
pretende evitar el pecado: "El
hombre peca porque no puede hacer otra cosa, porque es esclavo del pecado
". Por otro lado: "Que nadie se engañe, quien peca es el demonio.
Porque, si alguien peca, es porque el
demonio est en él... ".
d)
Pesimista es la concepción de los valores humanos, si la vida, el trabajo, la
familia son tenidos como "ídolos".
e)
Jesús habría mandado odiar a padres y familiares, no se habría limitado a
prohibir que les prefiriésemos a El. Una exégesis más profunda -según Kiko-
dice que la palabra es "odiar", que las otras traducciones no son
exactas. Esta es la traducción de la Biblia de Jerusalén... "La cual, sin
embargo, dice lo contrario: "Hebraísmo. Jesús no exige odio, pero desapego
completo e inmediato... " (Lc, 14, 26).
f)
La ética social de los neocatecumenales considera obligatoria para todos -según
el evangelio interpretado por Kiko- la "comunión
de los bienes". "Nosotros no podemos engañaros. Yo no inventé‚ la
catequesis sobre los bienes. Leí todo lo que el Evangelio dice sobre las
riquezas: Que no digo eso para las
hermanas o religiosas... ".
g) Sobre la pobreza
evangélica el problema se complica:
Tiene
que vender sus propios bienes solamente
el "catecúmeno", que todavía no es cristiano (aunque sabemos que
está ¡"bautizado"!); "El Señor te invita. ¿Que tienes que
hacer en este tiempo? Te lo está diciendo a ti. Te lo decimos: vender tus
bienes..." Ahora bien, a tal venta est n obligados solamente los catecúmenos, que todavía no son
cristianos, no habiendo recibido el bautismo... "Estas palabras no son para los cristianos, están dirigidas a los
catecúmenos, todo esto está escrito para catecúmenos...".
Por
el contrario "...un cristiano verdadero, una persona transformada por
Jesucristo puede tener dinero; no se trata, pues, de ser pobres, que tengamos
que ser expoliados: el cristianismo no es un estoicismo..."
Kiko
asegura: “Alguien puede pensar (. . . ) que lo que Jesucristo quiere es que
seamos pobres, que nos atormentemos. Esto está en un contexto de religiosidad
natural (1). En todas las religiones la pobreza es una señal de pureza. y
la riqueza una señal de impureza. Esto es un sentimiento natural que todos
nosotros tenemos...”
“En
la Edad Media, cuando el Cristianismo se encuentra en la cumbre de la religiosidad
natural, si San Francisco de Asís no se presenta con un sayal desgarrado, ni su
padre le escucha.. Si Jesús hubiese vivido en la ‚poca de San Francisco, le
hubieran tirado tomates, porque era un comilón y un bebedor; siempre rodeado de
libertinos, porque no ayunaba, vivía espléndidamente, porque no se sacrificaba...”
“Dentro de la religiosidad
natural, en este mundo, es necesario atormentarse para alcanzar el del mas allá
Pero esto no es el Cristianismo. Jesús no te dice vender tus bienes para que,
sacrificándote en esta vida, alcances el Cielo...”
“No se trata de ser
pobre...” El Señor quiere que seamos libres, que usufructuemos el dinero,
que seamos reyes del mundo...” El léxico del Evangelio ignora y en otra
parte condena un lenguaje de este genero. Kiko, que se confiesa “cristiano”, o
sea bautizado, debería también haber leído a S. Pablo: Por el bautismo
somos, por tanto, sepultados junto a El en la muerte...” (Rm. 6,4); “Estáis
muertos, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios (...) Mortificad
vuestros miembros terrenos” (Col 3,35). De hecho, “Los que son de Cristo
Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y concupiscencias”(Gal.
5,24). Pero desgraciadamente Kiko insiste:
-“La espiritualidad cristiana no es
de tipo estoico y andrajoso”
-“Jesucristo
no quiere que vivas bajo un puente a la intemperie. Porque Dios es amor. Y
tiene un amigo que se llama Zaqueo, que tiene una casa extraordinaria. Y
Jesús va a pasar una temporada en Betania con sus discípulos...”, a los
cuales dice: “Coman, beban y aprovéchense cuanto puedan...”.
-“El
Cristianismo es una ceremonia nupcial. Jesucristo no quiere gente que se
sacrifique, incluso si hubo una época muy religiosa, en que teníamos un
cristianismo muy masoquista, de sacrificio...”.
h)
A la caricatura y parodia de la pobreza evangélica Kiko acrecienta la
condenación de la ascética en general, y, consecuentemente de todos los santos
que la practicaron:
-“El
sentido de la Cruz” no es “el sentimiento de la religiosidad
natural, como lo creen casi todos los cristianos. La vida no es una prueba
con duras cruces que debemos soportar para ver si después ganamos el Cielo.
¡"H ay que sufrir”! dice la
persona religiosa, así como Cristo subió a la Cruz, Dios me manda cruces para
que yo también sufra. Quién dice esto no entendió nada del Cristianismo. Esto
es masoquismo, estoicismo, no es cristianismo...” .
- "El pobre Jesús pensar en el
Cielo: con todo lo que yo he sufrido para que estos pobrecitos no sufran y que
estén felices! Mira: pasan la vida sufriendo... "
Entonces
yo no sé qué ventajas trajo la Sangre de Cristo.
Jesucristo dio su Sangre, cargo con la Cruz para que tengamos la vida eterna "pero
para tener esta vida eterna parece que su Sangre no consiguió mucho, ya que las
personas continúan disciplinándose, atormentándose, conformándose.
Pero si una gota de la Sangre de Cristo vale más que todos los pecados de la
Humanidad...".
