COMUNIÓN EN LA MANO... ¿O EN LA BOCA?

    Comentarios del libro del Obispo

    de San Luis, Monseñor Juan Rodolfo Laise

        “COMUNIÓN EN LA MANO”

                  Documentos e historia

                      

 

     ¿De que manera se debe recibir la Sda. Comunión? Y sobre todo: ¿Cuál

     es la que agrada a Jesús ya que se corresponde con la Fe de la que es signo?

                                     

     Generalmente se está mal informado en este tema. Es importante tener los

     conceptos claros, para saber discernir entre la verdad y los malentendidos,

     o maliciosos, que lamentablemente abundan.

 

       Uno de los mejores libros  sobre este tema es:  "COMUNION EN LA

     MANO", escrito en 1997 por Monseñor Juan Rodolfo Laise, Obispo de San

     Luis (Argentina.)  Lo denominaremos abreviadamente - C.M.– Monseñor Juan

     Rodolfo Laise prohibió distribuir la Sagrada Comunión en la mano en toda su

     diócesis.

 

     El Obispo de San Luis comenta en su libro, con respecto a esta forma de

     distribuir la Sagrada Comunión: 

 

            «Conociendo la historia de este rito, reintroducido CLANDESTINAMENTE,

     difundido en base a equívocos, y confirmado por medio de desobediencias

     inquebrantables... (a la Iglesia), imponiendo a lo largo de veintisiete años un uso

     al que el Papa no quería autorizar por considerarlo peligroso para el bien de la

     Iglesia (MD [12]), hasta que lograron finalmente que se extendiera por casi todo

     el mundo.»  (C. M., página 133).

 

          «El mismo Pablo VI ha tenido que lamentar públicamente: "Ciertas formas

     de actuación en diferentes partes de la Iglesia, que son motivo de no poca

     preocupación y dolor...". Y prosigue el Papa: " Nos referimos sobre todo a esa

     mentalidad según la cual muchos reciben con disgusto cuanto proceda de la

     autoridad eclesiástica, (...) en materia litúrgica hasta las mismas Conferencias

     Episcopales obran a veces por su cuenta más de lo justo. (...) Se hacen

     experimentos arbitrarios y se introducen ritos que repugnan  abiertamente a

     las normas de la Iglesia." (Discurso al Consilium ad exequendam Constitutionem

     de Sacra Liturgia, 14 de octubre de 1968, A.A.S., 1968, p.735.)» (C.M., p.119).

 

     No respetan la legislación universal de la Iglesia, de comulgar en la boca. El

     Papa Pablo VI denuncia en su Instrucción "Memoriale Domini",  (abrev.

     MD),  la introducción subrepticia de la comunión en la mano:

 

         «Y aún más, en algunas comunidades y lugares se ha practicado este rito, a pesar

     de no haberse pedido antes la Aprobación de la Sede Apostólica.»   (MD,  1274

     –num. Enchi. Vaticanum, tomo 3-)  (Pág. 17, 19, C.M.) 

 

         «La introducción de este uso ha sido ILEGAL  y ABUSIVA» (C.M., p.55)

 

         «En realidad el motivo de la Instrucción Memoriale Domine no fue

          instrumentar, la adopción de la comunión en la mano,  sino mantener su

          prohibición.»  (C.M., página 136.)

    

     En los primeros tiempos de la Iglesia comulgaban en la mano, «un evidente

     anacronismo: los antiguos no conocían otro modo.» (C.M.,p.69) «Pero la

     comunión en la boca es el modo que hubieran deseado tener.»  (C.M.,p.68).

     «Las prescripciones de la Iglesia y los documentos de los Padres,

     manifiestan claramente la máxima reverencia, y suma prudencia tenidas para

     con la Sagrada Eucaristía. Porque "nadie come aquella carne a no ser que

     previamente la haya adorado", y al sumirla cada uno es amonestado: "...recíbela

     cuidando que nada de ella se pierda":  "Porque es el Cuerpo de Cristo"».

     (Memoriale Domine, 1275) (C.M., p.19).

 

    ¿Porqué la Iglesia prefirió la actual forma tradicional de comulgar en la boca?

 

     El cambio del uso primitivo y sus razones.

