Un aspecto fundamental de la Revelación:
NSJC el Verbo de Dios "es la luz verdadera que ilumina a cada persona que viene a este mundo" (Sn. Jn. 1, 9).
"El Espíritu sopla donde quiere" (Sn. Jn. 3, 8).
Uno de éstos últimos es el ex-frayle Leonrdo Boff que escribió una violenta contestación contra DOMINUS IESUS titulada "Josef Card. Ratzinger: ¿exterminador del futuro?"; atacando lo que, en su ruptura, el autor modernista tacha de:
Todos los que por ignorancia invencible (no culpable) no conocen la verdadera Religión, si cumplen la ley Natural (escrita en sus corazones) y tienen buena voluntad al punto de que si conocieran la necesidad de hacerse católicos lo harían, tienen el Bautismo de deseo implícito (deseo que no es consciente y explícito como el de los catecúmenos) y en consecuencia pertenecen al alma de la Iglesia, no al cuerpo visible y por lo tanto si perseveran en el bien son llevados, de alguna manera, que sólo Dios sabe, al conocimiento explícito de la Verdad para salvarse (Verdades fundamentales: Dios Uno y Trino, la Encarnación Redentora y Dios Remunerador -premia el bien y castiga el mal-) por eso se salvan y no por su pertenencia a otra "religión" sino a pesar de ella. En esa situación Dios oye sus oraciones y los atrae a la conversión. Estando en Cielo, conocen la plenitud de la Verdad sin obstáculo de alguna clase, no son más lo que eran: serán católicos verdaderos. En ese sentido se puede afirmar que en el Cielo no hay sino católicos.
Todo ser dotado de inteligencia, llegado al uso de razón, está impelido a buscar la verdad, pues ésta es el objeto propio de aquella, y así, en el primer acto al llegar al uso de razón, comprende el orden del universo, con Dios presente, explicitando la ley inscrita en su corazón, (en ese sentido "el alma es naturalmente cristiana" como decía San Agustín) y hace un acto de amor a Dios, recibiendo la gracia, o lo rechaza, cometiendo un pecado mortal.
Por eso el limbo es sólo para los no bautizados que no han llegado al uso de razón y no han podido amar o rechazar a Dios. Después del uso de razón se va al cielo o al infierno (ya que el purgatorio es pasajero). Es Santo Tomás que explica esto concluyendo que el primer acto de una persona cuando llega al uso de la razón o es un acto de amor a Dios o un pecado mortal. No puede ser un pecado venial.
Así, como enseña San Pablo, todo aquel que busca la verdad, con el deseo de entregarse a ella, Dios se la manifiesta. El cómo lo hace es el misterio de la acción del Espíritu Santo en la vida de cada alma; y siempre será para llevarlo a la profesión de la Verdad integra (fe teologal) que Reveló y continúa manifestando en Su única Iglesia, guardiana del depósito de la Revelación, que alcanzó su plenitud en Cristo, dado al mundo por medio de sus Apóstoles, (por lo que la Revelación se cerró con la muerte del último de ellos) a la que le prometió estar con Ella todos los días y asistirla en su misión, hasta la consumación de los siglos.
Ignorancia invencible es muy rara en un protestante adulto, la fe que dice tener nunca será verdadera Fe teologal, (lo que tiene será una fe fiduciaria) y si se da, este estado de ignorancia no culpable, no dura mucho sin que se de cuenta cual es la verdadera Religión; (puede profesar, muy honestamente aspectos de la fe, pero el motivo de su credibilidad no será la sumisión de su inteligencia en homenaje a la autoridad de Dios que revela y nos lo presenta como tal por medio de su Iglesia). Fuera de la Iglesia no hay fe integra, por lo tanto no verdadera Fe teologal.
«La fe es ante todo una adhesión personal del hombre a Dios; es al mismo tiempo e inseparablemente el asentimiento libre a toda la verdad que Dios ha revelado ».18 La fe, por lo tanto, « don de Dios » y « virtud sobrenatural infundida por Él »,19 implica una doble adhesión: a Dios que revela y a la verdad revelada por él, en virtud de la confianza que se le concede a la persona que la afirma. Por esto « no debemos creer en ningún otro que no sea Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo ».20
"Debe ser, por lo tanto, firmemente retenida la distinción entre la fe teologal y la creencia en las otras religiones. Si la fe es la acogida en la gracia de la verdad revelada, que «permite penetrar en el misterio, favoreciendo su comprensión coherente »,21 la creencia en las otras religiones es esa totalidad de experiencia y pensamiento que constituyen los tesoros humanos de sabiduría y religiosidad, que el hombre, en su búsqueda de la verdad, ha ideado y creado en su referencia a lo Divino y al Absoluto. 22
"No siempre tal distinción es tenida en consideración en la reflexión actual, por lo cual a menudo se identifica la fe teologal, que es la acogida de la verdad revelada por Dios Uno y Trino, y la creencia en las otras religiones, que es una experiencia religiosa todavía en búsqueda de la verdad absoluta y carente todavía del asentimiento a Dios que se revela. Este es uno de los motivos por los cuales se tiende a reducir, y a veces incluso a anular, las diferencias entre el cristianismo y las otras religiones."