“Si
El precisamente (...) cargó sobre sí nuestras culpas, nuestros pecados, para
que pudiésemos vivir una vida libre...” “Jesucristo sufrió para siempre lo que
nosotros teníamos que sufrir”. ¡No podía ser más irreverente y
antievangélico esta desfiguración ( corrupción) del dogma de la Redención!....
i)
Es lógica esta interpretación hedonista de la vida cristiana. Debemos ser
agradecidos al Crucificado porque, con su Muerte, nos evitó los sufrimientos de
la vida. En la Iglesia El queda sólo como un recuerdo que nos estimula a gozar
y no a sufrir:
Es por esto por lo que el culto debe
desarrollarse en un clima de fiesta y de alegría, inspirado en el
acontecimiento de la Resurrección, en el definitivo triunfo de la vida.
"El sacerdote en el Cristianismo no
existe, los templos no existen, los altares no existen. Por eso el único altar
del mundo, entre todas las religiones, que tiene manteles es el cristiano,
porque no es un altar sino una mesa (...). y un altar no puede tener manteles,
es para hacer sacrificios de cabras y de vacas... "
j)
Desgraciadamente la teología neocatecumenal deja en segundo plano la finalidad
de la Pasión y Muerte de Cristo. Si, como sostiene, -El no se ofreció como
Víctima por los pecados del mundo, sacrificándose en la Cruz, ¿por qué murió? ¿Cómo podríamos explicar la Resurrección si
no se debiese al mérito infinito de su obediencia al Padre que en Cristo quiso,
satisfecha su justicia, redimir al hombre, revelándole toda su misericordia?...
¿Cuál
es el epilogo de la historia de la humanidad? La respuesta es intuitiva:
a)
Si a causa de su pecado el hombre no responde como debiera, viéndose forzado a
pecar, dominado por el demonio, si justamente por todo esto no es libre para
actuar como sería deseable, injusto también sería castigarlo. En realidad,
"el cristianismo dice que todos estamos ya juzgados y que el juicio sobre
todos los pecados ha sido hecho en la Cruz de Jesucristo, que nos perdonó a
todos... ". Para todos nada más que "el perdón y la
misericordia...". "El veredicto de Dios (también para los
ladrones, asesinos, prostitutas... ) no es otro que el Paraíso...”
El 30 de agosto de
1990, Juan Pablo " dirigía una carta fundacional del Camino
Neocatecumenal a monseñor Paul Joseph Cordes, encargado ad personam del
apostolado de las Comunidades Neocatecumenales. Este es el final de dicho
texto pontificio: “Después de más de veinte años de vida de
las comunidades, difundidas en los cinco continentes: - teniendo en cuenta la nueva vitalidad que anima a las parroquias, el impulso misionero y los frutos de conversión que brotan del testimonio de los itinerantes y; últimamente, de la obra de las familias que evangelizan en zonas descristianizadas de Europa y del mundo entero; -
considerando las vocaciones a la vida religiosa y al presbiterado de este
Camino y el nacimiento de colegios diocesanos de formación al presbiterado
para la nueva evangelización, como el Redemptoris Mater de Roma; -
habiendo visto la documentación por Vd. presentada: -
acogiendo la petición que se me ha dirigido, reconozco el Camino Neocatecumental
como un itinerario de formación católica, válida para la sociedad y para los
tiempos de hoy. Deseo vivamente, por tanto, que los hermanos en el episcopado valoricen y ayuden -junto con sus presbíteros- a esta obra para la nueva evangelización, para que se realice según las líneas propuestas por los iniciado. res, en
espíritu de servicio al ordinario del lugar y en comunión con él, y en el
contexto de la unidad de la Iglesia particular con la Iglesia Universal”. |
b)
Por otro lado, cada uno, sin libertad ni responsabilidad - ¡como
despersonalizado!-, queda absorbido y perdido en Cristo resucitado: “Yo soy
el propio Cristo, y Cristo ha resucitado...”. “En El puedes ser recreado
verdaderamente recuperando la imagen de Dios, tornándote Dios mismo, hijo de
Dios, tener la naturaleza de Dios...”.
c)
Luego, nada de infierno y tampoco de purgatorio.¡Pero la fe
católica es muy diferente!
Estas son
las líneas fundamentales de la doctrina neocatecumenal, la cual, desgraciadamente,
-demás de ser plenamente incompatible con la Revelación cristiana-, no sigue
ningún orden sistemático en los textos de las catequesis de Kiko-Carmen, siendo
su contenido oscuro, ambiguo, fragmentario y contradictorio. Sólo un
pacientísimo y analítico examen de la misma permite concebir una idea realmente
objetiva de ella.
Invitados con frecuencia a un
encuentro con el fin fe esclarecer, precisar y justificar sus afirmaciones, los
dirigentes del Camino Neocatecumenal prefieren el silencio. Por supuesto
exigen el secreto a todos los iniciados. Pero hasta ahora nadie me puede acusar
de deformar el pensamiento de Kiko-Carmen.
Mis
conclusiones fueron confirmadas por varios cientos de cartas de
exneocatecumenales y por otras tantas conversaciones telefónicas y personales
con todas las regiones de Italia y naciones diversas extranjeras.
Sé
perfectamente que el descubrimiento del fondo herético del Camino provoca
mucha perplejidad. Algunos presentan como objeción los óptimos resultados
obtenidos por él...; otros piensan que se trata de oposiciones teológicas
solamente especulativas y abstractas, por lo tanto inofensivas. Lo que importa
–se repite- es la vida, no las ideas; y además, la buena naturaleza
del árbol se conoce por los frutos que produce. Exactamente el principio
recordado por todos.
Esta es una aplicación del principio
de causalidad proporcionada, plenamente válido solamente en los procesos
del mundo físico, en los cuales la buena naturaleza del efecto depende de y
revela – de forma determinante- la de la causa, si ésta no es impedida por
agentes exteriores... Si por el contrario, la causa influye en la persona
humana, puede ocurrir que ésta, siendo libre, se substraiga a su
influencia, por lo que el efecto no se realizaría. Por esto acontece que una
causa buena pueda producir efectos malos, que obviamente no revelan la
naturaleza de la causa.
