HABLA LA RESISTENCIA PALESTINA
Es conocido que Israel es el principal agente de la política estadounidense en el Medio Oriente. No es cierto que los gobiernos reaccionarios de ese país lleven adelante una política belicista para defender su territorio. Por el contrario, además de expulsar al pueblo palestino del suyo, los gobiernos sionistas se han opuesto a toda salida pacífica que respete el derecho a la autodeterminación del pueblo palestino y son un factor permanente de amenaza contra cualquier gobierno de la región que se enfrente a los intereses que sostiene el Departamento de Estado en esa parte del mundo de importancia estratégica decisiva.
Tras esa política de gendarme del imperialismo en la región los sucesivos gobiernos israelíes han organizado un Estado fascista, aunque funge como un pretendido modelo democrático. Fascista no sólo en la represión a los pueblos árabes sino también con los disidentes internos de su propio pueblo. Por detrás de la explotación del sentido religioso las élites gobernantes de Israel y el imperialismo han alentado un nacionalismo reaccionario que ha alienado la conciencia de gran parte de la población y facilita que gobierne la ultraderecha sionista.
Un fascismo que se expresa en la masacre a población civil desarmada y que generó la respuesta terrorista desesperada de parte de jóvenes palestinos que se inmolan todos los días. Un fascismo que no vacila en asesinar a dirigentes lisiados como el caso del dirigente de Hamas Ahmed Yassin, o a su sucesor que actuaba públicamente Abdelasiz Rantissi.
Un fascismo que se enseña con hombres como el científico israelí de origen marroquí Mordechai Vanunu, que se atrevió a denunciar en la década del 80 el plan de armamento atómico del Estado israelí, y que después de ser secuestrado por la CIA en Italia, fue condenado a dieciocho años de cárcel en las más duras condiciones de aislamiento, dignas de las mazmorras hitlerianas.
Transcribimos una reciente declaración del FDPL -
Frente Democrático para la Liberación de Palestina – una organización marxista
de la resistencia palestina porque desnuda ese vínculo entre la acción
terrorista del gobierno israelí y la actual invasión yanqui a Irak, así como el
nexo entre la lucha de resistencia de todo el pueblo árabe, a pesar de su fractura
actual y del consentimiento de gran parte de las burguesías árabes con la
política yanqui.
Desde Gaza y Cisjordania hasta
Bagdad, Al Faluja y Al Najaf
Los acontecimientos en Iraq confirman, sin lugar a dudas, que existe una relación de destino entre Cisjordania, Gaza y Bagdad, Al Faluja, Al Kufa, Al Najaf, Al Ramadi y el resto de las ciudades iraquíes.
La guerra en Iraq demuestra que la ocupación norteamericana no solo tiene como objetivo a este hermano país como patria y pueblo, sino también a toda la zona del Medio Oriente.
No tenemos necesidad de recordar lo que es ya conocido de las declaraciones norteamericanas en vísperas de la invasión, cuando afirmaron que la conquista de Iraq constituirá la puerta de Estados Unidos para reformular la situación política a favor de los intereses de Washington a costa de los países y pueblos de la zona.
El destino de la ocupación y su futuro depende de los resultados de la heroica lucha del pueblo iraquí. Quizás ninguno de nosotros prevé la victoria de la actual y ardiente Intifada en las ciudades iraquíes que levantaron una sola consigna: "Fuera la alianza de la ocupación"
Los sucesos y la resistencia de ese pueblo y las pérdidas de los ocupantes pueden constituir una nueva formula política que tendrá sus repercusiones sobre toda la situación en Iraq y en especial sobre la de la ocupación.
Tal vez hoy no podemos avizorar en medio de esa feroz resistencia dichas repercusiones, pero confiamos que cada paso tomado por el pueblo iraquí, de amargar y humillar a la alianza, en esta o aquella ciudad, en esta o aquella calle, abrirá el camino a un futuro iraquí de mayor brillo, al tiempo que la ocupación lo tendrá de mayor oscuridad.
Los sucesos en Iraq son una lección más junto a la lección palestina, pues la Intifada popular y la resistencia armada son el camino más corto para la liberación de la ocupación. Suponemos que las heroicas operaciones en Iraq, junto con sus semejantes en Palestina, son suficientes para responder a las pretensiones de algunos que plantean la necesidad de alejarse de la violencia y conformarse con negociaciones pacíficas con el enemigo para resaltar la parte humana de nuestras causas nacionales.
La defensa de las patrias y de las dignidades nacionales en todas sus formas y medios, son en si misma un hecho humano de primer grado, mientras la sumisión y la rendición se contradicen con el espíritu del hombre, siempre ansioso de libertad e independencia y de liberación de todo tipo de esclavismo.
Los sucesos en Palestina no son una cuestión interna, la Intifada es la punta de lanza árabe frente al proyecto sionista tomando en cuenta que dicho proyecto no solo tiene como objetivo a Palestina, sino a toda la patria árabe. De esa forma refutamos las consideraciones de algunas voces árabes, que cambiaron su fachada por otra conciliadora con el enemigo en la reunión de los Cancilleres árabes, alegando que el conflicto palestino-israelí es un asunto meramente palestino, haciéndole entender a Washington que ellos no son más palestinos que los mismos palestinos y que no pueden privarse de normalizar las relaciones con Israel, mientras los palestinos se encuentran y dialogan con los israelíes.
Quizás se les borró de la mente y de la vista a esos árabes, la imagen de aquellos jóvenes y guerrilleros palestinos enfrentando a los sionistas con fusiles, piedras, explosivos y sangre.
La resistencia palestina en realidad es la resistencia árabe y el derrumbe palestino es en sí mismo, el derrumbe árabe.
El proyecto sionista no se diferencia del proyecto norteamericano que intenta imponerse sobre el mundo árabe. Ya se conoce que existen mas de 70 compañías israelíes que trabajan públicamente en Iraq con la protección de la ocupación.
Hasta cierto grado, un gran número de personas consideran que Tel Aviv ha logrado la primera parte de su consigna: desde el Eufrates hasta el Nilo es la tierra de Israel. Muchos nos burlábamos de esa consigna y la considerábamos una forma arrogante del sionismo, basada en leyendas irreales y cuentos religiosos, hasta que abrimos los ojos a la realidad, para afirmar que el sueño israelí puede ser logrado a manos del ejército de ocupación sionista o de la ocupación norteamericana.
Por eso, cada vez que se intensifica la resistencia en Iraq se aleja la posibilidad de la victoria israelí sobre Palestina y con ella su consigna. Cada vez que se fortalece la resistencia y la trayectoria de la unidad nacional palestina, la resistencia iraquí se adelanta con firmes y grandes pasos.
Por último, queda decir que los logros que pueden alcanzarse en el terreno de la unidad nacional palestina, le darán a la causa la posibilidad de imponerse sobre la total situación árabe oficial y a esta última, abrirse paso a la recuperación de su seriedad y coherencia ante los deberes y causas nacionales. En el caso de Iraq, la intensificación de la resistencia y evitar caer en el fatal sectarismo, les impondrá a los gobiernos árabes revisar su política de resignación ante los sucesos en esa hermana nación.