CONCLUSIONES
DE LA II FASE DE LA VI ASAMBLEA
NACIONAL DE LA LIGA SOCIALISTA, REALIZADA EN CARACAS LOS DÍAS 26, 27 Y 28 DE
JULIO DE 2002.
La II fase de la VI Asamblea Nacional de la Liga Socialista
se convirtió en un acto de reafirmación revolucionaria por parte de nuestra
organización. En ella el debate franco, democrático y abierto, la emoción, el
espíritu unitario, la canción revolucionaria y el internacionalismo proletario
tuvieron armónica cabida.
Fueron tres días de intensas discusiones en las mesas de
trabajo y las plenarias.
Tuvimos también la presencia de la compañera Irene Filis,
Secretaria General del Partido Comunista de Austria e integrante del Círculo
Bolivariano de Viena y del combatiente Emil Guevara, miembro de la Dirección
nacional del MEP en parte de las deliberaciones.
Esta fase de la Asamblea Nacional de nuestro partido se
realizó en el marco de la conmemoración del vigésimo sexto aniversario del
asesinato de nuestro querido camarada Jorge Rodríguez, Secretario General
fundador de la LS; lo cual le otorgó una significación particular al debate en
medio de los combates que libran nuestros trabajadores y nuestro pueblo contra
el Imperialismo.
Participaron compañeros y compañeras de 10 estados del
país, principalmente trabajadores y estudiantes, aunque también hubo expresión
del movimiento vecinal, profesionales y de mujeres.
La agenda de esta II fase de la VI Asamblea Nacional fue
la siguiente:
Análisis de la coyuntura.
El Programa de la Liga Socialista.
Organización. El Partido y la Liga Socialista.
Reforma estatutaria.
Para apoyar la discusión se editaron los documentos:
“Propuesta de plataforma de lucha de la Liga Socialista”, “ Sobre el Partido”,
“Anexos al documento Sobre el Partido” y las “Conclusiones del Comité Nacional
de la Liga Socialista del 6 y 7 de julio”.
Como señaló alguien alguna vez: “ Una vez definida la
política lo decisivo son los cuadros”. La Liga Socialista es una organización
de cuadros que se articulan democráticamente a las masas. Aquí están las
conclusiones, el resultado de nuestro debate, armémonos con ellas y vamos al
combate “con el cuchillo en la boca”, como solía decir Jorge Rodríguez. La
clase obrera y el pueblo están allí, peleando, los militantes y cuadros de la
Liga Socialista tenemos que estar a la altura de esa clase obrera y ese pueblo.
Punto 1. Análisis de coyuntura.-
El desenlace del golpe de Estado del 11 de abril significó
una derrota a la intención del Imperialismo de retomar la iniciativa política
en América Latina. Para ellos se trata de retomar su orientación sobre nuestros
países basada en la organización de la democracia representativa, subordinar
nuestras economías a las transnacionales y la promoción de los derechos
humanos, limitándolos a los procesos electorales, la libertad de empresa y la
de prensa entre otros. Modelo este que se impuso a través de los partidos
reformistas del continente.
Pero este modelo entró en crisis y se desmorona con sus
partidos; AD, COPEI y el APRA, entre otros y permite el avance de fuerzas
populares como el PT en Brasil, en Ecuador, el MAS en Bolivia con la
candidatura de Evo Morales y la Revolución Bolivariana en Venezuela.
El golpe del 11 de abril estuvo dirigido a detener y
destruir la Revolución Bolivariana, pues esta es un obstáculo para sus
intenciones de retomar la iniciativa política en América Latina. Por eso el
Imperialismo Norteamericano continuará tratando de avanzar en este esquema a
través del desarrollo del Plan Colombia, ya que sus fuerzas internas en
Venezuela fueron debilitadas y derrotadas.
Eso es lo que explica el fracaso del enemigo en la marcha
del 11 de julio, al punto que no pudieron implementar la huelga general y se
dividió la derecha agrupada en la “Coordinadora Democrática”.
En el marco internacional también está planteado enfrentar
con decisión y derrotar al ALCA.
Nosotros tenemos que entender y trabajar por hacer
comprender que el único proyecto alternativo al que nos trata de imponer el
Imperialismo es el Proyecto Bolivariano. Ahora bien, ese proyecto imperialista
está en una profunda crisis, de carácter estructural y a escala global. Crisis
esta a la que tenemos que darle seguimiento. No obstante, señalamos algunos
rasgos de ella:
* La caída de la tasa de
ganancia.
* La recesión mundial,
especialmente en los países imperialistas.
* La agudización de las
contradicciones ínter imperialistas.
* La caída en las principales
Bolsas de Valores del mundo.
* La crisis ética en EEUU,
evidenciada en la quiebra de algunas grandes empresas y la confirmación de que
hicieron fraude en sus informes contables.