Piénsese en la bondad de Dios y en la maldad de
ciertos hombres...; en excelentes padres que tienen hijos degenerados...; en
maestros brillantes y en discípulos displicentes, cortos de inteligencia, etc.
Y
puede acontecer que el árbol bueno produzca malos frutos, como que el
árbol malo produzca buenos frutos aunque accidentalmente, cuando a
él se asocia la influencia de un árbol bueno.
Esclarecido
esto puedo demostrar que el Camino Neocatecumenal en si mismo no es
comparable al "buen árbol". De hecho, siendo fundado sobre el error,
porque parte de premisas contrarias a los datos de la Revelación cristiana en
puntos fundamentales, el Camino Neocatecumenal por si mismo no puede producir
ningún resultado positivo.
No
obstante esto puede producir buenos frutos dependiendo de influencias ajenas a
él, que explican cómo algunos, incluso muchos neocatecumenales, pueden ser
irreprensibles. En efecto deben la ortodoxia de las ideas y la ejemplaridad de
vida a la educación recibida en la familia, en el colegio, en la parroquia y en
general a la enseñanza del Magisterio, a las repetidas exhortaciones del Papa,
a la participación en la liturgia católica, celebrada según las directrices de
la Iglesia jerárquica, no a las "novedades" dogmáticas, morales y
litúrgicas del Camino: lo que es auténticamente bueno, lo bueno que puede
haber en él no le pertenece, ya que proviene de la tradición católica, no de la
"creatividad" de sus inspiradores y dirigentes. Sus
"novedades", aceptadas y vividas integralmente, sólo pueden inducir a
la apostasía del Cristianismo, tal como es propuesto por la Iglesia Católica.
Las
publicaciones neocatecumenales se vanaglorian de la enorme expansión del Camino,
del notabilísimo número de "hermanos", de las diócesis y parroquias
en que operan, así como de la vocaciones religiosas y sacerdotales, de los
seminarios surgidos en todas partes. Alguien de fuera, no informado de otra
cosa, sólo podría alegrarse de esto. Pero es indispensable que sepa todo.
Dicen
que son realmente muy numerosos pero creo que a nadie de afuera le han
permitido consultar las estadísticas hechas por el Camino. Los
dirigentes desean impresionar a la opinión pública organizando reuniones,
peregrinaciones, clamorosas manifestaciones...
Si
numerosos son los que siguen el Camino, también lo son los que lo
abandonan ya veces llegan hasta maldecirlo... Nadie se ha ocupado nunca
de este asunto pero yo dispongo de una riquísima colección de cartas-confesiones
que están destinadas a formar un gran volumen que pronto se publicará, con el
que puedo hacer reflexionar a mucha gente .
Una
verdadera conversión acontece cuando se pasa del error a la verdad, de una vida
de pecado al arrepentimiento que lleva a la reconciliación con Dios en Cristo
ya una total mudanza de vida, tendiendo a la santidad en el propio estado.
Desgraciadamente,
en cuanto a la verdad, " el Camino" por sí mismo (esto es,
considerándose la catequesis neocatecumenal), no solamente no la enseña, sino
que la niega, deforma y desprecia, oponiendo a los dogmas de la Iglesia católica
las herejías de Kiko y Carmen...
En
cuanto a la conversión moral, las catequesis neocatecumenales no son capaces de
realizarlas o favorecerlas:
a)
si el hombre está irresistiblemente dominado por el Maligno, no puede
hacer nada bueno, o sea, colaborar con los estímulos de la gracia;
b)
la gracia, según Kiko, no regenera la criatura humana haciendo de ella
un hijo de Dios
c)
si nadie está obligado a imitar a Jesús, no será posible ni un
mínimo de vida sobrenatural.
Las
conversiones existen más analizadas a fondo no reflejan ni de lejos las ideas y
criterios del Camino, sino solamente las experiencias vividas por los
innumerables pecadores convertidos al seno de la Iglesia católica.
Testimonios
insospechados nos hicieron saber que, después de años de Camino, en algunas
comunidades neocatecumenales todavía son descuidados, frívolos, licenciosos en
el hablar, se encolerizan y hasta blasfeman..., no faltan defensores del
aborto, del divorcio, amantes..., siémbrase el odio, créanse situaciones
desagradables y para salir de ellas se dicen mentiras de toda suerte...; no se
restituye el dinero recibido en préstamo...; se comportan mal hasta en la
iglesia donde poco antes de la celebración eucarística se fuma, se canta, hay
peleas, se insultan....
Es
difícil que de tales ambientes pueda nacer el " hombre nuevo",
al mismo tiempo que es más fácil que sucedan desequilibrios afectivos y
desviaciones espirituales que llevan a abrazar otras sectas, como ocurrió
varias veces. Muchos neocatecumenales se hicieron Testigos de Jehová, otros
Evangélicos e incluso catequistas, después de 18 años de Camino, se
volvieron ateos.
Son
muchos los matrimonios destruidos por la cerrazón y obstinación de maridos o de
esposas extraviados por los catequistas, que los hacen jueces supremos,
personas sin escrúpulos... "¡Sólo el Señor sabe cuántos años de soledad
y desesperación pasé: temí volverme loca!", decía una señora... "Se
trata, me dice un padre de familia, de una secta secreta, por cuya causa una esposa
y madre de familia se ausentó durante varios años separándola de los suyos, de
la verdadera comunidad... ". "Se trata pues de una secta cuyo fin es
destruir totalmente los fundamentos' de la familia con el objeto de ganarse la
sumisión de cada individuo (...) Ha llegado el momento de que los cristianos
sepan que esta secta destruye las familias... ".
