ORGANIZAR LA OFENSIVA DEL PUEBLO !!!

           

Los intentos de la contrarrevolución oligárquica para acabar con el gobierno bolivariano del Presidente Chávez siguen fracasando. Su retroceso es evidente: fracasó el paro empresarial del 21 de octubre; pasaron del frustrado golpe de abril a la recolección tramposa de firmas  en octubre; de tener control de mandos en unidades de combate a la colocación de un campamento circense en la plaza de Altamira.

 

La contrarrevolución está en retroceso pero no está derrotada. Ni lo estará por largo tiempo. Porque la alienta, financia y arma el gran capital local y el amo imperialista; porque está enraizada en las estructuras del viejo Estado del puntofijismo que aún sobreviven, y sabotearán cualquier proceso de transformación económico y social; porque siguen atrincherados en sectores claves de la economía nacional como las gerencias de PdVSA y el Banco Central; porque detentan el monopolio de los medios de comunicación, que utilizan para deformar los hechos y confundir la conciencia popular.

 

Las fuerzas de la contrarrevolución saben que la permanencia de Chávez en el gobierno y la puesta en práctica de la Constitución Bolivariana afectará la supervivencia de los intereses económicos, políticos y sociales que ellas defienden. Esas fuerzas reaccionarias, que están fraccionadas, proclaman abiertamente que su punto de unión es demoler lo que para ellos es un escollo insalvable, y su único programa es lograr ese objetivo. Por eso persistirán en todo tipo de ataques y provocaciones a la Revolución, por irracionales que estos parezcan, y más allá que simulen sentarse a dialogar, mientras continúan preparando un nuevo intento golpista.  

 

Insisten en derrocar al Presidente y eliminar la Constitución. Porque Chávez sintetiza la unidad de las fuerzas sociales y políticas que expresa a los sectores más oprimidos y explotados de nuestro pueblo, civiles y militares; porque la Constitución no es sólo un texto jurídico, sino principalmente un programa de acción que tiene este pueblo para acabar con las estructuras institucionales que facilitaron y cobijaron la acción de sus explotadores de ayer y de hoy.

 

Cuando se asesinan dirigentes campesinos y se balea a desprevenidos peatones; cuando la prensa mercenaria califica de lúmpenes a los cientos de miles de desocupados, trabajadores, profesionales y técnicos que el 13 de octubre salieron a la calle para afianzar la Revolución, no sólo se menosprecia al pueblo sino que conscientemente las fuerzas reaccionarias están preparando el camino hacia el fascismo.

 

El pueblo siente y comprende cual es la realidad. Siente y comprende que los tiempos próximos serán de duro enfrentamiento de clases entre las fuerzas sociales populares agrupadas en el bloque bolivariano y las viejas elites gobernantes que no se resignan a dejar el poder y acatar los objetivos aprobados mayoritariamente por el pueblo en siete elecciones libres y transparentes.  

 

Nuestro pueblo está regando generosamente las calles con la sangre de sus hijos, para defender este proceso revolucionario. Y no lo hace por ciega adhesión a un caudillo. Lo hace por convicción y por conciencia del histórico proceso del cual es protagonista. Nadie puede llamarse a engaño, ni la derecha reaccionaria ni los oportunistas que buscan cargos en el Estado: este pueblo está decidido a que la Revolución se profundice y se consolide.

 

EL CAMINO DE LA OFENSIVA    

 

La LIGA SOCIALISTA comparte la opinión del Comandante Chávez que estos son tiempos de ofensiva revolucionaria. Y una ofensiva son batallas que debemos dar y ganar. Por eso creemos necesario dirigirnos a los miles de compañeros, camaradas y compatriotas con los cuales día a día compartimos la lucha por imponer los objetivos democráticos y antiimperialistas de este proceso, para hacerles conocer nuestra opinión sobre cuales son las batallas necesarias, y el camino para que estas sean exitosas.

 

La batalla por recuperar la economía. Es compromiso decisivo de la Revolución que los recursos centrales en manos del Estado sirvan a un plan de desarrollo nacional, que se traduzca rápidamente en un mejor nivel de vida de los sectores más pobres. Por eso PdVSA no puede seguir en manos de gerentes al servicio de los monopolios extranjeros. El control político por los trabajadores de la empresa petrolera nacional es decisivo. No puede haber razón corporativa alguna que sirva de excusa para sabotear la producción vital del país.

