Magisterio de la Iglesia
El camino neocatecumenal
¿Es del todo ortodoxo?
Fray Antonio de Lugo OSH
La pregunta parecerá extraña a algunos lectores, dado el incremento que, en pocos años, ha tomado el "Camino Neocatecumenal", con el apoyo de no pocos Prelados y muchos Sacerdotes, fundado el año 1964, por Kiko Argüello y Carmen Hernández, en Palomeras Altas, suburbio del extrarradio de Madrid. Es "Camino". y como todo camino supone movimiento; también se le conoce con el nombre de "Movimiento Neocatecumenal".
Sin embargo, a quien tenga referencias del libro "Orientaciones a los catequistas para la fase de formación", la pregunta es obligada. Sus autores, Kiko y Carmen, exponen la historia, finalidad, doctrina y prácticas del mismo; consta de unas 400 páginas, y fue escrito en 1972.
No está al alcance de todos; es concreto; sólo lo pueden manejar los que han de formar a los catecúmenos; se insiste, a través del libro, en el secreto. Sirva como muestra la siguiente consigna: "No digáis nada de estas cosas; esto que se os dirá no es para que lo digáis a la gente, sino para que vosotros lo tengáis como fondo, como base".
Es posible, casi seguro, que muchos de los que apoyan este Movimiento, incluso Obispos, no conozcan dicho libro, de no fácil adquisición. En él, como veremos, hay injustos y descarados ataques a dogmas fundamentales de la Iglesia, y a la Iglesia misma, a su Jerarquía y Magisterio.
Por supuesto, la inmensa mayoría de los "catecúmenos" nada sospechan de esto, porque la formación no es clara, emplean palabras polivalentes y así encubren graves errores, que se ofrecen como expresión de la doctrina postconciliar. Parece un auténtico "Lavado de cerebro", previo a un Movimiento religioso, tanto más peligroso cuanto más sus metas permanecen encubiertas.
No pocas personas, al advertir ciertos errores, no acordes con la verdadera fe, se han retirado. La falta de formación religiosa adecuada explica que otros, en cambio, se encuentren a gusto e incluso, con la mejor buena fe, crean haber encontrado el futuro de la Iglesia, según la mente del Vaticano II. Parece que nos encontramos en un "camino" peligroso para la integridad y pureza de la te católica, Hablo sobre los textos de este libro base.
Me gustaría saber quién está detrás de Kiko y Carmen. ¿Una persona, una institución...? Y esto porque considerando a los fundadores del Neocatecumenado católicos sinceros, me extraña que no hayan dudado en escribir un libro, destinado a la formación de la fe, para los miembros de un movimiento que, consciente o inconscientemente, promueve la demolición de la Iglesia. Desde luego, no puede ser fruto del amor aquello que ataca, sin consideración, los dogmas medulares que nos transmiten la Palabra de Dios, que no respeta normas morales, litúrgicas, etc. Para mí, no es de recibo la idea que tienen del primitivo cristianismo, pues no responde a la realidad.
Es posible, y muy de veras se lo pido a Dios, que hayan rectificado tales errores, entre los que no faltan herejías, al menos materiales, porque el daño a la fe puede ser grande. En todo caso, deberían hacerlo públicamente, a través de los medios de comunicación a su alcance, porque el mal es público; aunque se advierte un ligero cambio de estrategia, y más cuidado de la imagen.
Por noticias confidenciales de solvencia, creo que no hay cambios sustanciales, y lo siento. Si algo bueno hay, creo que se debe conservar, dando de lado a cuanto no sea trigo limpio; como diría el Apóstol: "…quod bonum este, tenete".
Me ha movido a insistir sobre el tema, del que algo he publicado no hace mucho tiempo, la confusión que hay detrás del Pueblo de Dios. Muchos juzgan el Movimiento como de sólidas raíces cristianas e indiscutible fidelidad a la Jerarquía eclesial, cuando en realidad a donde conduce es a una "Nueva Iglesia", esa de que tanto se ha hablado después del Concilio.