Hay un hecho,
dentro de la comunidad neocatecumenal, que sorprende, desconcierta y
escandaliza particularmente a los verdaderos "convertidos", hecho que
más tarde lo van a revelar. Se pide dinero, siempre dinero... En efecto,
cuando los iniciados "llegando a cierto punto del Camino, deben dar
el diezmo, no sabiendo por supuesto a donde va a parar: nadie rinde cuentas. En
gran parte se dan las limosnas para las parroquias y las diócesis que los
hospedan, a fin de aumentar el apoyo de la jerarquía hacia ellos..." Por
lo tanto, generosidad medio interesada.
Los
neocatecumenales “deben fijar una cierta cantidad para cubrir los grandes
gastos de ‘gestión’, por ejemplo, seminarios, alquileres de salas, encuentros,
hoteles, sustento de los nuevos Luteros itinerantes o en misión, y esto a
través de continuas colectas, diezmos, devolución de bienes etc.”.
En
algunos la obligación de vender los propios bienes, en ciertos casos, provocó
verdaderos desastres; más de una persona reducida a la miseria, enloqueció. Los
neocatecumenales, generosos entre los "hermanos" hasta el
desperdicio, y mucho más con las autoridades eclesiásticas que los favorecen,
son despiadados con los propios familiares que no comparten sus ideas. De la
misma forma que en el juramento masón se hace el compromiso de ayudar a los
hermanos de la misma logia - así leo en una carta- también para los
neocatecumenales hay la obligación de ayudarse mutuamente en la propia
comunidad, y eventualmente en otras comunidades, mientras que no es preciso
ayudar a quién no pertenece al movimiento...". Sobran los comentarios.
“A
nosotros -me confiesa una señora- se nos dijo que vendiéramos lo que
tuviéramos. No teniendo nada más que algo de oro, lo vendí y me obligaron a
entregar la suma conseguida, unas 600.000 liras. En aquella noche, sólo en una
comunidad, fueron recogidos en "el saco de las inmundicias"
unos 40 millones de liras. Pregunté dónde pararía aquel dinero, y el catequista
me respondió que no debía pedir ninguna explicación. Queriendo yo esclarecer la
cosa, me rebatió diciendo que debía convencerme de que estaba endemoniada...
“Se
estima que han sido muchos millones para 'ágapes', diversiones, viajes, escrutinios.
¡Un verdadero despilfarro de dinero y un verdadero hurto! La venta de los
bienes constituye el engaño más grave para los neocatecumenales...”. “¡Es
un escándalo, por tanto, esa depredación del fruto de tantos sacrificios hechos
con el trabajo! Ahora bien, ¿quién tiene autoridad para decir: si vendes todo
serás escrito en el Libro de la Vida? ¿Qué santidad es el dejar en la pobreza a
los propios hijos y hasta abandonarlos ya que son personas libres? ¿Y qué
significa ese irse lejos, a tierras de misión, abandonando a los propios padres
o a los hermanos incapacitados físicos? ..."
"El
movimiento, según un arzobispo, maneja un río de dinero, millones de millones,
obtenidos con la disculpa de la renuncia a los bienes".
Otro
eminentísimo personaje de la Curia Romana me lo confirmó y me confió haber sido
a su vez informado por otros obispos... Mas ellos no osan actuar porque temen
desagradar al Papa.
¡Atención!
No se trata de casos esporádicos sino de una mentalidad, de un sistema, de una
costumbre de los que se libran solamente los neocatecumenales que permanecen
fieles a los principios ya la praxis del mundo católico.
Si
se objeta, como varias veces aconteció, que al comprometerse con el Camino no
se puede pretender que los asociados sean todos irreprensibles..., es fácil
responder que, dadas las premisas doctrinales de Kiko y Carmen, nadie realmente
lo va a ser: la naturaleza humana queda irremediablemente arruinada, por lo
que todo esfuerzo de superación es inútil...
Entonces
¿de qué conversiones de neocatecumenales se puede hablar, de las que se alegran
sacerdotes y obispos?
Se hace mucho ruido sobre esto; van al
extranjero a difundir el mensaje evangélico a quien lo ignora o lo olvidó. La
celebración de su mandato es clamorosa, divulgada por la radio, la televisión,
por diarios y revistas. Mas también aquí la verdad de los hechos es otra.
a)
Los catequistas itinerantes no son ni la sombra de los misioneros
católicos, que, después de los Apóstoles, desde hace siglos, continúan
recorriendo el mundo después de haber abandonado todo, o sea, viviendo solos,
pobres, expuestos a todo mal, prontos a morir a causa de la fe, obligados por
votos a trasladarse a cualquier parte y quedarse allí para siempre...
b)
Al contrario, los catequistas itinerantes llevan consigo cónyuge, hijos,
por lo que en gran medida se ven apoyados por los afectos familiares...
Están asistidos en todo por los hermanos,. quedan libres de toda
preocupación
económica, más o menos mantenidos como turistas ... Por otro lado, después de
cierto tiempo pueden volver a la patria...
c)
Queda en pie el problema de los hijos. Si éstos crecen en compañía de sus
padres se les debe dejar libres para que decidan si quieren un porvenir
diferente o incluso contrario al de sus padres.