 

     1276.-  Después de que la verdad del misterio eucarístico, su eficacia y la

     presencia de Cristo en el mismo, fueron escrutadas más profundamente,

     por urgirlo ya, la reverencia debida hacia este Santísimo Sacramento, y al

     sentido de la humildad con la que es preciso que sea recibido, se introdujo la

     costumbre de que el ministro pusiese por sí mismo la partícula de pan

     consagrado en la lengua de los que recibían la comunión.

 

     Mons. Laise hace referencia al historiador Jungmann para referir al peligro

     que ya existía en el pasado y que hoy renace:

 

           «Esta costumbre de entregar la Eucaristía en la mano traía consigo el

     peligro de abusos... Con todo, más que el temor a los abusos, influyó sin duda,

     la creciente reverencia al sacramento a que se diese la sagrada forma

     directamente en la boca.  Aunque existen noticias de épocas anteriores,

     testimonios ciertos de la abolición -la comunión en la mano- se dan sólo en

     el siglo IX.» (C.M., p.58). Lo que reitera que inclusive desde muy pronto no fue

     unánime la Comunión en la mano... como sí lo fue la fe y la intención de expresarla

     en el modo de tratar la Sagrada Forma.

 

     Motivos para conservar la comunión en la boca.

 

     1277.-  Este modo de distribuir la santa Comunión, considerado el estado actual de

     la Iglesia en su conjunto, debe ser conservado, no solamente porque se apoya en un

     uso transmitido por una tradición de muchos siglos, sino, principalmente, porque

     significa la reverencia de los fieles cristianos hacia la Eucaristía.  Ahora bien, este

     uso no quita nada a la dignidad de la persona, de los que se acercan a tan gran

     Sacramento y es propio de la reparación que se requiere para recibir el Cuerpo del

     Señor del modo más fructuoso posible.

     Esta reverencia significa la comunión, no de “pan y bebida común” sino del

     Cuerpo y la Sangre del Señor...

 

     1278.-  Con esta manera,  tradicional, se asegura más eficazmente que la

     Sagrada Comunión sea distribuida con la reverencia, el decoro y la dignidad

     que le son debidas, de modo que se evite todo peligro de profanar las

     sagradas Especies Eucarísticas, en las que "de modo singular está presente

     todo y entero Cristo, Dios y hombre, de manera substancial y permanente"; y para

     que se guarde con diligencia el cuidado que la Iglesia ha recomendado siempre

     acerca de los fragmentos mismos del pan consagrado: "Pues lo que dejas caer,

     considéralo, como amputado de tus propios miembros."». (Mem. Domine

     1276-1278)  (C.M., pp.21, 23).

 

     El mismo Papa Pablo VI PROHIBIÓ la Comunión en la mano porque lo

     consideraba un cambio ofensivo, después de hacer una encuesta a todos los

     Obispos del mundo, que tuvo estos resultados: «De 2.136 votantes sólo el

     26,6% votó a favor de la posibilidad de comulgar en la mano... pero aún entre

     los votos a favor había muchos que no estaban de acuerdo con la introducción

     del uso pero que sin embargo no veían otro modo de solucionar la situación de

     rebeldía» (C. M., página 72.)

     Veamos el texto:

 

     El Papa decide  NO  PERMITIR  la Comunión en la mano.

 

     1279.-  "Un cambio en asunto de tanta importancia, que se apoya en

     una antiquísima y venerable tradición, además de lo que toca a la

     disciplina, puede traer consigo peligros (...):  una menor reverencia

     hacia el augusto Sacramento del Altar,  profanación del mismo

     Sacramento, y la adulteración de la recta doctrina..."

 

     1280.-    (...) "Por las respuestas de los obispos, es evidente que la inmensa

     estima que de ninguna manera se debe cambiar la disciplina actual; más aún,

     si se cambiara, este cambio sería ofensivo, tanto para la sensibilidad, como

     para la espiritualidad de estos mismos obispos, y de la mayoría de los fieles."   

     (Como se puede apreciar, aún primaba el criterio de la Fe.)