Es la vieja táctica del enemigo que, como advierte San Pablo, "...se viste de ángel de luz" para penetrar en la Iglesia y en sus Instituciones y desde dentro provocar la de que habló el Pablo VI, y que no sin razón dijo: "por algunas grietas ha penetrado en el Santuario el humo de Satanás".
Tengo en mi poder tres trabajos extensos y bien documentados. Uno confidencial, no para ser publicado, escrito en francés, por un canadiense que ha pertenecido a las Comunidades y ha sido catequista. En él comenta el libro "Orientaciones" con veracidad y buen sentido. Los otros dos están publicados en revistas italianas; uno de ellos, el año 1983, en la revista "Sí, Sí; No, No" titulado: "Movimiento Catecumenal". El otro, en "Chiesa Viva", de Brescia, en su núm. 45, abril del 87, original de su director titulado "Comunidades Catecumenales, Movimiento herético".
El canadiense ha manejado mucho el libro en cuestión, por su condición de "catequista"; pero se apartó del Movimiento cuando comprobó los desvaríos teológicos, bíblicos, litúrgicos e históricos, en que el Catecumenado se asienta.
Los tres coinciden, porque los tres han bebido en la
misma fuente. La coincidencia es casi literal y todos hacen breves comentarios
a los errores con que tropiezan, sin pretenderlo. Me confirman los datos que,
por medios estrictamente confidenciales, tengo en mi poder. De todo este
material hago legítimo uso para escribir estas cuartillas.
MI INTERROGANTE
¿Nos hallamos ante unos católicos de buena ley, instrumentos del Espíritu Santo para la renovación de la Iglesia?
Ellos así lo proclaman, como se aprecia en las siguientes palabras de Argüello, “Yo os estoy dando la vida a vosotros. por medio de la Palabra de Dios, depositada en mí ... ; la explicación la doy yo". Por esta razón exigen una obediencia total a Kiko y a Carmen. que son los "natos" catequistas de todo el Movimiento, a quienes están sujetos los miembros de las diversas comunidades.
Pero, no es posible admitir que el Espíritu Santo (Principio Vital de la Iglesia, que la anima, la sostiene, la conduce misteriosamente hacia su fin, que la renueva y la santifica), pueda inspirar cosa alguna que provoque su descomposición interna, mediante catequesis basadas en principios doctrinales y normas morales que contradicen, abiertamente, las verdades reveladas por Dios, y que la Iglesia conserva con fidelidad y expone con autoridad, para lo cual no le puede faltar, en virtud de la promesa de Cristo, la asistencia del Paráclito, Alma de la Iglesia, según la célebre frase agustiniana, que hizo suya el Papa león XIII, en la Encíclica "Divinum illud munus”.
Los carismas proceden de Dios, y tienen un sello inconfundible, que en este caso, sinceramente, no aparece. Más bien es patente una actitud arrogante, poco respetuosa con la Autoridad de la Iglesia, que por derecho-divino ejercen los Papas y Concilios, de los cuales se hace caso omiso, y cuyas enseñanzas. incluso dogmáticas, se comentan con desdén, cuando no con desprecio.
Tal actitud se opone "per diametrum" a los criterios, válidos hoy como ayer, para el discernimiento de espíritus. El autor o autores de "Orientaciones", ¿aman a la Iglesia Católica? porque da la impresión de no tener otro fin que provocar cambios drásticos y profundos. Sólo así se explica la crítica a la misma Iglesia, a su doctrina y a su moral, sin excluir la Liturgia, los Sacramentos e incluso los estudios filosóficos y teológicos, etc. Es expresivo el siguiente parrafito: “Ahora hemos entrado en una época maravillosa, donde ser cristiano será no adherirse a ninguna verdad". Y, ¿qué decir del siguiente?: “El cristianismo tradicional, como bautismos, primera Comunión, Misa dominical, no matar, no robar..., no tenía nada de cristianismo, era un asco ... ; sin haber tenido un espíritu nuevo venido del cielo... Ahora Dios nos ha convocado para comenzar un Catecumenado hacia el renacimiento".