“María, la imagen de la
Iglesia y de cada cristiano, recibe el anuncio de una buena noticia: el
Mesías nacerá en ti. Después de que Ella aceptó estas palabras, el Espíritu
Santo la cubrió con su sombra y dio comienzo la gestación de una nueva
criatura: Jesucristo, quien gradualmente se formará hasta el día de su
nacimiento en Belén. Anuncio, gestación, nacimiento y vida escondida en la
pequeña comunidad de Nazaret, donde el Niño crecerá hasta que alcance la edad
en que pueda tomar la mlsl6n que su Padre le había confiado: éstas son las
etapas a través de las cuales nosotros mismos también deseamos pasar
convencidos de que, a través de ellas, la Iglesia puede ser renovada, para
dar una respuesta a los nuevos tiempos y servir al mundo moderno”. |
Quedándose
en el país, y siendo todavía niños, los padres catequistas faltan gravemente al
deber de asistirlos, educarlos, darles ternura, cuidados, defensa... Lo exige la
naturaleza, contra la falsa exégesis fundamentalista de Kiko según la cual para
seguir a Cristo deben ser odiados los propios familiares. La verdad es que
Jesús nunca mandó a los padres abandonar a los hijos cuando tienen aún
necesidad de su asistencia, y es por esto por lo que la vocación misionera está
condicionada al celibato como consagración a Dios y a la Iglesia, que
implica la generosa renuncia al matrimonio ya todas las alegrías de la familia.
El
12 de diciembre de 1994 el Papa recibió a las familias neocatecumenales
itinerantes, haciéndoles la siguiente observación: “Es muy significativo que en
las comunidades se comprometan no sólo individuos sino también familias, dispuestas
a enfrentar de común acuerdo, sin faltar a sus deberes conyugales, con las
dificultades y las responsabilidades que semejante tarea comporta..." (O.R. 12-13/Dic/1994).
Luego
la responsabilidad de esas expediciones misioneras recae enteramente en los
catequistas, bien informados de las condiciones de cada persona y de cada familia.
Por tanto todo depende de la interpretación dada por Kiko al pasaje del
Evangelio en que, según él, se manda odiar a los propios familiares. . .
Entonces, ¿cuál puede ser el destino de las
personas que con frecuencia son amedrentadas y engañadas por los dirigentes del
Camino?
d)
Lo que preocupa sobre todo es el contenido de la predicación de hombres
educados en la escuela de Kiko-Carmen. Como verdaderos "misioneros"
ellos deberían anunciar la Palabra de Dios tal como es interpretada por la Iglesia
Católica, Apostólica y Romana, no como sus pretendidos maestros la alteran,
falsifican y traicionan...
e)
Basado en informaciones incontestables un Obispo, a propósito de los
"catequistas itinerantes", dice que "la mayor parte de los
obispos de las diócesis adonde van los neocatecumenales no los quieren, porque
su presencia, no obstante las informaciones positivas hechas a su respecto, ¡no
sirve para nada y además es contraproducente! Mas, ¿quién sabe qué cosa hacen
creer al Papa?".
Este
tema es mucho más serio. Si los jóvenes son educados siguiendo la teología
de Kiko, tenemos graves motivos para preocuparnos.
Pregunto:
¿se preparan para la ordenación como rito que los eleva a la dignidad del sacerdocio
ministerial, esencialmente distinto del común a todos los bautizados,
insertados en la jerarquía católica... o los califica solamente como
presbíteros, o sea ancianos, sin poderes que les autoricen a
"consagrar", "absolver", "bautizar", "ungir
a los enfermos", "bendecir", etc... en Nombre de la Persona de
Cristo?
Los
seminaristas, ¿están dispuestos a someterse a las autoridades de la diócesis, a
insertase en sus estructuras, a favorecer y participar activamente en sus
iniciativas ya obedecer las normas del Derecho Canónico?
¿Están
dispuestos a consagrarse a Dios, haciendo voto de castidad integra y perpetua, según
las intenciones de Cristo quien por el contrario y según Kiko, no quería
que nosotros sufriésemos, habiendo sufrido ya El y ahorrándonos a todos
cualquier sacrificio?
Por
desgracia creen plenamente que su misión es reformar a la Iglesia, fundando
otra Iglesia paralela a la católica.
Kiko
da pruebas de no tener ideas claras sobre la distinción entre vida común de
gracia posible y necesaria para todo fiel y vida de consagración, reservada a
almas que aspiran a un grado superior de perfección espiritual, condicionada a
la práctica efectiva y perpetua de los consejos evangélicos, consagrada mediante
votos.
Ahora
bien, la confusión de los estados explica la severidad intransigente ya veces
despiadada con la que los "catequistas" pretenden dirigir a los
neocatecumenales, cayendo en grandes contradicciones que dan lugar a lamentos,
enfrentamientos y deserciones más que justificadas. Así por ejemplo:
a)
se insiste sobre la venta de todos los bienes, como si fuese una condición
necesaria para ser auténticos cristianos. Pero sabemos que también en la
Iglesia primitiva de Jerusalén aquella venta era muy libre... Si el
consejo de Jesús fue después seguido por los eremitas, monjes, religiosos, no
debe traducirse en un deber para todos los fieles, que pueden llegar igualmente
a la santidad siendo propietarios de grandes riquezas...
b)
Según Kiko la venta de los bienes es obligatoria sólo para los
neocatecumenales, no así para los "bautizados", porque son
"cristianos", y pueden poseerlo todo, gozar, "vivir una vida
libre". En realidad el tenor de vida de los "catequistas" y
ciertos discípulos es magnifico. A Kiko, que parece que está bromeando,
le podríamos preguntar cual es en realidad -según él- el pensamiento de
Jesús, o el espíritu de los Santos... Si la pobreza, (con toda su carga de
renuncia) es todavía o no un valor, y en ese caso si se puede imponer a los
religiosos; si los frutos del Camino, gloria de la que tanto se ufana,
son por casualidad vocaciones a la vida contemplativa...
c)
Otra incoherencia respecto a la castidad conyugal es que el Camino
Neocatecumenal exalta la paternidad exultante de una prole numerosa, mas no
acepta, e incluso se opone con fuerza, a la doctrina de la Iglesia según la cual
la paternidad debe ser responsable, por lo que declara lícito, cuando hay
graves razones, el control natural de la natalidad, recurriendo a los
días infecundos de la mujer, que impone la continencia periódica (cf.