 

     1281.-  "Así, pues, teniendo en cuenta las advertencias y los consejos de aquellos

     a quienes "el Espíritu Santo ha puesto como obispos para regir las Iglesias", en

     razón de la gravedad el asunto y la fuerza de los argumentos aducidos, al Sumo

     Pontífice no le parece oportuno cambiar el modo hace mucho tiempo recibido de 

     administrar a los fieles la SAGRADA COMUNION." (Instr. Mermoriale Domine

     1280-1281.)

 

     Esto es la síntesis, de la Instrucción Memoriale Domini (C.M., p.75) Comenta

     Monseñor Laise, la ratificación y vigencia como ley universal dentro de la

     Iglesia de comulgar en la boca, NUNCA EN LA MANO.)

 

     Parte dispositiva:

 

           "En consecuencia, la Sede Apostólica exhorta vehementemente a los obispos,

     sacerdotes y fieles a que se sometan diligentemente (con empeño, y con ardor), a

     la ley ya vigente otra vez confirmada,  ( por la autoridad Suprema de los Obispos,

     Pastores de la Iglesia, unidos al Papa), atendiendo tanto a la opinión de la mayor

     parte del Episcopado Católico, como a la forma que utiliza el rito actual (en la

     boca y de rodillas), de la sagrada liturgia como finalmente, al bien común de la

     misma Iglesia." (Memoriale Domine 1279-1281.) (Comunión en la Mano, pp 23,

     25, 27.)

 

     El daño ya estaba hecho, la comunión en la mano se había difundido,

     Subrepticiamente contra la voluntad expresa y a pesar de los intentos del Papa por

     evitarlo. La Carta enviada por el Consilium todos a los obispos, junto con la ficha

     de votación decía:

     «En las regiones donde la nueva práctica de poner la partícula en la mano se ha

     introducido, parece cada vez más difícil si no imposible, impedirlo.» Pablo VI,

     en el apunte autógrafo al esquema de la Instrucción "Memoriale Domine", dice:

     «Ha de tenerse presente que el uso o el abuso de distribuir la Sagrada Comunión

     (en la mano) está ya ampliamente difundido en algunos países y que los obispos

     (p. e. Cardenal Suenens), no cree posible reprimirlo.

     

     Era la entronización del Modernismo que apareció reinante.

 

      También el Cardenal Gut, el Prefecto de la Congregación del Culto Divino

     que firmó la Instr.  Memoriale Domine, en una entrevista publicada el 20 de

     julio de 1969, da testimonio de aquellos tiempos difíciles de subversión clerical:

 

         «Hasta el presente se había permitido a los obispos autorizar experiencias,

     pero con frecuencia se han franqueado los límites de esta autorización, y muchos

     sacerdotes han hecho simplemente lo que han querido.  Lo que ha ocurrido algunas

     veces es que ellos se han impuesto.  Estas iniciativas, tomadas sin autorización,

     con frecuencia no podían ser detenidas porque se habían expandido demasiado lejos.

     Con su gran bondad y prudencia, el Santo Padre ha cedido con frecuencia, y muchas

     veces lo ha hecho contra su voluntad.» (C.M., pp.78-79).

 

     Así el Papa concedió la posibilidad del INDULTO (permiso), para las situaciones

     irregulares, que parecían sin retroceso posible, lo que obviamente no significa

     cambiar la comunión en la boca para recibirla en la mano:

 

     Actitud ante las situaciones irregulares.

 

     1282.-  "Pero si en alguna parte el uso contrario, es decir, el de poner la Santa

     Comunión en las manos, hubiera arraigado ya, la misma Sede Apostólica, con el fin

     de ayudar a las Conferencias Episcopales a cumplir su oficio pastoral, con frecuencia

     más difícil que nunca por la situación actual, confía a estas mismas conferencias la

     carga y el oficio de sopesar las circunstancias peculiares, si las hubiere, con la

     condición, de prevenir todo peligro de que penetren en los espíritus la falta de

     reverencia o falsas opiniones sobre la Santísima Eucaristía, como también que se

     quiten con todo cuidado otros inconvenientes."  (MD.1282.)