No cabe pensar que lo dicho se haya pronunciado como oráculo del Espíritu Santo; más bien parece fanatismo religioso, patológico, no raro en la Iglesia. Esta, en el correr de los siglos, ha conocido crisis diversas, algunas muy graves, con incidencias en la doctrina, en la moral y en la disciplina; y es entonces cuando surgen movimientos muy semejantes al Neocatecumenal, con el mismo talante reformista y renovador, sin fundamentos serios y estables, con poca humildad y sobra de pedantería, como los cátaros, albigenses, los valdenses, los fraticelos, los espirituales y otros que se decían poseedores de un carisma sobrenatural para la renovación de la Iglesia. Aparentaron fidelidad a la Jerarquía, hasta que, descubiertos sus errores, apareció la verdad. Todos ellos terminaron fuera de la comunión eclesial. Los carismas que Dios concede a quien quiere son dones gratuitos otorgados para edificación de la Iglesia; no para su demolición.
UN BREVE ELENCO DE ERRORES
Según los dirigentes del Camino Neocatecumenal, la Iglesia comenzó a corromperse en el siglo IV. Así, un sacerdote que asistió aun Congreso del Movimiento, en Barcelona, de regreso comentaba alborozado: "Nos lo hemos cargado todo".
Kiko no considera el Camino Neocatecumenal como un medio más entre otros. con sus notas específicas, si se quiere, para el incremento de la santidad en el Cuerpo Místico de Cristo. Para el fundador del Neocatecumenado, éste no es un camino, sino "el camino". con carácter excluyente.
Así se comprende por qué no se integran en la dinámica parroquial, produciendo con ello división en las Parroquias, en las que están enquistados; y esto por principio, ya que consideran que el Neocatecumenado es la nueva fórmula, la única, para volver al primitivo cristianismo. La afirmación parece no estar exenta de cierto"mesianísmo".
Esta idea se repite con insistencia, sin suficientes credenciales que les acrediten ante los fieles y sobre todo ante la Jerarquía que, pese a todo, en bastantes casos, aprueba su actuación o al menos la tolera. Por otro lado, tales pretensiones carecen de consistencia, conociendo el concepto que del primitivo cristianismo tienen Kiko y Carmen.
Leyendo el libro tantas veces citado y escuchando a los miembros del "Camino Neocatecumenal", se podría pensar que por espacio de 16 siglos el Espíritu Santo ha abandonado a la Iglesia, no obstante la promesa del Divino Fundador, que garantizó con Su palabra: "...permaneceré con vosotros para siempre"; y El mismo, al conferir a los Apóstoles la misión divina de evangelización de todo el mundo, les dijo: "Yo permaneceré con vosotros hasta la consumación de los siglos".
¿Es posible que ante la corrupción de la Iglesia, que según ellos data de los tiempos constantinianos, el Espíritu de Dios haya abandonado a la Esposa de Cristo, hasta que aparecieron en el panorama eclesial Kíko y Carmen? Ellos nos aseguran que: "así el cristianismo podrá brillar con toda su pureza y frescura. Así podremos acercarnos de nuevo a la Iglesia primitiva".
Los autores del libro no dejan cosa en pie: Dogmas, moral, Magisterio Pontificio, Episcopal, Conciliar, exégesis; todo debe ser reformado, según "carisma". Una auténtica "apocatástasis” eclesial; que, según Kiko, es el único camino que nos llevará a. la perfección cristiana.
Hago ahora un breve comentario a los errores de más bulto que se aprecian en el Camino Neocatecumenal, según la exposición de sus fundadores, que dicen: "Como Moisés en el desierto, somos (Kiko y Carmen) vuestra ayuda"; "Como Abraham caminó… también debéis caminar vosotros, según la Palabra; os entregaremos el Espíritu Santo... seréis convocados asamblea del Espíritu Santo… os hablará Dios";… “…todos vosotros habéis sido señalados a dedo por Dios”, etc., etc.
"En el primer escrutinio bautismal, durante algunos años se os dirá que debéis vender vuestros bienes. Y debéis venderlos todos, porque sino los vendéis no podréis entrar en el Reino ni siquiera en el catacumenado". Creo que es una deformación del primitivo espíritu de los cristianos; no consta que se les "haya impuesto” semejante opción.