Encíclica Humanum vitae 16). Mas tal norma no sería digna de los
neocatecumenales, que se consideran fieles de primera categoría.
d)
En cuanto a la obediencia, la moral de los neocatecumenales es todavía más
incoherente, provocando desequilibrios tremendos y deshaciendo a las familias.
De hecho, la esposa debe seguir más las directrices del "catequista"
que las del esposo y viceversa. Digo del "catequista", no del
"confesor", que no puede ejercer ninguna dirección espiritual... El
neocatecumenal parece sujeto a su "catequista" común un religioso lo
está a su superior respectivo.
“Después de más de treinta años de Camino, nos dice
Kiko, uno de los frutos que más me consuelan es ver las familias
reconstruidas que, abiertas a la vida, son verdadera "Iglesia
doméstica" donde se cumple el cometido fundamental de la familia, el
transmitir la fe a los hijos. Esto se hace fundamentalmente en una liturgia
doméstica, el domingo por la mañana. En esta liturgia los padres leen a sus
hijos la Escritura y les preguntan: "¿Qué te dice a ti, para tu vida,
esta palabra?". Es Impresionante ver que los hijos saben aplicar la
Palabra de Dios a su propia historia concreta. Al final, el padre y la madre
dicen unas palabras de comentarlo, partiendo de su experiencia, e invitan a
todos a rezar por el Papa, por la Iglesia, etc. Se termina con el
Padrenuestro y con el beso de la Paz. y los padres bendicen a los hijos.
Hallar un momento de dialogo entre las dos generaciones es algo muy; pero que
muy importante hoy” |
e)
A propósito de la santidad la doctrina de Kiko se presta a un juicio crítico más
severo. Sabemos que ella consiste en la perfección del amor a Dios y al
prójimo. Luego, amor universal, comprendiendo también a los que están
distantes, a los extraños, a los enemigos... Sin embargo los neocatecumenales
se comportan de otro modo ya que son generosos con aquellos que comparten sus
ideas o esperan que les acepten o formen parte de su comunidad... mientras que
excluyen a los otros, especialmente a los que les son contrarios.
Estamos
en un entramado de malentendidos, extrañezas, contradicciones. ¿Qué
"fruto" es posible recoger de un árbol tan enfermo?
Mito de la personalidad de Kiko-Carmen
Este
es otro punto del Camino. Se trata del enorme poder de los catequistas, el
ingenuo fanatismo de las comunidades N. C., la renuncia a los bienes personales,
las humillaciones a las que someten los dirigentes a algunos miembros de los
grupos, todo esto tiene una explicación en la fe ciega de todos en el, casi
sobre-humano, poder carismático tributado a Kiko y Carmen. Son fascinados hasta
sacerdotes y obispos.
No
soy el primero en pensarlo. Nuestras observaciones críticas -según Mons. Luis
A. Luna Tobar, obispo de Cuenca (Ecuador)- hacen referencia antes que nada al
"culto" de los fundadores. "Kiko, el culto a su figura ya la de
Carmen, obtienen como resultado, dentro de las comunidades, una magia
inaceptable..." (Cit. por Il Regno, 15/oct/1993, pág. 554).
Magia aumentada por la colaboración de
"catequistas" que en el inicio del Camino buscan concentrar la
voluntad del grupo con técnicas psicológicas y sociológicas, de suerte que
causen en los más débiles entusiasmos y reacciones fuertes hasta el fanatismo y
la exaltación mística, mientras que en los más fuertes genera disgusto, mal
estar y rebelión, que se sofocan por la rigidez de las reglas N.C., basadas en
el silencio y en el secreto sobre todo lo que ocurre en la comunidad.
"Los
testimonios sobre los propios pecados que acompañan desde siempre al Camino
neocatecumenal, perturban y violentan las conciencias de los participantes
débiles e indefensos..."
La
exaltación hace que "durante las liturgias (...) haya siempre quién se
confiese públicamente, en alta voz, diciendo por ejemplo: me he masturbado
durante toda la noche, o he violado a la hija de mi amante, o me he drogado y
después me he entregado a los placeres sexuales, y así por el estilo. y esto
sucede en presencia de niños y adolescentes, escandalizándolos y fomentando en
ellos curiosidades nocivas...". Comenta así un testigo presente en tal
acontecimiento.
Ahora
bien, en un clima tal de exaltación, todo es posible. Citando al teólogo R.
Blázquez, el mismo testigo escribe: "El énfasis puesto sobre la
incapacidad del esfuerzo humano suscita inquietud en algunos... Resulta mucho
más clara también la percepción de la libertad del hombre que está como
encadenada. Si, es verdad, ¡la libertad del hombre está como encadenada,
y por esto es también muy fácil copiar el mal ejemplo!”. ¿Estos son los
frutos del Camino?
¿Solamente quien lo conoce
puede juzgar el Camino?
Así
repiten los neocatecumenales cuando no saben qué responder a las observaciones
críticas que se les hace: "¡Vinde e vede!".
Para
algún ingenuo la respuesta puede representar una dificultad; más tengo serias
razones para refutarla:
a)
La experiencia directa y personal puede ser substituida, plenamente; -por el
estudio cuidadoso de las catequesis contenidas en las "orientaciones"
de Kiko y Carmen, citadas anteriormente.
Igualmente
las descripciones detalladas de ex-neocatecumenales de todas las categorías y
niveles culturales, de nuevo libres, objetivos y decepcionados, constituyen
centenares de testimonios...
b)
Además, ya que los ritos y discursos varían de comunidad en comunidad, y éstas
son miles esparcidas en todos los continentes, sería preciso dar la vuelta al
mundo para informarse de todo...
c)
Finalmente la severísima ley del secreto prohíbe que delante de extraños -que
sería mi caso- se diga y comente lo que los "catequistas" no quieren
hacer saber sino a los miembros de la comunidad, y ni siquiera a todos, ya que
la doctrina es enseñada gradualmente, según las fases de su "Camino"...
d)
La invitación, "vinde e vede", fue dirigida en otros términos
hasta la solemne convención de Viena, en el curso de la cual se verificaron incidentes
particularmente desagradables. Por ejemplo:
- "Los obispos que querían intervenir no
pudieron hablar...". En particular Carmen llegó a decir a uno: "¡EI
Señor no permitió que el Movimiento entrase y se desenvolviese en su
diócesis!".