 

     Procedimiento para obtener el indulto

 

     1283.-  "En adelante, las Conferencias Episcopales, previo un prudente

     examen, tomarán oportunamente deliberaciones que deberán obtener

     en votación secreta dos tercios de los votos. Deliberaciones que luego

     han de ser presentadas a la Santa Sede, para su necesaria confirmación,

     remitiendo una exposición precisa de los motivos que han llevado a

     hacerlas. La Santa Sede ponderará cuidadosamente cada caso en

     particular, sin olvidar aquella conjunción que se da entre las varias

     Iglesias locales entre sí,  o la de cada una con la Iglesia universal, para

     promover así el bien común, y la común edificación, y para el aumento

     de la fe y de la piedad, que brota del ejemplo mutuo." (MD.1282.),

     (C.M., pp.27, 29).

 

     ¿Por qué el Papa misteriosamente concede el indulto si sabe las consecuencias?

 

     Con el indulto, que toleraría un mal para evitar otro peor, no se busca derogar la

     comunión en la boca. (Más bien queriendo evitar la desobediencia y apostasía

     generalizada, sin percibir que así se aumentan –ya predichas en LA SALETTE,

     FATIMA y otras apariciones aprobadas por la Iglesia.  (Nota  del  T.)

 

         «No se concede un bien sino algo MUCHO MÁS IMPERFECTO, que lo

     anterior: que la ley general ya establecida, la comunión en la boca.  Esta

     concesión se debe a la decisión prudencial de TOLERAR un uso peligroso

     para evitar un mal mayor. (La desobediencia -apostasía-, generalizada)»

     (C.M., p.126.)

 

      La debilidad en la Autoridad degenera en mayores exigencias y audacias

      insolentes de los demoledores: La Fe se debilita y la Crisis se agudiza.

 

         «Es más, la solución deseada hubiera sido evitar toda concesión, pero se la

     adoptó temiendo una reacción violenta en algunas zonas y una desobediencia

     generalizada donde el uso ya estaba introducido.»  (C.M., p.134.) Prohibir la

     Comunión en la mano, hubiera tenido la accesión de la mayoría absoluta, evitaría

     las consecuencias negativas, temidas a causa del uso de la comunión en la mano y

     tendría el apoyo de amplia parte del clero y de los fieles»   (C.M., página 114).

 

     Considerando todo esto el indulto (permiso a algunos países),  fue aceptado

     pero «su concesión fue fruto de la política del "hecho consumado"»

     (C. M., pág. 137). Y el 2 de octubre de 1968 hubo una reunión de los

     secretarios de los dicasterios involucrados y la situación, con respecto a la

     comunión en la mano, es que: 

 

        «el uso está ya introducido y es difícil impedirlo, sin embargo parece

     preferible regularlo; no toca el dogma sino sólo la disciplina. Los peligros:

     coexistencia de dos modos de distribuir la comunión, debilitamiento del culto

     hacia la Eucaristía, peligro de profanaciones, ceder a una imposición venida

     de abajo.» (C. M., p.102).

 

     Conclusión:

 

         «LA COMUNIÓN EN LA MANO se introdujo sin autorización. Pablo VI se

     opuso, pero decidió otorgar permisos sólo donde el uso estaba ya arraigado, con

     el propósito de "ayudar a las Conferencias Episcopales a cumplir su oficio pastoral,

     con frecuencia muy difícil, a causa de la situación actual."» (C. M., pág. 118.)

 

     A la introducción  de este rito por parte la Conf. Epis. Argentina, es de notar

     su documento  AICA DOC 373, Supl. del Boletín Inform. AICA n

     068,  7-8-1996, pág. 241, y  también el denominado "El Pan Vivo."

 

      La reflexión final de Monseñor Juan R. Laise obispo de San Luis,  refutando

     las razones de la sin razón, de aquellos responsables de la introducción

     de "LA COMUNIÓN EN LA MANO" en Argentina:

 

         «Si -como dice el "Pan Vivo", la introducción de la COMUNIÓN EN LA

     MANO es  "signo de crecimiento de la vida eclesial", ("Pan Vivo", pág. 5), o si

     "es motivo de alegría retomar esta genuina tradición" ("Pan Vivo", p.16.), o

     si "no se puede afirmar o priorizar que un modo sea mejor que otro"

     ("Pan Vivo", p.18.), no se entiende por qué, en 1968, a Pablo VI  "no le

     pareció oportuno cambiar el modo de dar la Comunión recibido hace

     mucho tiempo."  (...)  Y mucho menos se entiende porqué en 1996 Juan

     Pablo II mantiene como norma dichas disposiciones.  (C.M., p.135.)

