** Renovación, el 25 de marzo de 1984, en el atrio de la Basílica de San Pedro de Roma, del acto de ofrenda y de consagración de 1982:

Lo que sí se hizo y lo que faltó

Juan Pablo II había anunciado, el 8 de diciembre de 1983, en una carta dirigida a todos los Obispos, la renovación de este acto, concluyendo: "Me agradaría, que quisieran, ese día (25 de marzo), renovar este acto al mismo tiempo que yo, de la manera que cada uno de ustedes juzgará más adaptada."

Muy ligeras modificaciones habían sido hechas al acto de 1982; sin embargo, faltaba siempre lo esencial a esta consagración:

-1) De hecho se trataba de la simple renovación de la consagración del mundo hecha por Pío XII en 1942, como lo muestra claramente la lectura del texto íntegro (por lo demás muy confuso en algunos lugares!) de que he aquí algunos extractos:

"... con tu amor de madre y de servidora del Señor, abrasa nuestro mundo humano que te ofrecemos y te consagramos, lleno de inquietud por la suerte terrestre y eterna de los hombres y de los pueblos."

(...)
"Queremos unirnos a nuestro Redentor en esta consagración para el mundo y para los hombres..."

(...)
"Cuán profundamente sentimos la necesidad de consagración para la humanidad y para el mundo, para nuestro mundo contemporáneo, en la unidad de Cristo mismo!"

(...)
"Confiándote, Oh Madre, el mundo, todos los hombres y todos los pueblos, te confiamos también la consagración misma del mundo y la ponemos en tu corazón maternal." (frase bien confusa!) (texto completo cf. Documentation Catholique. 1984, p. 287) 

-2) En el texto Rusia ni siquiera ha sido mencionada una sola vez!

-3) En fin, este acto no fue hecho explícitamente al Corazón Inmaculado de María, sino "a María, Madre".

Por lo demás, poco tiempo después de esta consagración, el Papa mismo explicó a Mons. Cordes, Vicepresidente del Consejo pontificio para los laicos, porqué razón había renunciado a nombrar expresamente a Rusia: temía
"que sus palabras sean interpretadas, por los dirigentes soviéticos, como una provocación"!
("perché il Papa non ha nominato la Russia", in "Madre di Dio", junio 1985, p. 7.)  cf. "FATIMA, JOIE INTIME ÉVÉNEMENT MONDIAL", del Hermano François de Marie des Anges -CRC- 2a. edición revisada y corregida de diciembre de 1993. -Cap. XVI- p:361-4)

                                                            
El examen minucioso de los tres actos de consagración,
                                                             de 1952, 1982 y 1984, y de las declaraciones o reacciones
                                                             sucesivas de Sor Lucía a propósito de estos tres actos, permite
                                                             concluir lo siguiente: LA CONSAGRACION DE RUSIA AL
                                                             CORAZON INMACULADO DE MARIA, TAL COMO EL
                                                             CIELO LA PIDIO, JAMAS HA SIDO HECHA! 

                                                             Otra Constatación bien real confirma de nuevo esta conclusión:


                                                          La ausencia completa, en el mundo, de las dos preciosas gracias
                                                          prometidas por Nuestra Señora como efectos y signos de la
                                                          Consagración de Rusia a su Corazón Inmaculado. Además frente
                                                          a los acontecimientos, como es lógico pensarlo, si el Santo 
                                                          Padre ya cumplió con lo pedido, entonces es Nuestra Señora
                                                          quien no ha cumplido... lo que no es posible.








                                                              
El Papa lo reconoció:

A pesar de que ciertos personajes, muy bien ubicados en la jerarquía romana, se empeñen en impedir que se haga la Consagración, diciendo que ya se hizo en debida forma; es el propio Papa quien expresó, después de la supuesta Consagración aceptada, la necesidad de que se haga lo que el Cielo pidió al respecto; limitemonos a señalar el hecho histórico en relación: El Papa había leído el texto de la Consagración preparado añadiendo estas palabras:
"Ilumina especialmente a los pueblos en favor de los que esperas nuestra consagración y nuestra ofrenda" (Osservatore Romano, ed. francesa, 27 de marzo 1984, p. 3; ibid., 10 de abril, 1984, p. 5). Y en la tarde, en la "Despedida de Nuestra Señora", Juan Pablo II precisó que él había querido consagrar "todos
los pueblos, particularmente aquellos que tienen tanta necesidad de esta consagración, estos pueblos por lo cuales Tu (la Virgen María) esperas tu misma nuestro acto de consagración, el acto que te los confíe".
Expresándose así, el Papa reconocía que la Virgen María esperaba aún la consagración pedida. Sí, ese es el sentido obvio de las palabras de Juan Pablo II. El Papa concedió que su Acto de ofrenda no había respondido a la demanda del Cielo. Hay que remarcar que el Papa habría dicho: "... de los cuales habías esperado la consagración", si él  hubiera pensado que su consagración respondía al pedido de Nuestra Señora de Fátima; pero lo que dijo fue: "esperas" (aún). Estas dos frasecitas de Juan Pablo II fueron graves en consecuencias: El Papa, por sus aserciones frente a Nuestra Señora de Fátima, ha reconocido públicamente la insuficiencia de lo que él mismo había hecho en la mañana de ese 25 de marzo de 1984. Le será necesario, a él o a otro Papa en el futuro, consagrar Rusia específicamente.  Sólo hasta entonces vendrá la verdadera Paz que consiste en la tranquilidad dentro del orden. La Paz de Cristo en el Reino de Cristo, por la Mediación de María
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"Ha llegado el momento en que Dios pide que el Santo Padre haga, en unión con todos los Obispos del mundo, la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón, prometiéndo salvarla por este medio. Son tantas las almas que la Justicia de Dios condena por los pecados cometidos contra mí, que vengo a pedir reparación: sacrifícate por esta intención y reza"
                  
Palabras deN. Sra. a Sor Lucía el 13 de junio de 1929, según el relato de la Vidente.