PECADO Y CONFESIÓN SACRAMENTAL
"En la Iglesia primitiva no se consideraba pecado mortal más que la apostasía". Sobre la institución por Jesucristo, de la confesión sacramental afirma: "En la Iglesia primitiva, con esta concepción del pecado, era muy difícil a los bautizados caer de nuevo en el pecado. Y es porque en la Iglesia primitiva no hay otra expresión del Sacramento de la Penitencia que el Bautismo"; "se consideraban pecados muy graves, además de la apostasía, el homicidio y el adulterio público; cuando en la Iglesia se institucionalizó un poco, apareció la institución de la penitencia".
No se habla del Magisterio instituido por Cristo para interpretar auténticamente el sentido de la Palabra de Dios; sus reuniones, como "preparación de la palabra”, se reducen a practicar el libre examen luterano, ya que "cada cual expone lo que el Espíritu lo sugiere", aunque sea sacerdote o incluso párroco; es tajante la siguiente afirmación de Kiko: "Yo os estoy dando la vida a vosotros, por medio de la palabra de Dios depositada en mí, la explicación de la palabra la doy yo".
Con la renovación teológica del Concilio, no se ha hablado más del dogma de la Redención, sino del misterio de la Pascua de Jesús".
Cabe preguntar ¿en qué claves se ha leído el Concilio? Pero, sigamos.
¿Por ventura, necesita Dios de la sangre de su Hijo para aplacarse? ¿Pero, qué raza de Dios nos hemos fabricado? “Hemos llegado a pensar que Dios aplacaba su ira con el sacrificio de su Hijo, a la manera de los dioses paganos".
Esto se comenta por sí solo; llama la atención la irreverencia, rayana en blasfemia.
En cuanto a la Resurrección, se aproxima a las tesis de Hans Küng, y escribe: "El memorial que El deja es su espíritu resucitado de la muerte". "¿Cómo han visto los apóstoles a Cristo resucitado? ¿Como un fantasma? No, lo han visto "en ellos mismos"… constituido como espíritu vivificante"; claramente niega la reanimación del Cuerpo Santísimo del Señor, yacente en el sepulcro, por su Alma; aspecto esencial del misterio.
Sigo leyendo y tropiezo con el siguiente disparate, dogmático y teológico: "Habían puesto en estuche al Espíritu Santo...; lo habían embotellado y puesto en tratados que podían dominar, en los cuales tenían todas las más preciosas cosas sobre el conocimiento de Dios; de Dios Uno y Trino; de Dios Creador, etc, y sin rendir cuentas de ello habían empobrecido la visión de Dios". Entre otras cosas, la ignorancia teológica no es pequeña.
No obstante los sagrados dogmas del "Sacrificio Eucarístico", y de la Presencia real" en las Especies consagradas, definidos por el Concilio Tridentino, en el libro “Orientaciones", son objeto de los más burdos ataques, propios de la impiedad o más bien un rasgo muy característico en los falsos carismáticos. No se respeta el dogma, ni la historia eclesiástica, ni la exégesis bíblica, ni la autoridad de los Concilios, suprema e infalible, cuando, como en este caso, definen una verdad como dogma de fe que debe ser aceptado sin restricciones por todos los fieles de la Iglesia.
SACRIFICIO
"Las ideas sacrificiales han entrado en la Eucaristía por condescendencia sugerida por el momento histórico, a la mentalidad pagana"… "Por ventura, ¿necesita Dios de la”sangre" de su Hijo para aplacarse? ¿Pero, qué raza de Dios nos hemos fabricado? Hemos llegado a pensar que Dios aplacaba su ira con el sacrificio de su Hijo a la manera de los dioses paganos….". Insiste: "…las ideas sacrificiales han entrado en la Eucaristía por condescendencia con la mentalidad pagana ... "; "la masa de la gente pagana vela Liturgia cristiana con sus ojos religiosos vueltos a la idea del sacrificio...". "Las discusiones medievales sobre el sacrificio se referían a cosas no existentes en la Eucaristía primitiva, dado que en ella no había ningún sacrificio cruento; o sea, alguien que se sacrifica: Cristo, el Sacrificio de la Cruz, el Calvario, sino solamente un sacrificio de alabanza"; rasga sus vestiduras ante la enormidad" que reflejan las siguientes palabras, estimulantes de la piedad cristiana y el amor a Cristo paciente; soporte de la ofrenda personal al Padre, por el Hijo, en el Espíritu Santo: "Con la Hostia santa, pura e inmaculada, te ofreces tú, tu trabajo, y el día que comienza”; "El Sacramento es el pan, el vino y la asamblea. Y desde la asamblea, de donde brota la Eucaristía".