 

         Si las afirmaciones de "El Pan Vivo" y sus fundamentos son ciertos,

    entonces Pablo VI se equivocó gravemente al no "redescubrir"  las riquezas

    de ese rito.  Es más: la prohibición estricta del siglo X, que se mantuvo casi un

    milenio, fue un error, pues pretendió erradicar para siempre algo valioso que

    recién ahora podemos "redescubrir", y esto sólo gracias a un indulto. (C.M., p.135.)

    La respuesta es que:

 

          La nueva práctica (COMUNION EN LA MANO),  no ha sido querida por la

     Santa Sede, ni es parte de la reforma litúrgica posconciliar sino sólo ha sido

     permitida por la insistencia abusiva de algunas Conferencias Episcopales,

     sobre todo de países protestantes); y sólo después de una introducción

     totalmente abusiva, a la cual no fue posible resistir, a pesar de la quejas y

     prohibiciones de Roma.» (C.M., p.135.)

 

      ¿Se pudo haber utilizado la mentira para introducir la Comunión en la

      mano en Argentina (como en el resto de lugares)?

 

           «En "El Pan Vivo" la confusión llega a su punto culminante: "A fines de

     1968, la Santa Sede hizo una consulta a los obispos del mundo acerca del tema de la

     Comunión en la mano. Más de un tercio veía la posibilidad con buenos ojos. En

     1969 la Instrucción Memoriale Domini estableció que, donde lo creyeran

     conveniente las Conferencias Episcopales, por más de dos tercios de votos de sus

     Obispos, se podía dejar a los fieles la libertad de recibir la comunión en la mano"

     ("Pan Vivo", p.16.),

 

      Decir que "más de un tercio veía la posibilidad con buenos ojos...", es desvirtuar la

     realidad histórica y el pensamiento de Pablo VI.  La Instrucción Memoriale Domine

     (MD), dice:  "A partir de las respuestas dadas, es evidente que la inmensa mayoría de

     los obispos estima que no se debe cambiar la disciplina actual" (Comunión en la

     boca y de rodillas.). Pero afirmar que... "la Instrucción Memoriale Domini estableció

     que, donde lo creyeran conveniente las Conferencias Episcopales, por más de dos

     tercios de votos de sus Obispos, se podía dejar a los fieles la libertad de recibir la

     comunión en la mano", ES FALTAR A LA VERDAD.

 

     Lo que la Instrucción Memoriale Domine estableció es que la ley que

     determinaba que la comunión debía darse solamente en la boca del fiel,

     continuaba vigente y sin cambios.  Concedió, es cierto, un indulto, (

     tolerancia), pero   "no donde lo creyeran conveniente la Conferencias

     episcopales", sino donde el uso "hubiera arraigado ya", poniendo serias

     condiciones. (MD 1282-1283).  (C. M., pp.7374), O sea, además:

 

               "Pidieron el indulto para nuestro país, donde la comunión en la

     mano NO HABÍA ARRAIGADO, y así lograron introducirla con estos

     "manejos", faltando a la verdad y fuera de la legislación vigente." 

 

        A esto hay que agregarle otra mentira más  pues hay varios malos

     eclesiásticos que dicen que comulgar de rodillas y en la boca está prohibido,

     cuando S.S. Juan Pablo II  legisló al respecto en la Instrucción

     "Inaestimabile Donum", punto 11, "... Por lo que se refiere al modo de

     acercarse a la comunión,  ésta puede recibirse por los fieles, BIEN SEA DE

     RODILLAS..."

 

                           PARA TENER EN CUENTA

 

            «"Se asegura más eficazmente que la Sagrada Comunión sea

    distribuida con... la dignidad», etc. Aquí también hay que recordar las

     palabras del [MD 1273]: "mucho importa que la Eucaristía sea

     celebrada... del modo más digno posible"; este modo más digno posible

     es, según lo que se dice aquí, LA COMUNION EN LA BOCA.