La situación nacional está enmarcada en esta crisis global
del sistema capitalista.
En este marco, en este momento, la lucha política
principal que debemos librar para preservar y desarrollar la Revolución
Bolivariana es en el plano de la economía; asumiendo que la crisis de Venezuela
en este momento es fundamentalmente del financiamiento del Estado.
La conspiración del enemigo en la economía tuvo un primer
efecto: La Tesorería Nacional no tiene dinero, lo cual augura problemas para
los próximos meses, cuando la CTV tratará de convocar a un nuevo paro golpista,
cabalgando sobre las necesidades materiales de los trabajadores y el
vencimiento de un número importante de convenciones colectivas, sobre todo del
sector público.
La situación ha obligado al gobierno a entrar en
negociaciones con el Banco Mundial, después de haber hecho esfuerzos por evadir
esa posibilidad y parece obvio que los técnicos de este ente lo que quieren son
los Fondos de Pensiones. Frente a esto la posición de la VI Asamblea Nacional
de la Liga Socialista fue clara: La Seguridad Social de los trabajadores
no se negocia, nos pronunciamos absolutamente contrarios a la
privatización de la Seguridad Social. Ratificamos que esta debe ser pública,
solidaria, universal y remanentista.
Los problemas centrales de la economía venezolana tienen
su razón en el hecho de que no hemos tomado el poder en PDVSA. En el golpe de
Estado del 11 de abril estaban involucrados quienes tienen intereses en PDVSA y
los Fondos de Pensiones. De alguna manera estamos en una batalla por la
re-nacionalización de nuestra principal industria; en esta batalla un objetivo
es recapturar PDVSA por las fuerzas de la Revolución Bolivariana. La Liga
Socialista tiene que avanzar en una política para la cuestión petrolera.
Está planteado abrir un debate claro en el seno del
movimiento de trabajadores y trabajadoras en torno a la problemática económica
y de esa discusión, de cara a la clase, sacar las propuestas que configuren un
cúmulo de reivindicaciones transitorias en el sentido leninista del término.
Dichas reivindicaciones transitorias tienen como eje revertir el principal
problema estructural de nuestra economía: La distribución regresiva del
ingreso.
Un elemento fundamental de carácter estratégico en el
enfrentamiento contra el Imperialismo lo constituye el plan agroalimentario
nacional, que debe ser una política de Estado, vinculada al plan general de
desarrollo.
Para avanzar en todos estos elementos tenemos que
apoyarnos en la elevación de la conciencia política que se ha operado en
nuestro pueblo.
Finalmente, en este punto se aprobaron mociones de
solidaridad con los pueblos de Palestina, el pueblo argentino y en general,
todos los pueblos que luchan contra el Imperialismo.
El Programa Nacional Bolivariano parte de cuatro fuentes
ideológicas: a) La influencia aborigen, b) la Teología de la Liberación, c) el
nacionalismo popular y d) las corrientes marxistas y socialistas.
El Programa que asume la Liga Socialista tiene una sola
fuente ideológica: El marxismo leninismo.
En términos programáticos, nuestro trabajo está en
determinar las reivindicaciones transitorias que lleven a nuestro
pueblo de la conciencia antiimperialista a la conciencia socialista.
Es fundamental avanzar en la construcción de la República
Bolivariana de Venezuela. Hoy día eso es posible hacerlo desde las comunidades,
construyendo el municipio bolivariano, que se convierte en la tarea central. Un
punto de partida en este sentido es el análisis y el diagnóstico local.
Entendemos que la República Bolivariana de Venezuela es un
Estado de transición hacia otro Estado de transición que es el socialista, en
tanto la República Bolivariana de Venezuela es antiimperialista, pero no
anticapitalista. Asumimos entonces como nuestro el Programa nacional
Bolivariano contenido en el texto constitucional, por cuanto establece con
claridad el ejercicio directo del poder por parte del pueblo.
El poder local, el municipio bolivariano y los consejos de
fábrica, que avancen de la cogestión a la autogestión; son algunas de las
formas a través de las cuales podemos avanzar en la construcción del poder
dual. Tenemos que estudiar todo esto.
Al final se propusieron un conjunto de medidas para
enfrentar la crisis fiscal, que deberán ser estudiadas por la Comisión Política
y el Comité Nacional de la LS. Entre ellas se destacan:
* Declarar la emergencia
económica.
* Recuperar PDVSA.
* Fortalecer al SENIAT con una
política de incorporación del pueblo a la vigilancia y control del cobro de
impuestos y la evasión fiscal.
* Suspender el pago de la deuda
externa por un año.
* Obligar a la banca a dar
empréstitos al Estado.
* Control contable de las
empresas por los trabajadores.
* Promover una Ley de
Solidaridad.
* Impedir la privatización de
los Fondos de Pensiones.
