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BASES PARA UNA
INTERPRETACIÓN DE RUBÉN DARÍO (1958) Publicada en libro en julio del 2001, en Lima. Su valor es sobre todo arqueológico, es decir el libro es una curiosidad porque "lo escribió Mario Vargas Llosa". Cuenta el proceso evolutivo del Darío cuentista, desde sus comienzos de imitador de los escritores que admiraba hasta algo así como "el encuentro consigo mismo". Es una versión desangelada de su tesis de doctorado por la Universidad Complutense de Madrid García Márquez: historia de un deicidio (1971, publicada ese mismo año por Barral Editores). A diferencia de este libro, Bases para una interpretación de Rubén Darío está escrito con el estilo evidente de una tesis académica, es decir el mecanismo de la proposición inicial de una teoría que al final se resuelve en una serie de conclusiones. En la versión original, que pude leer en la Biblioteca de San Marcos, esta tesis tiene un número escandaloso de erratas, que en esta versión en libro se ha depurado con corrección. Las circunstancias en que esta tesis fue redactada fueron las más difíciles: Mario Vargas Llosa tenía diversos "trabajos alimenticios", como los llama, para pagar las cuentas con su primera esposa, Julia Urquidi, que también lo ayudó en la composición de este trabajo universitario, pasándolo a la máquina de escribir. Como Los jefes, como La huida del inca si alguna vez se publica, es un libro que es valiosísimo para un biógrafo; sin embargo, un lector del común sólo encontrará y con un esfuerzo de la imaginación la sombra del autor de La orgía perpetua. |
EDICIONES:
Universidad de San Marcos (Lima), Instituto de Investigaciones Humanísticas, 2001.
DEDICATORIA:
- A LUIS LLOSA URETA,
- mi gratitud y mi afecto.
(*) Luis Llosa Ureta es el famoso "tío Lucho" de El pez en el agua.
SOBRE LA TESIS:
El texto a continuación aparece a continuación de la dedicatoria de la tesis:
Quiero dejar constancia aquí de mi gratitud al maestro Raúl Porras Barrenechea, que durante mis años de estudio en la Facultad, me concedió el privilegio de trabajar bajo su dirección y de quien he recibido numerosas e inolvidables lecciones de sabiduría, comprensión y generosidad. Al doctor Porras Barrenechea debo, también, el haber podido utilizar para este trabajo casi todos los libros de Darío en sus primeras ediciones. |
Agradezco, también, a los doctores Luis Alberto Sánchez, en cuya cátedra de Literatura Americana inicié esta tesis, a sugerencia suya, como una monografía sobre el naturalismo en los cuentos de Darío, y Augusto Tamayo Vargas, que me ha brindado siempre su consejo y su ayuda. |