 

          "Para que se guarde con diligencia...". Notemos que la MD presenta

     aquí el tan citado texto de San Cirilo sólo para ilustrar el extremo cuidado

     que tenía la Iglesia primitiva aún con los más pequeños fragmentos del pan

     consagrado ( "...recíbela cuidando que nada de ella se pierda" ) y las cita

     entre otros testimonios que "manifiestan con abundancia la máxima

     reverencia y la suma prudencia tenidas para con la Sagrada Eucaristía".

     Esto es más evidente aún en las palabras que siguen en el texto de San

     Cirilo: "Porque dime: si alguno te diese unas limaduras de oro ¿no las

     guardarías con toda diligencia procurando no perder nada de ellas? ¿No

     procurarás, pues, con mucha más diligencia que no se te caiga ninguna

     migaja de lo que es más precioso que el oro y las piedras preciosas?").

 

          Más aún, la instrucción lo cita afirmando claramente que este cuidado

     deseado por San Cirilo, se ve mucho más eficazmente garantizado por la

     comunión en la boca,  pues ésta... "asegura más eficazmente que la

     Sagrada Comunión sea distribuida con la reverencia, el decoro y la

     dignidad que le son debidas de modo que  SE APARTE TODO

     PELIGRO DE PROFANAR LAS ESPECIES EUCARÍSTICAS... y para

     que se guarde con diligencia el cuidado que la Iglesia ha recomendado

     siempre acerca de los fragmentos mismos del pan consagrado".

 

     Al decir  "SE APARTE TODO PELIGRO DE PROFANAR...", se refiere también a

     los SACRILEGIOS MATERIALES que se producirían con la caída de las formas

     o de los fragmentos. Los testimonios antiguos son múltiples, p. e.:

 

     Tertuliano dice: "cuidamos escrupulosamente que algo del cáliz o del

     pan pueda caer a tierra." (De corona, 3 PL2,99.)  San Hipólito recomienda

     "cada uno esté atento... que ningún fragmento caiga y se pierda,

     porque es el Cuerpo de Cristo que debe ser comido por los fieles y no

     despreciado."  (Trad. Ap. 32.);  San Efrén: "Comed este pan y no piséis sus

     migas... una partícula de sus migas puede santificar a miles de miles y

     es suficiente para dar vida a todos los que la comen."  (Serm. in hebd. s., 4,

     4.) Orígenes: "Con qué precaución y veneración, cuando recibís el

     Cuerpo del Señor lo conserváis, de manera que no caiga nada o se

     pierda algo del don consagrado. Os consideraríais justamente culpables

     si cayese algo en tierra por negligencia vuestra." (In Exod. Hom., hom. XIII, 3,

     Migne, PG 12, 391.)  Pablo VI comenta así este último texto: "Consta que los

     fieles creían y con razón, QUE PECABAN,  como recuerda Orígenes, si,

     habiendo recibido el cuerpo del Señor, y conservándolo con todo cuidado y

     veneración, algún fragmento caía por negligencia." ( Mysterium Fidei, 32.)  

 

     ¿Qué debe entenderse aquí por fragmentos?

 

         "No sólo las hostias que quedan y las partículas de hostia que se han

     desprendido de ellas y que conservan el aspecto exterior del pan deben

     ser conservadas o consumidas respetuosamente, a causa del respeto debido

     a la presencia eucarística de Cristo, sino que también para los otros fragmentos

     de hostia se debe observar lo prescrito sobre la purificación de la patena y el

     cáliz en la Normas Generales del Misal Romano..." ( Congregación para la 

     Doctrina de la Fe, "De Particulis et fragmentis hostiarum reverenter conservandis

     vel sumendis", 2 de mayo 1972).»   ( C.M. pág. 66-68.)

