Cerca de vuestro divino Corazón, olvido todo lo que pasa. no temo más los recelos de la noche. ¡Ah! dame, Jesús, en ese Corazón un lugar. ¡Solo por hoy!
Jesús no considera tanto la grandeza de las acciones, ni siquiera la dificultad de ella, cuanto el amor que lleva a hacer estos actos.
¡Oh! ¡cómo es dulce el camino del amor!... Como quiero aplicarme a hacer siempre, con mayor abandono, la voluntad del buen Dios.
¡Ah! si todas las almas débiles e imperfectas sintiesen lo que siente la menor de 'todas' las almas, el alma de su Teresita, ni una sola desesperaria de chegar ao cumy de la montanha del amor, pois que Jesús no pede grandes acciones, mas somente o abandono e o reconhecimento. ... Es todo cuanto Jesús reclama de nosotros, El no tem absolutamente necessidade de nossas obras, mas somente do nossel amor. E esse mesmo Dios que declara no ter, de modo nenhum, necessidade de nos dizer se tem fome, no teme mendigar um pouco d'água a la Samaritana.
Jesús, no vos peço seno a paz e también el amor, el amor infinito, sin outro limite seno vós mesmo... amor que já no seja eu, mas que sejais vós, mi Jesús. Por vós, Jesús, morra eu mártir, el martírio del corazón o del cuerpo, antes, ambos...
De lejos, parece róseo hacer el bien a las almas, hacerlas amar más a Dios, modelarlas según sus ópticas y sus pensamientos personales. De , é todo o contrário, o róseo desapareceu... sente-se que hacer el bien é coisa tan impossível, sin o socorro do buen Dios, cuanto hacer brilhar o sol durante a noche... Sente-se que é, absolutamente, necessário esquecer seus gostos, sus concepções personales e guiar las almas por el camino que Jesús les traçou, sin tentar haceê-las camir pelo seu própriel camino.
El buen Dios me dió la gracia de no temer la guerra; es preciso que cumpla mi dever a cualquier precio. ... ¡Ah! es la oración, es el sacrifício que hacen toda a mi fuerza; son armas invencíbles que Jesús me dio; ellas pueden, mucho más que las palabras, tocar las almas, ya hice muchas veces esa experiencia.
Espero de verdad no quedar inativa en el cielo, mi deseo es trabajar aún por la Iglesia y por las almas, pido eso al buen Dios y estoy segura que me oirá.
Nada permanece em mis manos. todo esto que eu soy, todo cuanto recebo, es para la Iglesia y para las almas. también se viver ates ochenta años, serei siempre assim pobre.
Mi camino es todo de confianza y de amor, no comprendo las almas que tienen miedo de um amigo tan tierno. a veces, cuando leo ciertos tratados en los cuales la perfección es mostrada mediante mil entravas, cercada de una multitud de ilusiones, mi pobre pequeño espíritu pronto se cansa, cierro el sábio libro que me quiebra la cabeza y seca mi Corazón y tomoi la Sagrada Escritura. Entonces todo me parece luminoso, una sola palabra abre a mi alma horizontes infinitos, la perfeición me parece fácil, veo que basta reconocer la proprio nada y abandonarse como un niño en los brazos del buen Dios...
Vós me haceis sentir, oh María, que no es impossível andar por vuestros pasos. Vós hiciste visible el estrecho camino del cielo, praticando siempre las más humildes virtudes. Cerca de Vós, María, quiero permanecer pequeña; veo las vanidades de las grandezas da Tierra; en la casa de Isabel, recibendo vuestra visita, aprendo a praticar la ardiente caridad. ... Esperando el cielo, oh mi Madre querida, quiero vivir con vos, os serguiré cada día. Madre, en vuestra contemplación me sumerjo encantada descubriendo en vuestro corazón los abismos del amor.
"Para mí, la oración es un impulso del corazón, un simple mirar dirigido hacia el cielo, un grito de agradecimiento y de amor, tanto desde el medio del sofrimento como del medio de la alegría. En una palabra, es lalgo grande, algo sobrenatural que me dilata el alma y me une a Jesús."
"No poseo el valor de buscar oraciones hermosas en los libros, como no se como escoger, pienso como los niños y digo simplemente al buen Dios lo que necesito, y El siempre me comprende."
" Lo que me impulsa a ir al cielo es el pensamiento de poder encender en el amor de Dios a una multitud de almas que lo alabrán eternamente."
"Mi camino es el camino de la infancia espiritual, el camino de la confianza y de la entrega absoluta".
"Quisera encontrar también un elevador que me elevase hasta Jesús, porque soy demasiado pequeña para subir la dura escala de la perfección".
"En la lavanderia mi compañera de trabajo sacudia la ropa con tanta fuerza que me salpicava el rosto de jabón. Esto me hacía sufrer, sin embargo jamás le dije nada al respecto, y así sufría este pequeño sacrifício por los pecadores".
"Yo nunca aconsejo nada a nadie sin antes encomendarme a la Santísima Virgen . Ella es quien hace que las palabras que digo tengan eficacia en los que las oyen."
"La vida es un instante entre dos eternidades."
"¡Cómo es grande el poder de la oración! Es como una Reina que en todo momento tiene acceso directo al rei y puede conseguir todo lo que le pide."
"La Santísima Virgen me demostró que nunca dejó de protegerme. Cuando la invoco, cuando me viene una inseguridad, un apuro, imediatamente recurro a ella, y siempre cuida de mis intereses como la más tierna de las Madres."
"Se sabe muy bien que la Santísima Virgen es la Reina del cielo y de la Tierra, pero es mucho más Madre que Reina".
"Oh! María! Si yo fuese la Reina del cielo y vos fueseis Teresa, yo querría ser Teresa a fin de que vós fueseis la Reina del cielo."
"Depués de mi muerte, haré caer una lluvia de rosas".
"Voy a pasar mi cielo haciendo el bien sobre la tierra",
"No muero, entro en la vida".