REPUDIEMOS LA GUERA IMPERIALISTA CONTRA IRAK
Desde
hace meses el gobierno reaccionario de George W. Bush anuncia y prepara la
segunda guerra contra Irak. Aún no ha conseguido que los países más importantes
del bloque europeo -a excepción de Inglaterra- se decidan a acompañar a EE.UU en esta nueva aventura belicista.
La excusa es
naturalmente la llamada lucha contra el terrorismo, que ha dado origen a la
nueva estrategia del Pentágono conocida como “guerra preventiva”, que permite a
la superpotencia del norte utilizar su poder militar en cualquier lugar del
planeta, aún antes de haber sido agredida.
Esta decisión unilateral del gobierno republicano
echa por tierra todas las convenciones internacionales sobre las que se
desarrolló el mundo moderno y ha sido condenada explícitamente por el Papa Juan
pablo II.
La razón
última que se esconde atrás de este accionar del imperialismo es la crisis
económica que cruza a su economía y que requiere de un control absoluto del
mercado mundial para reiniciar un ciclo expansivo.
Publicamos
un trabajo de un grupo de
investigadores ingleses agrupados en el centro de estudios estratégicos PINR porque ilustra sobre las
verdaderas razones de la guerra que se prepara, y que ya ha dado origen a
masivas respuestas de rechazo en la opinión pública mundial y en el propio
EE.UU.
Con su
destino presumiblemente en las manos de la administración Bush, Saddam Hussein
esta haciendo lo que sabe hacer mejor: sobrevivir.
El
líder iraquí, consciente de que una intervención Norteamericana podría ser el
fin de su régimen, ha estado ganando amigos en Europa Occidental y Rusia
ofreciendo generosos negocios en petróleo a países en posición de hacer la
invasión estadounidense mas difícil.
Irak
tiene 110 mil millones barriles en reservas de petróleo, secunda solo a Arabia
Saudita. La concesión de grandes acuerdos petroleros por parte de Irak a países
políticamente importantes está dejando de lado a las compañías estadounidenses.
Si
bien las sanciones de la O.N.U. no permiten a compañías extranjeras invertir en
campos petrolíferos iraquíes, éstas pueden sin embargo firmar contratos que
entrarán en efecto una vez levantadas las sanciones.
Preocupadas
en perder su tajada del mercado, compañías petroleras norteamericanas están
presionando a la administración Bush para que esta remueva a Saddam. Depuesto
Saddam del poder, el nuevo régimen soportado por los EE.UU dará los contratos
petroleros mas lucrativos a compañías norteamericanas en vez de a compañías
Europeas o Rusas.
Esta
posibilidad preocupa a aquellos que hoy hacen negocios con el régimen de Saddam
Hussein, y es tal vez por eso que la administración Bush ha ofrecido a Rusia y
Francia una porción de la torta una vez que el hipotético cambio de régimen
fuera completado. Pero, seria más provechoso para estos dos países y otros que
la invasión no tuviera lugar? Estas son las preguntas a las cuales se les da
más que uno o dos momentos de atención al pasar en Europa y Asia.
En
el último mes, grandes compañías petroleras en Francia, Italia, España,
Turquía, China e India han entrado en acuerdos petroleros con Hussein.
Rusia,
la potencia mas importante en el mundo que podría hablar en contra de la
invasión, ha recibido enormes contratos por parte gobierno iraquí. LUKoil, la
compañía petrolera Rusa mas grande, ha firmado un contrato de producción
petrolera de varios miles de millones de dólares con el señor Hussein, dándole
a LUKoil una posición mayoritaria en Qurna Oeste, un gigantesco campo iraquí
que contiene mas de 11 mil millones de barriles de crudo.
El
ejecutivo en jefe de LUKoil, Vagit Alekperov, esta presionando a Moscú para que
esta detenga a Washington. LUKoil ha dicho que ella no cuenta con garantía
alguna por parte de Washington o del Congreso Nacional Iraquí -posible
reemplazante del régimen de Hussein- de que sus intereses petroleros estarían a
salvo en caso que Saddam fuera depuesto.
Mikhail
Khodorkovsky, jefe de la compañía petrolera rusa Yukos, predice que la
deposición del señor Hussein bajaría los precios del crudo a unos 15 o 20
dólares por barril, desde los 30 alrededor de los cuales ha estado flotando
últimamente. De acuerdo a Khodorkovsky, la producción iraqui de crudo se
duplicaría dentro de los tres años de la caída de Saddam Hussein. Esto llevaría
la producción iraqui a unos 5 millones de barriles diarios (igual a la actual
producción rusa).
La
semana pasada, Khodorkovsky informó al servicio de noticias Reuter que "Es
difícil sabe que influencia la posición rusa en el Consejo de Seguridad [de la
O.N.U.], pero yo puedo decir con certeza que los intereses de Rusia en Irak son
económicos, no políticos".
Tales
verdades son bien sabidas en Washington. En abril del 2002, la administración
de Información Energética del Departamento de Energía de EEUU notó: "La
exportación de petróleo crudo es una importante fuente de ingreso para Rusia
dado que constituye aproximadamente un 25 por ciento del ingreso del gobierno.
Un mero incremento de 1 dólar por barril en el precio del Standard ruso Mezcla
Ural, ingresa casi mil millones de dólares extra en ganancias. Sin embargo, de
la misma manera, una mera caída de 1 dólar en el precio por barril es un golpe
significativo en el presupuesto de Rusia".
Debido
a esto, Rusia esta tomando precauciones. Desesperada por mejorar su golpeada
economía, Rusia esta tratando de satisfacer la demanda asiática en el mercado
petrolero. Yukos esta considerando el comienzo inmediato de un oleoducto desde
la región rusa de Angarsk hasta Daquin en China. Hoy, Yukos ya intercambia con
China por ferrocarril 27.000 barriles por día (bpd). Pero una vez construido,
el oleoducto tendrá una capacidad inicial de 400.000 bpd.
El
oleoducto trae consigo la posibilidad de crear grandes ingresos para Rusia,
pero Rusia esta bajo presión; si EEUU invade Irak y forman un nuevo gobierno,
poco tiempo transcurrirá antes de que EEUU pueda ayudar a Irak a comenzar
exportando nuevamente grandes cantidades de petróleo. Estas exportaciones
bajaran significativamente el precio del crudo y las ganancias rusas caerán
debido a la mayor oferta en el mercado.
Esta
caída en los precios del petróleo es con lo que la administración Bush esta
contando. Sin embargo, mientras tanto la administración no se decida, la economía
mundial permanecerá inestable. Los precios del crudo ya han subido un 50% este
año debido al temor por parte de los inversores de que una invasión a Irak
interrumpa el suministro de petróleo. Una interrupción en el Medio Oriente, el
cual provee un tercio de todo el petróleo mundial, causaría una escalada en los
precios del petróleo. Esto pondría una tensión extra en la economía global en
un momento en el que ya se encuentra débil.