La jerarquía peruana ha resuelto autorizar la comunión en la mano. Dicen que para preservar del cólera. Es un sacrilegio. ¿Y quien preserva a Cristo de tanta irreverencia y profanación? Esta Iglesia "conciliar" perpetra lo que Pío XII llamó "insano arqueologismo", reviviendo costumbres iniciales que fueron luego descartadas por inconvenientes. Esto debe encantar a los masones que realizan misas negras, si las hostias están debidamente consagradas. San Basilio (330-379) considera la comunión en la mano como cosa irregular que no debe dudarse en considerarla como culpa grave. El Papa León I Magno (440461) habla de "recibir la Comunión en la lengua, como se usa corrientemente.:." Y el Papa San Gregorio Magno (590-604) testifica esa práctica. En tanto el Concilio de Rouen (650) decreta: "No se puede dar la Eucaristía en la mano del hombre o de la mujer, sino solamente en la boca". También el Concilio de Constantinopla sanciona con excomunión estando presente un obispo, un padre o un diácono. Santo Tomas de Aquino, el Sol de las Escuelas, afirma: "El Cuerpo de Cristo pertenece al sacerdote. Eso no sea tocado por alguno que no esté consagrado. La mano del sacerdote está consagrada por medio del Sacramento. En consecuencia, ninguna otra persona tiene el derecho de tocarlo, excepto en caso de extrema necesidad". S.T. 3a. 82. a. 3. Y el célebre Concilio de Trento declara: "El uso de que sólo el sacerdote dé la Comunión con su mano consagrada, es una tradición Apostólica". 5. 13, c. 8. En nuestro siglo, el ultimo Papa canonizado, San Pío X, -llamado el Papa de la Santa Eucaristía- ofrece en su Catecismo la norma para comulgar: "Cuando se recibe la Comunión es necesario estar arrodillado, tener la cabeza ligeramente humillada, los ojos modestamente vueltos hacia la Sagrada Hostia, la boca suficientemente abierta y la lengua un poco fuera de la boca reposando sobre el labio inferior". ¡BOCA, NO MANO! La comunión en la mano ha tenido feos precedentes en el Perú, con motivo de la despedida al cardenal Landázuri, cuando dos religiosas arrebataron las hostias de manos de un sacerdote sorprendido y comulgaron por su cuenta. En nuestro N0 25, de febrero del 90, nos preguntamos: "El nuevo arzobispo ¿pondrá coto a estas licencias?" Y respondimos: "Respetuosamente, como siempre, lo dudamos..." ¡Teníamos razón! LA AUTORIZACIÓN DE LA COMUNIÓN EN LA MANO PROTESTANTIZA, PONE LA FE EN PELIGRO, Y PERMITE EL SACRILEGIO O MALTRATO DE PERSQNAS, COSAS Y LUGARES SAGRADOS. Durante mil seiscientos años Papas, Concilios, teólogos, santos, sostuvieron la Comunión en la boca. Pero tras el Concilio Vaticano II se ha dado paso a la anarquía litúrgica que no respeta nada. Por el amor al Santísimo Sacramento nuestra respuesta es clara: ¡NO! "LA RESISTENCIA CATOLICA" N0 65. IV, 1992. Julio Vargas Prada |
COMUNION EN LA MANO: ¡SACRILEGIO AUTORIZADO! |