 

Sin la participación de los trabajadores es imposible controlar PdVSA. Tomar el control político de esa empresa no puede quedar reducido a la acción de un grupo de funcionarios, aunque estén identificados con el proceso bolivariano. Los trabajadores no sólo tienen el derecho constitucional de participar en la gestión de la empresa, sino el deber político de hacerlo. Hay miles de ingenieros, técnicos y trabajadores de la nómina diaria dispuestos a que la empresa, de una vez por todas, se ponga al servicio del país y deje de ser un centro de la conspiración imperialista. Con ellos hay que organizar la ofensiva.

 

La batalla por construir el nuevo Estado democrático, solidario y participativo. No se puede seguir esperando leyes de la Asamblea Nacional. Desde los municipios hay que comenzar ya a dar participación al pueblo, cumpliendo la Constitución, y construir las unidades primarias, esenciales, de la República Bolivariana. En las comunidades el pueblo está dispuesto no sólo a movilizarse en la calle cuántas veces sea necesario. Con ese pueblo hay que construir los municipios bolivarianos para organizar la ofensiva.

 

La batalla por la unidad de las organizaciones del pueblo. A diario el pueblo demuestra que busca caminos de unidad. Infinidad de iniciativas surgen en esa búsqueda, que no pueden quedar en el papel de las resoluciones de foros y encuentros. Particular importancia tuvo la reciente Asamblea Nacional de Organizaciones Populares, porque reflejó el sentir revolucionario del pueblo en toda la extensión del país. Esas resoluciones no sólo deben ser bandera de lucha sino de concreciones prácticas. Debe hacerse un seguimiento concreto para que se materialicen. Para no defraudar los esfuerzos de miles de luchadores populares hay que organizar la ofensiva.

 

La batalla por la unidad de los trabajadores. Se ha dado un paso enorme con el surgimiento de la Coordinadora Sindical Nacional en el Encuentro de Trabajadores del 6 y 7 de septiembre. Es necesario fortalecerla y ampliarla para avanzar hacia la Constituyente de los Trabajadores. Es necesario hacerlo en cada región, en cada centro productivo o de trabajo. Para acabar con la burocracia contrarrevolucionaria hay que organizar la ofensiva con los trabajadores.   

 

Por último la batalla por la unidad política de todas las fuerzas bolivarianas. El avance de la Revolución no sólo exige una unidad estratégica en los objetivos sino una dirección política unitaria. No se puede reprochar a ningún sector de las fuerzas sociales o políticas bolivariana actitudes anárquicas si no existe una dirección política que coordine y oriente la diversidad de las luchas y acciones. En ausencia de esa dirección cada uno defiende a la Revolución como cree conveniente. La ofensiva nos exige organizar la unidad de dirección, con la misma voluntad unitaria que nuestro pueblo muestra en las calles. Los caminos para lograr ese objetivo pueden ser diversos, pero uno sólo se le opone: la de quienes piensan la política con la práctica de los pequeños aparatos partidarios.  

 

La Revolución Bolivariana es ya una parte irrenunciable de las luchas históricas del pueblo venezolano, pero desde las jornadas de abril también es parte decisiva de los fracasos que está sufriendo el imperialismo yanqui para imponer su política de explotación y chantaje a los pueblos de América Latina.  

 

Dijo el Presidente Chávez en la multitudinaria marcha del 13 de octubre que “...hay que profundizar la construcción del poder popular ”. Esta es la gran batalla del momento para afirmar la ofensiva del pueblo. Desde la LIGA SOCIALISTA convocamos a sumar esfuerzos en esta enorme tarea, porque estamos seguros que sólo seremos victoriosos si logramos

 

CONSTRUIR LA REPUBLICA BOLIVARIANA

CON LOS/AS TRABAJADORES/AS , LOS/AS CAMPESINOS/AS Y EL PUEBLO!!

 

COMITÉ NACIONAL de la LIGA SOCIALISTA

                                               16 de noviembre de 2002       

 

El Socialismo se conquista peleando

 

ligasocialista@yahoo.com