 

            «LA  COMUNION  EN  LA  MANO  NO  NOS  ACERCA  A  LAS 

     FUENTES DE  LA  IGLESIA  PRIMITIVA  SINO AL  PROTESTANTISMO 

     Y A  DESVIACIONES  DOCTRINALES  ACTUALES.»   (C.M., p.128)

 

      1277.-  "La comunión en la mano no solo ha sido abandonada, FUÉ

     PROHIBIDA EXPRESAMENTE:  ("No se debe entregar la Eucaristía en

     manos de ningún laico, hombre o mujer, sino solamente en la boca", - Sínodo de

     Ruén, An. 878.) Testimonios similares se hallan en Reginon de Prüm. "De eccless.

     disciplinis", I 199, VII, y el "Ordo Romanus", (s. X-XI).). "Este modo de distribuir

     la Santa Comunión... debe ser conservado."  (Memoriale Domini 1277.)

 

     Porque este gesto litúrgico, (COMUNION EN LA BOCA Y DE

     RODILLAS): "significa la reverencia de los fieles cristianos hacia la

     Eucaristía." Nótese la fuerza de esta expresión usada después de decir que

     la Iglesia "atestigua a través del rito mismo la fe y la adoración dirigidas

     a Cristo." (Mem. Domine 1273). Este significado de reverencia era tan

     notorio que reformadores protestantes (M. Bucero, anglicano), se

     esforzaron vivamente en cambiar el uso e introdujeron la comunión en la

     mano para que sus fieles no pensaran que Cristo estaba presente: 

 

        "No hay dudas de que el uso de no poner estos sacramentos en la

     mano de los fieles se debe a dos supersticiones: en primer lugar, el

     honor falso que pretenden tributar a este sacramento y en segundo

     lugar, la perversa arrogancia de los sacerdotes que presumen tener

     mayor santidad que el Pueblo de Cristo, a causa del crisma de la

     consagración." 

     Es lamentable constatar que estos argumentos, u otros semejantes, son libremente difundidos al interior de los medios católicos, no sólo en los subversivos, sino inclusive en algunos que presumen de Conservadores y se presentan como fieles al Papa.

 

     No cree en la presencia real de Cristo en la Eucaristía. Llama a la Hostia

     "símbolo":

 

        "Y dado que debe detestarse toda superstición del Anticristo Romano,

     y retomarse la simplicidad de Cristo, de los apóstoles y de las antiguas

     iglesias, quiero que se mande a los pastores y maestros del pueblo

     que cada uno enseñe que es supersticioso y malicioso pensar que las

     manos (...) son menos puras que sus bocas, o que las manos de los

     ministros son más santas que las manos de los laicos, de tal manera

     que sería malo, o menos correcto -como en otro tiempo creía

     erradamente el pueblo sencillo-, que los laicos recibieran esos

     sacramentos en la mano."     

 

         (Afirma justamente  lo contrario que  Pablo VI, -Memoriale Domine 1280-,

     donde dice:  "ESTE CAMBIO SERÍA OFENSIVO".)

 

        Y prosigue:  "Las buenas gentes serán fácilmente conducidas a recibir

     los "símbolos sagrados" en la mano, se mantendrá la uniformidad (...)

     Y si bien por un tiempo puede hacerse una concesión a aquellos cuya fe

     es débil dándoles la libertad de recibir los sacramentos en la boca si lo

     desean, cuidadosamente instruidos pronto se pondrán en consonancia

     con el resto de la Iglesia y tomarán el Sacramento en la mano."

 

         (Citado por D. Harrison, The First and Second Prayer  Books of Edward VI.

      London, 1968, p.392. Cf. E.C. Whitaker, Martin Bucer and the book of Common

      Prayer, London, 1974.")   (C.M., páginas 61 y 62).

 

        Monseñor Juan Rodolfo Laise, en su diócesis de San Luis, decidió no aceptar el

     indulto.  En su territorio diocesano ESTÁ PROHIBIDO comulgar en la mano: "la

    Carta pastoral por la cual se concede el indulto no da la facultad de aplicarlo a la

    Conferencia Episcopal, sino a cada obispo para su diócesis." Además: 

 

        "Si éste no lo hace, queda vigente la ley universal que prohíbe la comunión en la

     mano. Por lo tanto, cuando en una diócesis no se adopta el indulto, no es el obispo

     quien prohíbe la comunión en la mano, sino el Papa."» (C.M., p.97-98).

==============================================================

 

       «Que el ESPIRITU SANTO, el Espíritu  de la Verdad nos ilumine

      y  nos conceda sus Gracias.»

                          

Volver al Indice