-
"A un obispo que afirmaba conocer el Movimiento, Carmen le dice que el
Movimiento sólo puede ser conocido ¡viviéndolo y aceptándolo!, ¡quien está
fuera no entiende ni puede entenderlo!".
- "En
aquella convención otros obispos querían hablar también, pero no pudieron
porque la palabra la tomaban sólo aquellos que hablaban favorablemente del
Camino".
-
Un arzobispo que estaba presente y después contó todo, concluye así: ¡esa
arrogancia constituye un cinismo en la historia de la Iglesia! Yeso no es un
hecho aislado pues es el resultado de la concepción que ellos tienen de la
"Iglesia".
¡Es
extraño que la experiencia neocatecumenal, tan extraordinaria y sublime, pueda
ser comentada sólo por aquel que la ha vivido !
En
su inicio hay una serie de sacrilegios ya que desde el primer día todos deben
escuchar no sólo la catequesis sino también participar en la
"Eucaristía", considerada por la Iglesia del Concilio “como la
fuente de todo el culto y de la vida cristiana ", pues en ella "está
todo el bien espiritual de la Iglesia”, "raíz y principio (...) del cual
debe partir toda educación que tenga por fin formar el espíritu de la comunidad
", etc.
Kiko
autoriza a todos a recibir la comunión: “Aquí puede venir un ateo o cualquier
otra persona. Durante este tiempo nunca hablamos sobre el sexo, el
trabajo..., ni si uno tiene una amante o si roba, si mata o deja de matar...
¡nada! Pedimos sólo una cosa: venir a escuchar la Palabra de Dios una vez
por semana y celebrar la Eucaristía. Cada uno continúa actuando como quiera...”
Evidentemente
‚l no cree en la "presencia real", resultado de la
transubstanciación, y considera que la Eucaristía puede ser recibida incluso en
pecado mortal, contra la doctrina y la prohibición del Concilio de Trento, que
Kiko detesta (cf. DS 1642 y Can. 2, 1652, 1647).
¿Qué
éxito positivo puede tener un Camino de conversión iniciado en el pecado
y anclado durante años en la profanación de la Eucaristía? Si en los primeros
años Kiko hace omitir la recitación del Credo, ¿cómo puede atreverse a que se
reciba un sacramento que es el Misterio de fe por excelencia y supone,
sobre todo en los adultos, no sólo el estado de gracia, sino también un cierto
grado de madurez intelectual y espiritual...?
Otro
fruto del pésimo árbol del Camino N.C., (al menos siguiendo la lógica más
elemental, y no las piruetas y vaivenes de los discursos de Kiko ), es el
velado rechazo de las fuentes de la revelación: Sagrada Escritura y
Tradición, como el Magisterio siempre lo ha interpretado y propuesto a los
fieles en el transcurso de los siglos.
a)
La demostración a priori es sencillísima: negando el sacerdocio ministerial se
niega el Orden Sagrado que constituye la jerarquía, a su vez dotada, entre
otros poderes, de un magisterio infalible, el único que puede definitiva
e indiscutiblemente interpretar el sentido de la "Palabra de Dios
transmitida y escrita".
Pero la teología
de Kiko niega el Orden Sagrado, por tanto niega también el sacerdocio
ministerial, la jerarquía, los poderes de la Iglesia visible, entre los
cuales el del Magisterio, remitiendo a la inspiración personal la
interpretación de la Sagrada Escritura...
b)
En cuanto a la Sagrada Escritura muy hábilmente habla Kiko -¡Y solamente una vez!-
de la interpretación que de ella da la Iglesia ( cf. Orientaciones...
págs. 238 ss). Mas no teme el afirmar que “la Biblia se interpreta por si
misma a través de paralelismos... ", expresión muy ambigua..., y que
"lo importante es la experiencia de las personas... “ (Orientaciones...
Del esquema pág. 45).
Insostenible
es lo que afirma del Nuevo Testamento en su relación con el Antiguo. Después de
citar el elenco de los libros de éste, agrega: "finalmente tenemos el Nuevo
Testamento, que incluye los Evangelios, los Actos de los Apóstoles y el
Apocalipsis. Este no es muy importante. De forma especial os lo digo a
vosotros, si queréis lo decís y si no queréis, no ". (Orient.
Pág. 249).
Por
consiguiente el Nuevo Testamento sería menos importante que el Antiguo, aun
siendo verdad que éste prepara a aquél, tratándose no de la palabra de los
Profetas, sino de la del propio Verbo Encarnado (cf. Heb. 1-10s).
c)
En cuanto a la Tradición Apostólica, enriquecida por las contribuciones del
Magisterio Eclesiástico, ordinario y solemne, Kiko se atribuye facultades de
interpretar la Palabra de Dios de modo completamente autónomo.
Son
muy numerosas sus exégesis que no concuerdan con el Magisterio... (Cf. G.
Conti, Neocatecumenali al bivio, De. Segno, 1994, págs. 28-55); casi
total es la ausencia de los Padres de la Iglesia y de teólogos...; no cita a
los 20 Concilios ecuménicos que precedieran al Vaticano II, ni las
intervenciones de índole dogmática y moral de los Papas. Rechaza abierta,
repetida y duramente las definiciones y las disposiciones del Concilio de
Trento.
Ahora
bien, rechazar la guía materna de la Iglesia significa rechazar la Revelación,
o sea caminar en la oscuridad.