Es clara la negación del carácter sacrificial de la Misa, de la Presencia Real y del Sacerdocio.
No es menos explícito e hiriente, respecto de la presencia real de Cristo, después de la Consagración; la niega y aún ridiculiza. Entre ellos se oye la frase: “No quiero comulgar a Cristo en conserva", (refiriéndose a la Sagrada Reserva del Sagrario) y escribe: “La Iglesia Católica, llega a obsesionarse con relación a la Presencia Real, tanto, que para ella la Presencia Real, lo es todo". "Hemos transformado la Eucaristía, que era un canto a Cristo resucitado, en el divino Prisionero del Tabernáculo", "...en un cierto momento fue necesario insistir, contra los protestantes, sobre la presencia real, pero ahora, ya no es necesario, y no se necesita insistir en ello": "...inconcebible el que alguno no comulgue, porque a la cena pascual se va precisamente a comer"; "todos los valores de adoración y contemplación, extraños a la naturaleza del banquete, quedan eliminados"; "lo más importante no está en la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía, sino en el fin, en la Eucaristía como misterio de Pascua”.
¿Cómo entiende la Pascua?, parece que al modo protestante: sin sacrificio y sin presencia real, ofende sin consideración la piedad eucarística de los fieles.
SALVACIÓN; GRACIA; SACRAMENTOS
Se aproxima más a Lutero que a la Iglesia Católica, en el modo entender, y así lo expone, el misterio de la justificación y salvación del hombre por Jesucristo. Leemos: “El hombre separándose de Dios, ha permanecido radicalmente importante para practicar el bien, esclavo del maligno"… "el hombre no se salva por medio de prácticas", (¿quiere decir, obras?. Así parece); "Dios perdona nuestros pecados y su Espíritu nos hace santos, hijos de Dios; y esto gratuitamente, a cualquiera que crea que Jesús es enviado del Padre como nuestro Salvador". En este sentido, sin los matices exigidos por la verdad, exponen la palabra de Dios; incluso en Homilías. ”…al más pecador, al más vicioso, le regala la vida eterna”; si está arrepentido de sus vicios y pecados, ¿no es así?
GRACIA SANTIFICANTE
"Para un cristiano, a lo San Luis, con su, "antes morir que pecar” lo fundamental es estar en gracia de Dios"; ¿Cómo entiende la Gracia, que es amistad con Dios y comunión de vida con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo?
SACRAMENTOS Y COMPORTAMIENTO CRISTIANO
El cristianismo no es un moralismo, Jesucristo no es, de hecho, un ideal, un modelo de vida, no ha venido para darnos ejemplo"; " ...los Sacramentos no constituyen una ayuda para tal fin..."; “el cristianismo no es una llamada a la conciencia y a la honestidad sino a la invitación para recibir el anuncio del perdón gratuito todos nuestros pecados".
Lutero no sólo afirma que el hombre quedó por el pecado radicalmente corrompido, sino que, además, quedó en un estado tal que le dejó "insanable”.
Doctrina falsa, deprimente y pesimista. La Iglesia, con el resplandor de la Verdad revelada, afirma que el hombre herido por el pecado, es "rehabilitado" por la gracia de Cristo, y puede alcanzar, si colabora con su aportación personal, a la acción salvadora de Dios, las metas más cimeras de la santidad. Los Sacramentos sólo “alimentan la fe en Cristo Salvador”, es la “fe fiducial” protestante: la revelada es que además comunican la Gracia que significan, en virtud del poder divino; no por “obra de magia” como se oye decir.