* Nacionalizar la banca.
* Ley contra la evasión fiscal.
* Eliminar el tope de
cotizaciones a la Seguridad Social.
* Descontar el 25% de los
sueldos al personal ejecutivo del Estado.
Punto 3. Organización:
El Partido y la Liga Socialista.
La construcción del Partido está vinculada a la estrategia
y al Programa. Nuestra estrategia es de lucha de todo el pueblo, que implica
que la organización está en capacidad de actuar en la guerra y en la paz.
La situación actual de legalidad y legitimidad del pueblo
y del gobierno, conduce a la construcción de formas de organización amplias y
abiertas. Hoy la Revolución se defiende y avanza con el pueblo en las calles.
La Liga Socialista tiene que avanzar en un doble proceso
de construcción; por un lado, en el impulso del Frente nacional
Antiimperialista y por otro, el Partido del Proletariado.
De esa forma se le puede dar respuesta a la búsqueda que se realiza desde
muchos sectores del pueblo que luchan y plantean la necesidad de un partido de
la revolución.
El Frente Nacional Antiimperialista agrupa a todas las
clases, fracciones de clase, sectores y grupos que apoyan el proceso de cambios
de la Revolución Bolivariana.
El Partido del Proletariado tiene como núcleo central a
los trabajadores y trabajadoras de los grandes complejos industriales, pero
también agrupa a otros trabajadores y trabajadoras ( de servicios, desempleados
y del sector informal de la economía), a los campesinos y obreros agrícolas y
otros sectores sociales, como los estudiantes revolucionarios. La construcción
de ese partido debemos hacerla en el marco de la lucha antiimperialista,
teniendo a la disciplina como un elemento básico.
En ambos procesos de construcción es fundamental lograr la
unidad popular en torno al Programa Nacional Bolivariano contenido en el texto
constitucional, el cual contiene reivindicaciones que permitirán elevar la
conciencia antiimperialista hacia la conciencia socialista. En ambos casos, el
punto de partida que tenemos es que el pueblo venezolano ha elevado su
conciencia política y eso se evidencia en el importante desarrollo de la
organización popular con toda su diversidad, amplitud y relativa falta de
articulación.
En función de avanzar en la organización tenemos que
dirigir un debate hacia los y las marxistas dispersos en distintas
organizaciones políticas y sociales.
La Liga Socialista se construye y fortalece en ese doble
proceso de construcción, a partir de su articulación democrática con las
organizaciones populares, fundamentalmente de trabajadores y trabajadoras. Esto
pasa por superar el nivel actual de nuestra dirección, nuestras comunicaciones
y nuestra preparación.
La Dirección Nacional (Comité Nacional y Comisión Política
principalmente) debe corregir los métodos y estilos de dirección y trabajo
incorrectos, resultado de una concepción de partido errónea que ha prevalecido.
En el proceso de construcción de la Liga Socialista,
tenemos que desarrollar a Basirruque como un órgano de prensa
revolucionario, lo que significa, entre otras cosas, dotarlo de un equipo
colectivo, estabilizar su regularidad y mejorarlo desde el punto de vista
técnico.
La Dirección Nacional tiene que superar las definiciones
generales donde se ha quedado. Hay que establecer una línea de acción política
en el área centro – norte – costera del país y desde el punto de vista social,
hacia los trabajadores del sector energético (petróleo y electricidad); también
hacia las zonas fronterizas.
El combate en el plano de la economía, asumido como un
combate político, teniendo como centro a los trabajadores y trabajadoras
permitirá avanzar entre la clase en función de la construcción del Partido.
Tenemos que impulsar una línea sindical clasista y un
programa específico para el movimiento estudiantil, que tiene como hilo
conductor la construcción de la Educación Bolivariana.
La tarea de construcción de la unidad programática del
pueblo nos obliga a difundir el Programa, para lo cual las tareas de propaganda
son principales.
Está planteado retomar las tareas de formación de cuadros
en la Liga Socialista e impulsar la Escuela “Jorge Rodríguez”.
Se aprobó el artículo 15 propuesto con las siguientes
modificaciones:
Se elimina la palabra “nacional” después de “política”.
Se incorpora la palabra “programática” después de “unidad
política”.
Queda así:
Artículo 15: Es política de la Liga Socialista, impulsar
el desarrollo de la tendencia clasista, la unidad de los socialistas
revolucionarios y la unidad política programática del movimiento popular.
En el artículo 17 propuesto debemos añadir que los delegados
fraternales a la Asamblea Nacional y los invitados al Comité Nacional y la
Comisión Política deben ser resultado de decisiones colectivas de los
organismos involucrados.
Se aprobó que en la redacción de las “Normas Constitutivas
y Rectoras de la Liga Socialista” se incorpore la transversalización de género.
Caracas, 28 de
julio de 2002