Varías
veces en sus instrucciones Kiko recomienda a los catequistas no revelar a
ningún extraño lo que han escuchado. A su vez los "catequistas"
repitiendo la misma prohibición a los neocatecumenales, aumentan la terrible
amenaza de que los transgresores ser n castigados con una 'maldición'
extendida hasta la 3a o 4a generación.
Sin
embargo Jesús exhortó a anunciar su mensaje incluso sobre los tejados... San
Pablo nunca escondió nada a los paganos, predicándoles las verdades más
profundas e inculcándoles los deberes más arduos..., los apologistas de los
primeros siglos, los Padres de la Iglesia, los teólogos de todos los tiempos
etc, se atrevieron a publicar sus propios escritos y divulgarlos sin excluir
ninguna categoría de lectores.
Comprendo
entonces como el Padre Leone Poggi, de Cuevo, haya podido escribir: "¿Por
qué Kiko no presenta sus predicaciones, publicándolas para que el público sepa,
con conocimiento de causa, quién es, qué cosa predica o qué quiere finalmente
con sus denominadas revelaciones y las de Carmen? ¿Por qué las reuniones son
siempre de noche y en pequeños grupos, casi siempre sin permiso de los
respectivos párrocos? ¿Por qué aquellas instrucciones reservadas a los
catequistas?
“¿Por
qué en sus predicaciones nunca se hace referencia a la confesión, a la comunión
y a la vida de la gracia, y solamente se habla de la necesidad de una nueva
instrucción catequística y no otra? ¿Y por qué es necesario que dure tantos
años, hasta diez o más, y considera la antigua catequesis como errónea y
falsa..., pretendiendo proponer un cristianismo hasta ahora desconocido, al
menos desde el inicio del siglo IV hasta el Vaticano II?
La
explicación es intuitiva: Kiko y Carmen temen las reacciones del mundo
católico, especialmente de los fieles más peritos en teología, en exégesis
bíblica, en patrística, como en historia de la Iglesia, herejías, Concilios y
Magisterio Pontificio...
Por
eso la gran mayoría de los neocatecumenales se compone de gente humilde,
inculta, casi analfabeta en materia de religión.
Confirma esto,
además, el descuido y hasta el desprecio que tiene por la ciencia teológica,
justamente como pensaba Lutero...
Kiko-Carmen
temen particularmente que la jerarquía descubra el fondo doctrinal de su Camino...,
que la Iglesia los desacredite ante la opinión pública, que los condene, que
les impida efectuar el plan de fundar una nueva Iglesia,-demoliendo la Católica
Apostólica y Romana; que es exactamente la del Concilio de Trento por ellos
detestado.
Muchos sospechan que por detrás de sus personas
esté la sombra de la masonería y de otros innumerables enemigos de la fe. De
otra forma no se explica su "estrategia del secreto".
Para
ofrecer una exposición más rápida y lineal casi siempre omití, deliberadamente,
la citación de las fuentes, que se encuentran en los volúmenes que publiqué, en
donde cada pasaje de las "catequesis" de Kiko y Carmen es traído
entre comillas con la precisa indicación de las páginas.
Esta
síntesis, fundamentada principalmente en el examen de aquella catequesis tiene
las más amplias confirmaciones en los testimonios de algunos centenares de
cartas, casi todas de ex-neocatecumenales que repitiendo lo que yo ya sabía,
aportaron preciosos detalles respecto a los tristes hechos.
Sabiendo
que no hay error que, por más grave que sea, no contenga un fondo de verdad (
Cf. S. Tomás, Suma c. Gent. III -c 10), estoy también seguro que la
doctrina y la praxis de los neocatecumenales contiene algo bueno pero sólo
aquello que, derivado del "seno materno de la Iglesia", hace algún
bien a las almas... Por tanto estoy también convencido de que el bien
verdadero, profundo, duradero no puede ser jamás mezclado con el mal...
"Bonum ex integra causa, malum ex quocumque defectu " ( cf. Summa
Theologica , I-II, q. 18, a. 4-3). Ni siquiera el demonio puede concebir o
querer el mal puro que ciertamente se perdería en la nada, pues
precisamente el mal es la privación del bien, la privación si es total
es negación absoluta.
Quien para informarse interrogara a ciertos
neocatecumenales todavía en el Camino, puede recibir con frecuencia respuestas
muy contradictorias, porque en las comunidades los "catequistas" no
acostumbran a decir todo, además, prefieren callar cuando el asunto es el
núcleo profundo de la doctrina de sus maestros, especialmente si el auditorio
está todavía anclado en la doctrina católica.
Los
"catequistas" informados de mi reacción siempre invirtieron los
términos del discurso, declarándome hereje e incluso "endemoniado",
hablando mal de mí en cuanto pudieron.
Siendo
casi el único en sustentar, con algunas publicaciones, la ortodoxia contra las
ideas de los poderosísimos fundadores del Camino, tengo también
conciencia del riesgo a que me expongo. Pero la causa es digna de esto y de más
todavía.
Nota:
(1). El pretendido contraste entre religión
natural (o religiosidad natural) y el Cristianismo constituye uno de los puntos
mas oscuros e insostenibles de la catequesis de Kiko, que muestra ignorar hasta
el sentido de los términos. A él y a sus discípulos sería preciso recordar,
entre otras cosas, que la naturaleza no se opone a la gracia, ni la fe a la
ciencia, ni la ciencia a la filosofía, ni la filosofía a la teología, ni la
teología a la Revelación, ni la Antigua Alianza a la Nueva. Jesús no vino para
abolir, sino para perfeccionar, no para condenar sino para redimir. Como Verbo,
en el cual y para el cual todo fue hecho, El es el Mediador universal que
reconcilió todo y a todos con el Padre, Supremo origen de todos los valores.