A la vista del contenido en el libro "Orientaciones a los equipos de catequistas para la fase de conversión", del que son los extractos comentados, casi a vuela pluma, se me puede decir que eso "es agua pasada". Pido a Dios, de todas veras, que sea así; pero, no sin fundamento, debo replicar que los Neocatecumenales siguen “su camino".
Es verdad, advertí al principio, que hay una mejora en la imagen y desde luego, un cambio en la estrategia o táctica operativa, que se hacen concesiones a la galería, a través de publicaciones, declaraciones, entrevistas, etc., etc.
No es este el momento de responder "ad hoc"; si el Señor es servido, en otra ocasión será. No quiero afirmar, porque no es cierto, que sean las Comunidades Neocatecumenales culpables del desmadre que se observa en las celebraciones eucarísticas y penitenciales: abusos litúrgicos, alarmante descenso de la confesión sacramental; disminución lamentable de las devociones eucarísticas, sobre todo la Visita al Santísimo y omitir la genuflexión después de la consagración en la Santa Misa; poco respeto a las normas de la Iglesia en general; casi desaparición del sentido de lo sagrado en ciertas celebraciones, y vaciamiento sacramental de los Sacramentos; penetración del secularismo en la Iglesia, incluso. en el culto, que no invita a la penetración, siempre en fe, del misterio de Dios, etc., etc.
Repito, no son los únicos culpables, pero sí es evidente que, su contribución es muy notable, ya que se aprecia en los fenómenos apuntados, una sintonía muy clara, con la doctrina que ha puesto en pie el "Camino Neocatecumenal", a juzgar por los fundamentos doctrinales de sus principios. El libro "Orientaciones" contiene todo un cuerpo de doctrina bien distinta de la doctrina católica. Ofrece la clara imagen de la nueva Iglesia", que, ciertamente, no es la Iglesia de Jesucristo.
Anexo: SOBRE LAS COMUNIDADES NEOCATECUMENALES
En el número 173 de la publicación católica mensual CHIESA VIVA que se edita en Brescia, su director, el padre Luigi Villa, ha publicado una interesante encuesta sobre las "comunidades neocatecumenales”, fundadas en 1964 en Madrid, por el pintor español Kiko Argüello, y hoy en día extendidas a muchas naciones (cfr. "LA NOSTRA INCHIESTA SUI MOVIMENTO NEOCATECUMENALE”, pág 28). Basándose en un libro capital e inédito del mismo Argüello , ORIENTACIONES y (400 pgs , Madrid 1972), destinado a la formación de los catequistas del movimiento, el padre Villa pone en evidencia los conceptos extraños y los errores “pastorales" y doctrinales que se leen en la obra.
El fundador, por ejemplo, se coloca desde un punto de vista claramente protestante: “os estoy dando la vida a través de la Palabra de Dios depositada en mí; la explicación de la Palabra la doy yo”. En estas palabras se advierte un desprecio hacia la vida de la Iglesia anterior al moderno movimiento carismático. "El cristianismo tradicional no tenía nada de cristianismo y daba asco, estaba privado del nuevo Espíritu recibido del Cielo". Consecuentemente aparece con evidencia el rechazo de las formas de la sana religiosidad tradicional: "Procesiones, grandiosas basílicas, ofertorios llenaban la liturgia de ideas ligadas a una mentalidad pagana. Tabernáculos, exposiciones solemnes, adoraciones, genuflexiones, visitas al Santísimo, todas las devociones eucarísticas, acción de gracias después de la comunión, todo esto minimiza la eucaristía y está muy lejos del sentido de la Pascua". En efecto, ellos prefieren comulgar permaneciendo de pie y consideran inaceptable el no comulgar, puesto que “a toda cena pascual se va, como es propio, para comer”.
Otras aberraciones puestas en evidencia a través de la encuesta son la negación de la Eucaristía como verdadero Sacrificio, la negación de la presencia real y, la no obligatoriedad de vivir según la moral evangélica. “JESUCRISTO NO ES EN ABSOLUTO UN IDEAL, UN MODELO DE VIDA; NO HA VENIDO A DARNOS EJEMPLO, SINO SOLO A JUSTIFICARNOS”.
(Publicado en CORRISPONDENZA ROMANA, 2/VI/1987)