Espero
que la noche traiga
Luna de maíz y agua;
Con su magia restañe mis sentidos,
Reviva los recuerdos ya perdidos
Y retoñen efusiones olvidadas.
Al repaso de capítulos pasados.
Y venga esa luna extraña,
impúdica, a mi cama,
se muestre con descaro en su blancura
desplegando magia y fantasía,
y como una amante generosa,
empape mis quimeras y caprichos.
Me
cubra con su toga urdida
de volátil brujería,
y en febril desvelo delirante,
imprimiendo eternidad a cada instante,
uno a uno deshoje mis anhelos
en un manso meandro de suspiros.