Mons. Alessandro Maggiolini,
obispo de Como (Italia), hace importantes declaraciones:
1 - "(...) estamos preocupados
en buscar más lo que nos une que lo que nos divide".
La revista Sedes
Sapientiae (n° 80, verano de 2002) divulga la traducción
de un artículo de Mons. Maggiolini,
obispo de Como, Italia, publicado en el diario Il Giornale, remarcando
la crisis de la Iglesia, en especial en Italia.
Dice Mons. Maggiolini:
«La honestidad exigiría
que se conociese a situación y que
se trabajase para tapar los huecos (...) Entretanto, más parece
que nos negamos no solo a colaborar con el trabajo de recolocar en orden
la Iglesia, mas aún de, también, tomar consciencia de las
condiciones en que ella se haya.
¿Fascinación con las
otras religiones del mundo, que parecen tanto o más aceptables que
el cristianismo? ¿Miedo patológico de perturbar un diálogo
ecuménico del cual ni siquiera se ven resultados comprobatorios?
¿Convicción pacífica de que se pode ir siempre adelante,
en el ritmo de siempre, en la ilusión de que la Iglesia es
aún próspera, sólida y poderosa? (...)
Tal vez, con rigor teológico,
se puedan justificar reuniones inter religiosas de oraciones por la paz,
o hasta pedidos de perdón por la Iglesia, dirigidos no se sabe bien
a quien.
Pero no se puede impedir que las
personas simples, que no viven abstractamente, que trabajan ocho horas
por día y que deben suplir a las necesidades de una familia, terminen
por hallar que una religión vale tanto como otra, y que la Iglesia
no pasa de un bando de canallas. ¡A qué punto nos herimos,
nosotros mismos, ciertamente!
Así, muy raramente se hace
alusión a los 33 misioneros mártires, masacrados en el 2000.
Ya son 634, desde 1979 (...).
Estamos de sobremanera ocupados
en procurar "lo que nos une, más de lo que nos divide"; es el imperativo
de un diálogo que apaga muchas veces la especificidad del cristianismo.
Los mártires, mismos, pobres
ingenuos, no comprendieron que era necesario dialogar: consecuentemente,
ellos no importan más. (...) Y se podría proseguir con la
desbandada de los cristianos (...) Sin embargo, estos católicos
– por lo menos los italianos – ¿creen aún en la Iglesia una,
santa, católica y apostólica, a través de la cual
Nuestro Señor salva a la humanidad? ¿O ya se habrán
se convertido ellos al mundo?..."
2
– "Cuando se pierde la fe, no es verdad que no se cree en nada más,
se está pronto para creer en todo...".
El secularismo lleva a la disolución
de la fe y favorece el retorno al paganismo.
Es lo que muestra Mons. Alessandro
Maggiolini, obispo de Como (Italia), un de los redactores del Catecismo
de la Iglesia católica (cf. La Nef, septiembre de 2002).
La realidad del Verbo encarnado, la
sacramentalidad de la Iglesia, las virtudes, los dones del Espíritu
Santo, la Providencia que guía la historia hasta la Parusía:
todo esto parece haber sido barrido.
Es la propia fe que está en
crisis. Un ejemplo: la declaración Dominus Iesus.
¡Nunca había acontecido,
durante toda la historia cristiana, que el Magisterio pasase por la necesidad
de recodar la unicidad y la universalidad de la salvación en Jesucristo.
Ahora, este texto suscitó resistencias notables en los medios católicos!
Entretanto, destruyendo la fe, el proprio
secularismo se encuentra ultrapasado actualmente, por una "resacralización"
de
tipo pagano. El mundo desocupado de Dios se inundó de magia. "Cuando
se pierde la fe, no es verdad que no se cree en nada más , se está
pronto para creer en todo...", declara el obispo de Como.
Nota: traducción de la publicación
da BTAG, Foi et Tradition, nº 49, de septiembre de 2002.
Sedes Sapientiae (n°
80, été 2002) publie la traduction d'un article de Mgr Maggiolini,
évêque de Côme, paru dans le quotidien Il Giornale et
soulignant la crisis de l'Eglise en Italie.
« L'honnêteté
voudrait que l'on prît acte de la situation et que l'on travaillât
à colmater les voies d'eau (...) Et pourtant il semble plutôt
que nous refusions non seulement de collaborer à un travail de remise
en ordre de l'Eglise, más encore de prendre conscience des conditions
où elle trouve.
Fascination des autres religions du
monde, qui semblent acceptables autant et plus que le christianisme ? Peur
pathologique de troulbler un dialogue oecuménique dont on ne voit
guère de résultats probants ? Conviction paisible
que l'on peut aller de l'avant avec le train-train de toujours,
dans l'illusion que l'Eglise est encore prospère, robuste et puissante?
(...)
Peut-être qu'en rigueur théologique
on peut justifier des réunions interreligieuses de prière
pour la paix, voire des demandes de pardon de l'Eglise, même adressées
on ne sait trop à qui.
Mais on ne peut empêcher que
les gens simples, qui ne vivent pas dans l'abstrait, qui travaillent huit
heures par jour et doivent subvenir aux besoins d'une famille,
finissent par estimer qu'une religion en vaut une autre et que l'Eglise
n'est qu'un ramassis de canailles.
Jusqu'à ce que nous soyons
arrivés, nous, bien sûr! Ainsi, on fait très rarement
allusion aux 33 missionnaires martyrs massacrés en
l'an 2000. Depuis 1979, ils sont 634. (...)
Nous sommes trop occupés
de rechercher "ce qui unit plus que ce qui divise"; c'est
l'impératif d'un dialogue qui efface souvent la spécificité
du christianisme.
Les martyrs, eux, pauvres naifs,
n'ont pas compris qu'il fallait dialoguer : par conséquent, ils
ne comptent guère. (...) Et l'on pourrait continuer
encore sur la débandade des chrétiens. (...) Mais ces catholiques
- au moins les italiens - croient-ils encore en l'Eglise une, sainte, catholique
et apostolique, par laquelle le Seigneur sauve l'humanité? Où
se sont-il déjà convertis au monde?... » |